El sábado pasado fue la tercera marcha Ni Una Menos en el Perú, la cual me motivó a pensar en los grandes logros que ha generado la lucha por la igualdad de género en la historia. Y tú, ¿te has dado cuenta de los efectos que produce y continuará produciendo el feminismo en la sociedad? ¿Te has percatado de su impacto en la economía? Sí, el feminismo es esencialmente la lucha de las mujeres por el acceso a la igualdad de derechos y oportunidades que los hombres #IgualdadDeGénero.
Los cambios generados gracias a esta lucha son buenos para la sociedad y la economía. Y para aquellos incrédulOs, ¡tranquilOs!, se los demuestro con evidencia empírica, y qué mejor que con análisis económico. ADVERTENCIA: el siguiente artículo será un poco más osado y aventurero al tratar con pinzas un tema tan controversial como el feminismo al ojo de una ciencia empírica. El artículo es feminista, OJO: ¡feminista, NO feminazi!
Los efectos en la economía son claros a través de la historia e inician con la inserción de las mujeres en el mercado Laboral, que se intensificó desde 1990. La entrada de las mujeres al mercado laboral , causaron un punto de inflexión en la región y fueron fundamentales en la disminución de la pobreza los últimos años.
2002: Año de crecimiento económico y de reducción de la pobreza en Latinoamérica y el Caribe (1990-2010)
Fuente: CELAC y Banco Mundial (2011).
Según el Banco Mundial (2012), la pobreza moderada cayó 29% y la extrema un 15%. ¿Por qué? Por el aumento del ingreso laboral femenino, el cual contribuyó a la reducción de la pobreza extrema en un 30%. #ParaQueMeCreas, si tal ingreso no hubiese variado en dicho periodo, ceteris paribus, la pobreza extrema en ALC hubiera sido exactamente un 30% más elevada en 2010. Así, el resultado de la mayor participación de la mujer en las actividades económicas y productivas se reconoce como importante agente de desarrollo económico.
El ingreso femenino aportó el 30% de la reducción de la pobreza extrema (2000-2010, $2,5 USD/PPA)
Fuente: Banco Mundial (2012).
Por otro lado, dado que la familia es la unidad pilar de la sociedad que moviliza y modifica la economía, los cambios en su estructura interna y funcionamiento generan un importante impacto macro. Entonces, si dentro de ella ya no es solo el padre quien percibe ingresos, sino que existe una contribución de la madre, se obtienen mayores recursos; por ende, menor pobreza y mayor consumo (relación positiva #Macro), y finalmente toda la economía crece.
En América Latina, independientemente de la presencia de un hombre en el hogar, las mujeres #LasSuperMamás constituyen el soporte emocional #CarismaFemenino y, con frecuencia, financiero para la familia.
¡Nosotros los millennials gozamos de una súpermamá, aquella que trabaja y es madre a la vez!
Esto se debe en parte, como Kuznesof (2005) menciona, a la frecuencia de uniones informales entre los estratos socioeconómicos bajos (Albuquerque & Riesco, 2015). Así, el respeto por el derecho a trabajar de las mujeres no solo las ayuda a ellas, sino a sus familias, a las que muchas veces deben sacar solas adelante #WomanPower. Entonces, la percepción de salarios de las féminas aumenta el ingreso de las familias monoparentales y, una vez más, a la reducción de la pobreza.
Asimismo, durante crisis económicas, el trabajo masculino suele ser más vulnerable, por lo que la inserción de la mujer en el mercado laboral permite que las familias sean capaces de resistir los shocks negativos. Por ejemplo, durante la crisis del 2009 en , la participación de las luchonas en el mercado laboral sirvió como colchón de las familias frente a contracciones económicas. #LuchaNoDependas (Banco Mundial, 2012).
Tasa de empleo entre mujeres ricas y pobres entre 2000 y 2010
Fuente: Banco Mundial (2012).
Sin ir muy lejos, en nuestro querido país, 5 de cada 10 mujeres trabajaba y la tasa de participación de las mujeres se incrementó en los 90´s (Gestión,2015), dando lugar a una reducción de la maldita brecha de tasas de participación entre hombres y mujeres.
