A mediados de diciembre Fitch cambió la perspectiva de Perú de estable a negativa, lo cual implica una percepción de mayor riesgo de las inversiones en nuestro país. Si bien una percepción negativa no implica una caída en la calificación, podría resultar un precedente para la caída de esta última. El día de hoy, en Freak te explicaré qué aspectos evalúa Fitch para brindar una calificación y cómo su caída afectaría nuestra economía.
Fitch Ratings es una empresa financiera dedicada a la evaluación del riesgo de crédito. Esto implica que sus calificaciones y opiniones resultan un punto de referencia para los inversionistas, puesto que les dan una idea de en qué país invertir y cuánto invertir según el riesgo. Para determinar sus calificaciones, Fitch se evalúa tres aspectos principales: el marco institucional, los pasivos a largo plazo del país y el funcionamiento de la economía interna.
Respecto al marco institucional, este es probablemente la variable de mayor importancia. Su evaluación incluye aspectos como el nivel de solidez de las instituciones macroeconómicas y de las finanzas externas del país. Asimismo, esta variable contempla el nivel de estabilidad política en el país, aspecto que se ha visto potencialmente afectado en los últimos meses #GraciasCongreso. Además de ello, el marco institucional también contempla aspectos como la consistencia y credibilidad del marco de política fiscal y monetaria.
Respecto al nivel de pasivos de largo plazo, el Perú se ha debilitado considerablemente desde el inicio de la pandemia. El déficit fiscal peruano se ha incrementado producto de las medidas de reactivación y, sin duda alguna, de las medidas populistas implementadas por el congreso, como por ejemplo el retiro de fondos de las AFP. De esta manera, en caso no se alcance un déficit público consistente con las necesidades de financiamiento, es probable que el país no logre estabilizar su nivel de deuda según el crecimiento del PBI.
Por último, respecto a la variable de la economía interna, las calificaciones de Fitch consideran su estructura y desempeño. Inevitablemente la pandemia ha generado un deterioro de los ingresos de los hogares, el nivel de empleo y la inversión pública y privada en el Perú; sin embargo, la economía se ha visto afectada también por las tensiones políticas, las cuales impiden la ejecución de reformas. En caso estas tensiones continúen a futuro, la capacidad del siguiente gobierno para cerrar la brecha de ingresos proyectada por el gobierno (1.5% del PBI) requerirá de reformas tributarias. Dentro de esta variable, es importante añadir que la previsibilidad de políticas es también relevante. Debido a que numerosas iniciativas legislativas previas a las elecciones están socavando este aspecto, existe mayor presión a corto y mediano plazo sobre nuestro desempeño económico.
Una vez conocidos los aspectos evaluados por Fitch, ¿cuáles serían las consecuencias de una menor calificación en nuestro país? Primero, posiblemente la demanda de nuestros bonos caería, ya que la percepción de nuestra capacidad de pago sería negativa. Segundo, el endeudamiento de los hogares resultaría mas costoso, esto como resultado de tasas de interés de las tarjetas de crédito, hipotecas o créditos bancarios superiores. Afortunadamente, es posible que este efecto no sea catastrófico gracias a PapáJulio las medidas de política del BCRP, el cual mantiene la tasa de referencia en niveles cercanos a cero.
Entonces ¿qué tan grave es que nuestra calificación caiga? Si bien todos en Latinoamérica y en el mundo atravesamos tiempos difíciles, aun debemos procurar ser un destino atractivo para los inversionistas. Si bien Perú aun se mantiene en los primeros lugares en las calificaciones de Fitch, el cambio a una perspectiva negativa es una señal de alarma que nos invita a cuidar nuestras fortalezas fiscales y evitar el deterioro de nuestra capacidad de endeudamiento. Si no atendemos esto el Estado tendrá menos capacidad para tomar deuda y, por lo tanto, para financiar servicios públicos como educación, salud o saneamiento.
Para evitar este escenario, es necesario que el panorama político sea menos turbio. De cara a las elecciones de abril del próximo año se requiere un trabajo conjunto entre los poderes del Estado y compromiso a favor del consenso por el bien del país.