Explora. Sueña. Descubre: ¡vete de intercambio!

No importa el destino ni el tiempo que te quedes: lo importante, aquí, es que has decidido salir de tu país en búsqueda de nuevos retos personales y profesionales. Razones para irse de intercambio hay muchas; excusas, pocas. Aquí te cuento algunas de ellas.

Irte de intercambio te permitirá descubrir nuevas fortalezas y habilidades, y a trazarte nuevas metas. Lo mejor de todo, y lo que más te marcará durante tu estancia en el extranjero, es que te enfrentarás a situaciones totalmente desconocidas y ajenas a tu día a día, a las que te adaptarás y aprenderás a responder. Lograrás esto manteniendo una actitud positiva y estando dispuesto a experimentar cosas nuevas. Además, podrás viajar a diferentes ciudades y países a los que, seguramente, querrás regresar lo antes posible.

Si sigues viviendo en casa de tus padres debes estar acostumbrado(a) a ciertas comodidades: tener un plato de comida listo en el almuerzo, un baño limpio y ordenado, tu ropa impecable y planchada, entre otras. Si sales de tu país, todas estas comodidades se convertirán en tus nuevas labores: tú te encargarás de ellas… ¿crítico? ¡No! Ya es hora de salir de tu zona de confort. Esta experiencia, sin duda alguna, te servirá para organizar mejor tu vida y darte cuenta de lo que eres capaz de lograr cuando no estás entre los tuyos. Vivirás un día a día de constante aprendizaje y valorarás más que nunca a tu familia y amigos.

Definitivamente, la perspectiva que tienes de tu país cambiará: te darás cuenta de todo lo que se está haciendo bien y mal, de lo que es digno de imitar, vital de continuar y urgente de erradicar. Serás parte, por un tiempo, de una cultura distinta a la tuya con costumbres y tradiciones propias que, finalmente, quizás decidas adoptar porque consideras que enriquecen tu vida y la de quienes te rodean.

Los viajes son en la juventud una parte de educación y, en la vejez, una parte de experiencia – Sir Francis Bacon

Realizar un intercambio también tiene repercusiones positivas en el ámbito laboral. Este te ayudará a desarrollar habilidades y competencias que son altamente valoradas por muchas empresas: creatividad, trabajo en equipo, tolerancia a la frustración y apertura al cambio son solo algunas de ellas. Un estudiante o profesional que ha trabajado o estudiado en el extranjero mejora su disposición a aceptar desafíos y su capacidad de hacer frente a diversos problemas que se puedan presentar. Sumado a esto, el aprendizaje de un nuevo idioma, o el reforzamiento de los que ya sabes, te dará una ventaja competitiva frente a los demás profesionales de tu área de especialización.

Viajar es un ejercicio con consecuencias fatales para los prejuicios, la intolerancia y la estrechez de mente – Mark Twain

Luego de tus primeras semanas en el país anfitrión, comenzarás a hacer muchos nuevos amigos: europeos, asiáticos, latinos, del caribe… de todos los colores, tamaños y con varios acentos e idiomas. Cada uno de ellos con una historia detrás y de una realidad distinta a la tuya. Vivir por un tiempo rodeado(a) de esta diversidad cultural te enseñará a ser más tolerante, empático (a) y, sobretodo, a aceptar esas diferencias que nos hacen únicos y especiales frente a los demás. Además, ahora, tendrás tantas casas como amigos en diferentes países. ¡Así que ya no hay excusas para no seguir viajando y descubriendo nuevos rincones del mundo!