Es común que te encuentres haciendo scroll en Instagram o Facebook y, de repente, no sabes cómo, pero te pasaste horas de horas viendo fotos de alguna modelo que ni siquiera sabías que seguías. Sentimientos de ansiedad e incluso depresión pueden surgir al instante. Sin embargo, no sabemos el porqué de esta actitud reactiva. Estudios elaborados por la Royal Society of Public Health (RSPH) confirman que Instagram aumenta el riesgo de depresión en las mujeres. De cierta forma, el usuario femenino, al interactuar con contenido que vende un ideal de belleza experimenta de manera inconsciente un miedo interno de ser suplantado por esa mujer, ya sea en el ámbito de pareja, profesional, amical u otro.

Aunque es un tema que ocurre todos los días, es poco usual hablar de las raíces del problema. Existen teorías muy antiguas como la evolutiva o más recientes como la del patriarcado que pretenden explicar la razón de este comportamiento competitivo entre las mismas mujeres.

COMPETENCIA INTERSEXUAL DE DARWIN

Este término introducido por Charles Darwin en la década de 1850; nace de los estudios realizados mediante la observación activa de cómo las hembras, de cierta especie, escogían a los machos. Darwin sabía que no podían esperar que la selección natural favoreciera la evolución de rasgos desventajosos, y propuso que tales rasgos surgieron por selección sexual. Esta selección depende de una lucha entre los individuos de un sexo, generalmente los machos, por la posesión del otro sexo.

Para el caso de las mujeres, es preferible tomar el término de selección intersexual. Este tipo de selección es aquella en la cual miembros de un sexo ejercen fuertes presiones selectivas sobre las características del sexo opuesto mediante la elección de sus parejas. A menudo en la selección intersexual, la hembra hace una elección activa de su pareja, favoreciendo a aquellos ejemplares que tengan ciertas características. Si esto lo transportamos al plano actual, existiría una selección intersexual masculina, en la cual las mujeres perciben que hay ciertas características físicas que son más apreciadas por el sexo opuesto.

LA COMPETENCIA: TEORÍA EVOLUTIVA

A partir de la competencia intersexual, se han realizado muchos estudios que pretenden dejar en evidencia este comportamiento evolutivo en los humanos.

Un estudio realizado por el Departamento de Psicología de la Universidad de Standford muestra cómo las mujeres tienen una actitud competitiva hacia otras mujeres catalogadas como bellas. El experimento consistió en reclutar dos grupos de mujeres. Al primer grupo se envió una asistente vestida de forma nada fuera de lo común y bastante sencilla en su maquillaje; mientras que, al segundo grupo de entrevistadas, se envió una asistente maquillada, peinada y muy bien vestida. Al final del experimento, se les pregunto qué tal fue la atención de la asistente. Increíblemente en el primer grupo no hubo quejas; sin embargo, en el segundo grupo hubo varias críticas hacia la asistente, inclusive cuando las dos habían seguido el mismo protocolo.

Este resultado apoya la teoría evolutiva, en la cual las mujeres catalogan o ven a otras como posible competencia sobre la base de qué tan buenas características puede tener para el sexo opuesto. Por ello, a pesar de que las dos asistentes tuvieron el mismo comportamiento en ambos grupos, la asistente considerada como “bella” fue criticada por las entrevistadas.

COMPETENCIA DESDE EL PUNTO DE VISTA BIOLÓGICO

Como mencionamos anteriormente, la competencia intersexual ha sido mayormente estudiada en hombres; no obstante, desde el punto de vista de la biología, ya existen estudios que nos muestran los posibles orígenes de la competencia femenina.

En el estudio, publicado en la revista Evolution and Human Behavior, Jon Maner y James McNulty, ambos psicólogos midieron los niveles de testosterona de las mujeres antes y después de oler camisetas que anteriormente usaban otras mujeres de 18 a 21 años. El último grupo usó las camisetas cuando tenían una alta fertilidad. Al final del experimento, se pudo ver que las mujeres que olieron las camisetas de las jóvenes en ciclo ovulatorio habían mostrado incrementos en el nivel de testosterona.

La testosterona está relacionada con la agresión y la competitividad. Con base en los hallazgos, se podría especular que las mujeres expuestas al olor de la ovulación podrían volverse más antagónicas o competitivas.

LA COMPETENCIA: LA TEORÍA DEL PATRIARCADO

A diferencia de la teoría evolutiva, desde el lado de la psicología feminista, nace la teoría que coloca al patriarcado como principal desencadenante de la conducta competitiva entre las mujeres. Según Gerda Lerner, el patriarcado es definido como “la manifestación e institucionalización del dominio masculino sobre las mujeres y niños/as de la familia y la ampliación de ese dominio sobre las mujeres en la sociedad en general”. Noam Shpancer explicó, en Psychology Today,  que a medida que las mujeres consideran ser valoradas por los hombres (su máxima fuente de fortaleza, valor, logro e identidad), se sienten obligadas a luchar contra otras mujeres por el premio.

Como hemos podido analizar, existen diferentes teorías que explican el porqué del comportamiento competitivo entre mujeres. Sería incorrecto tomar alguna teoría como un absoluto. Sin embargo, sí podríamos rescatar aspectos relevantes de cada una para explicar desde una perspectiva individual el porqué de nuestro propio comportamiento. De esta forma, obtendríamos una respuesta clara ante eventuales situaciones de depresión, ansiedad o estrés causadas por la presión social o los estándares de belleza implantados por la sociedad consumista.

Edición: Paolo Pró