Distribución de la tasa de participación masculina y femenina entre 1992 y 2012.
Empleando data del 2010, se encontró un crecimiento del PBI peruano en el período 2005-2009, con una de las mayores tasas de crecimiento de la región. Con ello, se afianzó la tendencia de un crecimiento sostenido observado desde 2001. Por tanto, apoyándome en la historia y la data que no miente, me atrevo a afirmar que la intensiva inserción de las mujeres y el respeto por sus derechos en el mercado laboral contribuyen no solo a la reducción de la pobreza, sino también al crecimiento sostenido. #NoSoyFeminazi #LosNúmerosHablanPorSiSolos
Por otro lado, el aumento del ingreso laboral femenino y de la participación femenina en el mercado laboral parece reflejar tanto una mayor tasa de escolarización como una menor brecha de género en términos educativos (Banco Mundial, 2012). Mejores oportunidades para que las mujeres obtengan ingresos y los controlen podrían contribuir a un desarrollo económico más amplio en las economías en desarrollo, por ejemplo, a través de tasas más altas de matriculación escolar de las niñas (FMI, Fondo Monetario Internacional, 2013). Ahora, las mujeres, más que formar parte del mercado laboral, pueden entran a competir en un mundo más especializado y ocupar cargos altos.
“Tener ejemplos de mujeres que cumplen su carrera con satisfacción y al mismo tiempo tienen familias ayuda mucho. Esas líderes ayudan a las más jóvenes a cambiar los paradigmas que nos dicen ‘no se puede’, ‘estás pidiendo mucho'”, recalca Inés Temple, presidente ejecutivo de Lee Hacht Harrison – DMB Perú (Gestión, 2015).
Pensemos en tal dicho, si las mujeres más educadas ocupan cargos especializados, además de tener más ingresos y contribuir al crecimiento de la economía, ahora con su misma educación y experiencia laboral llevarán una mejor visión de cómo educar a sus críos hijos, y ellos son quienes harán del Perú un mejor país con desarrollo sostenido, todo a nivel agregado #Macro.
El beneficio también llega a la microeconomía, las mujeres ocupan cargos de alto nivel en los negocios. El empleo de las mujeres en condiciones de igualdad permitiría a las empresas aprovechar mejor la reserva de talento disponible, lo cual redundaría en un mayor crecimiento potencial (Barsh & Yee, 2012). El beneficio marginal se ve reflejado en las cifras: las empresas que cuentan con más mujeres en los directorios son las que logran un 42% más de retornos en sus ventas y un 66% más de retorno en su inversión (Gestión, 2015). Una ventaja comparativa respecto a la competencia entre empresas. ¡Cuidado, campeón! Las empresas pueden dejar de contratarte al ver que ahora con más mujeres en los negocios es más beneficioso contratarlas a ellas que a ti #EMPODERAMIENTO.
Los cambios logrados por las feministas han sido buenísimos para la economía.
En resumen: las mujeres son remuneradas por su trabajo y pueden apoyar a sus familias. Con ello, contribuir a la renta y cubrir las necesidades básicas, y así reducir la pobreza. Paralelamente, el apoyo de las mujeres en las familias da lugar a más ingreso y, por tanto, más consumo. A mayor mano de obra (con la inclusión de las mujeres), mayor contribución a la producción y crecimiento en la economía como un todo. #CicloEscencialdelaEconomía.
Sin embargo, aún quedan malditas brechas (tales como las brechas salariales) por cerrar, quedan luchas por ganar, luchas por la igualdad de derechos en todos los ámbitos y se necesitan acciones de política para poder terminar de cerrar las claras desigualdades de género en el ámbito laboral-económico para ALC. Pero TRANQUILAS, el triunfo por la igualdad tardaaa….aa pero llega, y continuará llegando. Desde este año en Arabia Saudita las mujeres, por primera vez ya pueden conducir legal y libremente (¡imagínatelas recibiendo ingresos por ejercer sus libertades!) y una afortunada mujer tiene la oportunidad de ser el primer ser humano en Marte ¡LOCAZOOO!