Cuando has configurado por primera vez tu iPhone y el sistema te pide que indiques tu país, probablemente notaste que hay una opción de configuración para China y otra para Hong Kong. Y quizá te preguntaste por qué hay dos opciones diferentes si se trata de un mismo país. La respuesta es que se trata de la doctrina “un país, dos sistemas”, el cual se basa en brindarle autonomía a la ciudad de Hong Kong. No obstante, el régimen chino amenaza nuevamente la soberanía de la ciudad autónoma de Hong Kong ante la indiferencia de las democracias occidentales (Ver artículo sobre las protestas del año pasado en Hong Kong por su autonomía).
¿Y por qué Hong Kong recibe un trato diferenciado respecto al resto de las ciudades chinas? Pues porque no fue parte de ese país desde 1841 hasta 1997. Durante ese tiempo los marineros británicos iban por todo el mundo izando su bandera armados con sus cañones, y Hong Kong era una próspera colonia británica. La excepción se dio entre 1941 y 1945 cuando los japoneses ocuparon el territorio hongkonés en 1941 durante la Segunda Guerra Mundial. La región retornó a manos de China en 1997 a cambio de que Pekín respete su autonomía por los siguientes 50 años bajo el principio “un país, dos sistemas”. Pero el mundo ha sido testigo de lo impaciente y parecido a Winnie Pooh que es el presidente chino, Xi Jinping.
Ahora vamos a revisar algunas noticias actuales. El 25 de junio, se refugiaron en Taiwán (otro territorio al que China le quiere poner las garras) más de 200 activistas hongkoneses que huían de la represión violenta contra las protestas prodemocráticas en las que participaron. Y es que, a diferencia del resto de China, Hong Kong es una democracia en la que hay Facebook libertad de expresión y se rige por sus propias leyes.
Las violentas protestas comenzaron el año pasado, cuando el parlamento chino propuso una serie de controvertidas leyes de seguridad que le facultan perseguir a los independentistas y otros opositores políticos hongkoneses. Estas protestas se agravaron a finales de mayo e inicios de junio de este año cuando estas leyes fueron finalmente aprobadas, pero las manifestaciones fueron opacadas por la atención mediática que acaparó el asesinato de George Floyd en Estados Unidos.
El control total de Hong Kong, así como el aislamiento internacional al que está sometido Taiwán, parece ser otra estrategia de China para seguir afianzando y aumentando su liderazgo geopolítico aprovechando la creciente debilidad de Estados Unidos y Europa al gestionar la pandemia de la covid-19.
Fue precisamente Donald Trump el más enérgico en reclamar por este ataque contra la soberanía de Hong Kong y por la violencia contra los manifestantes (mientras los policías de su país lanzaban perdigones a los protestantes en las marchas antirracismo). Por otra parte, el Reino Unido ha propuesto otorgar visas a todos los ciudadanos de su excolonia que se sientan amenazados por el régimen. Ello permitiría a millones de hongkoneses buscar asilo en el Reino Unido con mayor facilidad y serviría de presión para que China no cometa más abusos.
Hong Kong es un oasis democrático que se está secando en ese desierto dictatorial que es China debido al controlador Partido Comunista. Si hay algo que rescatar de todo esto, es la valentía y determinación de los hongkoneses en defender sus libertades. En un mundo en el que políticos autoritarios van ganando fuerza y recortando libertades, a veces con beneplácito de la población como sucede en Polonia o Hungría, es un ejemplo digno de admirar. Occidente observa resignado e indiferente, pero los hongkoneses siguen luchando. Porque saben que una democracia que se pierde, es difícil recuperarla.
Fuentes:
https://www.bbc.com/mundo/noticias-internacional-53047103
https://www.bbc.com/mundo/noticias-internacional-53047103
Edición: Daniela Cáceres