La esperanza es lo último que se pierde, pero es lo primero que sale volando por la ventana ante una situación adversa. De la misma forma que sucede con tu relación después de tanto desgaste, en la que se discute hasta de quien quiere más a la mascota, ¿qué relación podrían tener el fútbol, Keynes y la economía conductual?
Sir Keynes, explicando los determinantes de la inversión en un país, determina que para un proyecto de este tipo, los agentes toman una decisión intertemporal. Esto quiere decir que el inversor compara el presente y el futuro. En el caso común de los proyectos se observa el costo que se tomará hoy y el retorno que se tendrá mañana.
En el caso del futbol, se puede considerar a un club o a una selección nacional como un proyecto de inversión. En el presente se invierten recursos para formar jóvenes, mantener en forma a los jugadores actuales y en contratar a un entrenador para formular las tácticas con el objetivo de obtener retornos en forma de buenos resultados, laureles y reconocimiento. Cada tipo de equipo posee diferentes restricciones: principalmente monetarias para los clubes y generación de cracks en el largo plazo para las selecciones.
En base a este marco, ¿cómo es que se justifica que ante un error, los entrenadores o jugadores sean crucificados y se les quiera dar de baja inmediatamente? Como los “hinchas” son los que reciben gran parte de los retornos (con toda la utilidad y felicidad que reciben de su equipo), apenas la expectativa del futuro se torne pesimista (por malos resultados), se va a querer y pedir a gritos que se realice un “cambio drástico” para corregir la situación.
El problema es que este tipo de actitudes puede llevar a escenarios no óptimos. Keynes explica que la existencia de “Espíritus Animales” llevan a que los empresarios busquen el crecimiento de una empresa y no a aumentar su valor en el menor plazo posible para su posterior rentabilización con una venta. Este segundo caso se da cuando el mercado se vuelve incierto y comienza la especulación. Es únicamente en base a la confianza en el largo plazo, que se puede llevar a la construcción de un proyecto estable #NoHayMalQueDure36Años. La inseguridad del trabajo de un entrenador y un plantel de jugadores en un periodo corto de tiempo puede llevar a que se busquen beneficios rápidos. Si un equipo no tiene un buen desempeño en media temporada, si una selección falla en clasificar a un mundial o pasar fase de grupos de su torneo regional induce incertidumbre de si en el futuro se tendrá gloria y empezará la búsqueda de reemplazos rápidos que generen resultados inmediatos.
Esto se puede acentuar con la presencia de sesgos cognitivos. Es aquí donde la economía conductual puede dar una mano. Al momento de comparar el presente y el pasado, las personas pueden tener un sesgo por el presente. Esto quiere decir, en este caso, que se va a preferir la satisfacción rápida y vamos a valorar poco la que venga en el futuro. Por lo tanto, si los hinchas o dirigentes son muy sesgados al presente, van a valorar más los partidos y resultados recientes que los de largo plazo, por lo tanto, ya no se espera que termine la temporada o la competencia, con unos cuantos partidos perdidos ya se piensa en el reemplazo.
Esto es inclusive más fuerte, cuando se considera que tanta pasión por el club o la selección pueden generar aversión a las pérdidas. Es tanto lo que se pone en juego: el honor, la posición respecto de los rivales, la creación de una historia legendaria, todas las historias de luchas épicas de cada país por buscar la gloria, entre otros. Por lo tanto, no importa qué tan buena campaña se haga, si se dan ciertos resultados negativos, estos pesarían más que el trabajo realizado.
Por lo mencionado anteriormente, se puede notar la tendencia de “cortar cabezas” cada vez más seguido. Se busca la gratificación rápida y los proyectos que llevan a tener grandes resultados en el largo plazo con el costo de sequía en el corto plazo no se llevan a cabo. Perú no hubiera llegado tan lejos sino fuera por la fe que se le tuvo a sus jugadores y a su entrenador. ¿En qué más estaremos dejando grandes opciones por ser impaciente en el amor? ¿Tú mamá tampoco te dejo seguir tu carrera de futbolista/músico/entrenador de fútbol mismo FIFA 19? Es el momento de tomar consciencia de ciertos sesgos para tomar mejores decisiones sobre el futuro.
Editado por: Sofía Flores