Todos hemos visto la saga Alien: una especie que no conocíamos (o más conocido como xenomorfo) ataca a los humanos, sus colonias y a la Tierra a través de formas no conocidas. A la raza humana la tomó por sorpresa. De hecho, en todas las películas parece que ninguna acción o esfuerzo es suficiente para acabar con la mayor amenaza para su especie, la nuestra. Pero sabemos que es una película, así que el director y el guión prácticamente iban a poner a toda la raza humana en jaque durante toda la saga. Algo similar lleva ocurriendo en los ecosistemas alrededor del mundo, solo que aquí nosotros representamos al director y al guión para el destino de muchas especies.
Cuando hablamos de aliens en términos ecológicos nos referimos a algo externo y disruptivo; esto significa, una invasión biológica por la introducción de especies animales, vegetales u organismos que no son propios de un lugar y tiempo específicos. Estos han sido generalmente transportados por el ser humano. La introducción de especies invasoras puede producir cambios estructurales muy fuertes en las interacciones entre organismos de un ecosistema natural y sus efectos pueden propagarse de forma incontrolada (1).
El problema va así. Desde la era de la exploración o del descubrimiento, que comenzó en el siglo XV, las expediciones, los viajes y el afán por cruzar fronteras llevaron a los humanos hacia una drástica violación de las barreras biogeográficas que habían marcado límites naturales para las formas de vida en el planeta durante millones de años (2). No fue hasta hace algunas décadas que recién comenzamos a darnos cuenta de los efectos perjudiciales de las especies invasivas o aliens (IAS, por sus siglas en inglés, invasive alien species) sobre las especies nativas de varios lugares alrededor del mundo (3). Según un estudio de University College London’s Center for Biodiversity and Environment Research, las IAS han sido los principales responsables de un tercio de las extinciones animales y de plantas en los últimos 500 años . Para hacerse una idea de la gravedad, el factor siguiente en contribución a extinciones ha sido el uso de recursos biológicos en la forma de actividades extractivas, caza y recolección. Esto quiere decir que ni siquiera la disminución intencionada y directa de individuos de poblaciones desapareció especies tanto como la introducción de aliens. Actualmente, otros factores como el calentamiento global, la contaminación, la destrucción de hábitats y la sobrepoblación compiten con los anteriores, pero los IAS ya han generado efectos irreversibles (3).
Por ejemplo, debido a su apetito voraz por sobre otros caracoles y babosas, en 1955 se introdujo al caracol lobo o caníbal en las islas de Hawái para controlar a la población del caracol gigante africano, otra especie invasora. Los resultados fueron catastróficos, pues terminó por extinguir 8 especies endémicas de caracoles. Posteriormente se introdujo en varias islas del Pacífico y algunas zonas continentales y, actualmente, forma parte de la lista de las 100 especies más invasivas (o los 100 aliens más perjudiciales). La situación es dramática en todo el planeta pues les hemos arrojado aliens a varias especies en todo el globo, y como en las películas, todo siempre fue de mal en peor. Las ratas negras han sido diseminadas a través de los botes en casi todas las masas terrestres y han extinguido aves, mamíferos, reptiles y plantas a causa de su apetito voraz y las enfermedades que acarrean. Así como ellas, las palomas, el eucalipto, varios tipos de insectos, hongos y bacterias también han causado efectos similares.
Sin embargo, las IAS no solo son organismos de aspecto no agradable o cuya existencia despreciamos. También lo somos nosotros, los humano. Así como los perros, y en mayor medida los gatos domésticos, que eliminan poblaciones enteras de animales endémicos; especialmente en zonas urbanas y sus alrededores. Y si logran asilvestrarse, pasan a formar parte de la cadena trófica en zonas alejadas de ciudades desequilibrándola completamente. Así que sí, son los mejores amigos del hombre quizás porque nos ayudan a dirigir mucho mejor una película de terror alienígena.
La invasión alienígena es particularmente perjudicial debido a que los nuevos colonizadores no suelen discriminar por alimentos específicos, no tienen un estilo de vida muy especial, sus periodos reproductivos varían considerablemente y básicamente se pueden adaptar con facilidad. Sus efectos son aún mayores en islas, pueslas especies nativas se han adaptado a condiciones muy específicas. Por ejemplo, los gatos, ratas y armiños aliens introducidos en Nueva Zelanda amenazan la existencia del kiwi ydel kakapó (aves endémicas no voladoras que no tenían depredadores naturales), este último tiene poco más de 100 ejemplares vivos.
La saga de películas no solo la estamos filmando en tierra; sino también en los océanos y cuerpos de agua como lagos y ríos, debajo, a través y sobre ellos. Y como es más difícil registrarlo, el tema está aún más desatendido. Las gaviotas afectan a una gran cantidad de aves de zonas costeras debido a su carácter agresivo y el robo de comida; mientras que la introducción de invertebrados como conchas, mejillones y erizos en playas y ríos en todo el mundo ha devastado áreas extensas (4). ¿Cómo pasó esto? Principalmente a causa de la navegación internacional, muchos animales viajan en las estructuras de las embarcaciones, y por acuicultura mal realizada.
Es importante mencionar que no siempre las especies invasoras son la causa principal para el desbalance de un ecosistema en el cual se han introducido. Puede ocurrir que la dominancia de una especie introducida se haya permitido debido a una degradación o modificación previa del hábitat de las especies endémicas (5). Para cualquier caso, es generalmente la acción humana el motor generador de estas situaciones, pues algo o alguien tuvo que afectar el hábitat en primer lugar.
Lo que hemos hecho con varias zonas alrededor del planeta ha sido un gran número de experimento biológicos no planeados incontrolados; es decir, como si fueran parte de un laboratorio dirigido por investigadores descuidados o malintencionados (3). Los cuales son resultado de actividades descuidadas de poblaciones humanas que cada vez crecen más. se pueden ver el corto y mediano plazo: especies y ecosistemas enteros afectados. A través de las eras, quizás hemos influido en el transcurso de la evolución.
Como dijo el pionero zoólogo y naturalista inglés, Charles Elton:
“No se equivoquen: estamos presenciando una de las mayores convulsiones históricas en la flora y fauna mundial”.
Alguien debería filmar estas historias sobre aliens y ganar un Óscar en el proceso, pero esta vez a mejor película.
Edición: Daniela Cáceres
Bibliografía
- Clavero M, García-Berthou E. Invasive species are a leading cause of animal extinctions. Trends in Ecology and Evolution. 2005.
- Mooney HA, Cleland EE. The evolutionary impact of invasive species. Proc Natl Acad Sci. 2001;
- Pejchar L, Mooney HA. Invasive species, ecosystem services and human well-being. Trends in Ecology and Evolution. 2009.
- Archer M, Flannery TF, Ritchie A, Molnar RE. First Mesozoic mammal from Australia – An early Cretaceous monotreme. Nature. 1985;
- Didham RK, Tylianakis JM, Hutchison MA, Ewers RM, Gemmell NJ. Are invasive species the drivers of ecological change? Trends in Ecology and Evolution. 2005.