¿Galápagos SOS?

Ningún latinoamericano es ajeno a las Islas Galápagos; algunos conocieron la belleza de sus mares a través de un documental, y otros tuvieron la oportunidad de admirarla personalmente. Lo que nadie olvida es su emblema principal: las tortugas gigantes de Galápagos y su encantadora flora y fauna marina. En 1978 la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, Ciencia y Cultura (UNESCO) declaró a las Islas como Patrimonio Natural de la Humanidad. Más adelante, en 1986, el mar que las rodea fue declarado Reserva Marina. Hoy en día, las Islas se han visto amenazadas por los buques pesqueros que han llegado desde China para explotar y obtener un beneficio económico de la diversidad marina de la zona

Lamentablemente, los atributos mencionados no solo atraen turistas y estudiosos que quieren descubrir el mundo marino; sino también a aquellos que desean sacar provecho económico de la vasta diversidad de esta parte del Pacífico. Desde julio, la armada ecuatoriana prendió sus alarmas al identificar más de 340 embarcaciones cerca de la zona económica de las Islas Galápagos. Esta era una flota de buques pesqueros internacionales, los cuales en su mayoría portaban una bandera china izada en lo alto de sus embarcaciones. No es coincidencia que estos buques permanezcan muy cerca a estas fructíferas islas y que cuando se haga una inspección permanezcan dentro de aguas internacionales. Tampoco es coincidencia la mayoría de banderas chinas. Recordemos que China es el segundo importador de pescados y mariscos en el mundo. Desde el 2018 estas importaciones mantuvieron una tendencia al alza.

Este misterioso hecho motivó a Ecuador a manejar una estrategia diplomática para proteger las Islas. En primer lugar, Ecuador informó que planteará esta problemática en una reunión de delegados de los países latinoamericanos, pertenecientes al Pacifico Sur. De esta manera, intentará crear un frente latinoamericano unido para proteger toda esta área del litoral. En segundo lugar, Ecuador buscará conversar directamente con los cancilleres de todos los países involucrados sobre el hecho sucedido. El objetivo del canciller ecuatoriano, Luis Gallegos, en ambos casos será proponer una estrategia conjunta para proteger la fauna marina.

Mucho se ha discutido sobre el accionar de Ecuador frente a esta problemática. De hecho, Pablo Medina, catedrático de relaciones internacionales de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador (PUCE), considera que protestar solo es útil cuando la problemática se da entre dos países “simétricos”. Este no es el caso de Ecuador frente a China. En este sentido, según Medina, existen dos soluciones pragmáticas: abrir una negociación bilateral directa, como lo ha hecho Gallegos, o buscar reducir esta asimetría con alianzas regionales. Sin embargo, no hay nada que se le pueda imponer a China en este momento, mucho menos cuando sus barcos permanecen en aguas internacionales.

En el mar también hay reglas.

La Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar (Convemar) es un régimen de ley y orden en los océanos de todo el mundo. Estas reglas rigen todos los usos posibles de los océanos y sus recursos. Uno de ellos es la conservación y ordenación de la fauna marina. Bajo este reglamento también se rige el mar que rodea a las Islas Galápagos; sin embargo, hasta el momento Ecuador no puede ejercer ninguna cláusula del Convemar ya que la flota extranjera permanece en aguas internacionales.

Como se imaginan, esta no es la primera vez que sucede una situación similar. De hecho, cada año se captan buques pesqueros de distintas nacionalidades muy cerca de las Islas Galápagos, principalmente por la basta diversidad marina de esta zona; además del interés en específico por el tiburón martillo, que se encuentra en peligro de extinción. Por ejemplo, en el 2017 un buque chino ~~para variar~~ fue capturado en la Reserva Marina de Galápagos con 300 toneladas de especies marinas. Este hecho fue llevado a un proceso judicial en el que los implicados fueron sentenciados a pena de cárcel, además de pagar una indemnización a las Islas. Asimismo, se dictó que este buque incautado pase al poder del Parque Nacional Galápagos.

Ecuatorianos cansados

Las protestas no se han hecho esperar. Hace unos días, decenas de ambientalistas, ciudadanos y autoridades locales realizaron protestas de manera simultánea en Quito, Guayaquil y Galápagos. Todos mostraban botellas de plástico, carteles en defensa de los animales, y frases en contra de China y sus flotas pesqueras. Todo esto porque muchos guías de las Islas confirmaron que la presencia de embarcaciones chinas no solo es una amenaza para la vida de las especies marinas sino para la contaminación de los mares. Incluso otros guías detectaron el alejamiento de especies marinas, como los tiburones. El colectivo Pacífico Libre fue parte de las protestas y manifestó su molestia sobre la inacción del gobierno frente a la defensa de sus recursos.

Lo último

Luego de todo el impacto social que causó esta problemática en el país, el gobierno ecuatoriano informó que China autorizó la supervisión de los barcos y declarar una moratoria de pesca en las zonas aledañas a las Islas entre setiembre y noviembre. Esperemos que estas medidas sean respetadas por todos los implicados y no solo sean una ~~mentira como las de tu ex~~ “noticia” más.

Por desgracia, la cuarentena por la pandemia fue necesaria para caer en cuenta de la importancia de proteger a nuestro planeta y motivar a las personas a ser el cambio en sus países. Como dice el dicho: uno no sabe lo que tiene hasta que lo pierde. Y es que, cómo puede ser posible que no nos hayamos dado cuenta de todo el daño que causamos en el medio ambiente con las actividades del día a día. Tal parece que todos nosotros fuimos los buques chinos que depredaron nuestros países y recién nos damos cuenta de ello.

Ahora que ya todos somos un poco más conscientes de esta problemática, acaso ¿no es un buen momento para tomar decisiones que cambien la historia? ¿Acaso no ha llegado el momento en el que los ciudadanos se sumen a la lucha en conjunto con el gobierno para evitar más daño en el medio ambiente? No me refiero solo a las Islas Galápagos, sino a todas las reservas que hay en el mundo y a todos esos tipos de contaminación que decidimos ignorar antes de la pandemia y hoy nos golpean en la cara con la dura realidad.