Es 28 de julio. Celebramos un año más de cumplir a cabalidad la letra de nuestro himno nacional “somos libres, seámoslo siempre”. También es día de fiesta y el peruano lo sabe, el orgullo rojiblanco, cevichesco y lomosaltadino (?) desborda y se hace sentir en las calles. En medio de este clima, la misión del nuevo presidente fue compartir la visión del país hacia el 2021.
El popularmente llamado PPK, entró al Congreso en medio de vivas, algunas hacia su persona y otras hacia partido contendor, lo cual no es más que una muestra de la delicada situación política por la que atraviesa nuestro país. Con la banda enfundada, Kuczynski procedió con el mensaje a la nación. Dentro del discurso, el jefe de Estado se comprometió a seis ejes de trabajo para alcanzar el país que se merece el Perú en su bicentenario.
1. Agua potable y desagüe para todos los peruanos. Fue su propuesta bandera durante la campaña, mencionó como necesario el apoyo del congreso para sentar las bases de su programa, y colocó como plazo 7 años para lograr un alcance a nivel nacional.
2. Educación pública de calidad. Jaime Saavedra fue ratificado como ministro de educación, su trabajo es reconocido desde la gestión anterior. Además, remarcó la necesidad de creación de oportunidades, a nivel inicial, secundario, universitario y técnico.
3. Salud pública sensible al enfermo. Prioriza un sistema más eficiente con acceso universal. En un plazo de 5 años, se propone eliminar la anemia.
4. Formalización del país al máximo posible. La propuesta es concreta, bajar un punto porcentual del IGV para enero del próximo año. Como complemento se propone el programa “Tu empresa” que busca reducir costos para la micro y pequeña empresa. Con esto se espera alcanzar el 60% de los puestos de trabajo formalizados (en lugar del 30% actual).
5. Infraestructura para el desarrollo. Se trabajará en la construcción y modernización de aeropuertos, trenes, gasoductos, entre otros. Además, se busca destrabar los proyectos de inversión, en trabajo conjunto con los gobiernos regionales y en un plazo de 6 meses.
6. Liberación de nuestra patria de la corrupción, discriminación e inseguridad. Propone una reforma de la justicia y la creación de una autoridad especial independiente y autónoma para la lucha contra la corrupción. Remarcó la igualdad de género, y la importancia de las minorías.
Muy aparte de estos seis puntos, Kuczynski destinó parte de su discurso en un claro objetivo político. Mencionar a quienes no votaron por él o remarcar la necesidad del apoyo del congreso para la realización de las propuestas es un claro llamado a la unidad, un llamado a la mayoría fujimorista en el congreso que aún muestra gestos de disconformidad con el mandatario.
En esta línea, la frase de cierre fue genial y se lleva todos los reflectores: el anhelo a una sola república firme y feliz por la unión. Para quienes sea una novedad, esta frase, aunque utilizada poco en la actualidad, es nuestro lema patrio. En 1825 por orden del congreso fue acuñada en todas las monedas del Perú. Es el equivalente a la frase chilena “Por la razón o por la fuerza” o a la brasileña “Orden y progreso”. No obstante, a diferencia de las frases vecinas, “Firme y feliz por la unión” no parece una frase de guerra o un mandato, sino que enmarca el contexto de un país recién establecido y personifica al Perú en una algarabía por haber unificado la región norte, sur, las tierras amazónicas, la capital, y decidido a que permanezca esta unidad.
Feliz, deseando la unidad, lleno de esperanza a pesar del contexto. Sencillo pero profundo, este es el fondo del mensaje del presidente Kuczynski. Si somos merecedores de esta frase, o si primará la unidad sobre la división, las ideas sobre el resentimiento, solo el tiempo lo dirá. En la espera, despejémonos, es 28, y ningún ambiente político debe privarnos de celebrar este día, no siempre se cumplen 195 años de vida republicana. ¡Feliz día Perú!
Escribe: Mario Rivera
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