Recientemente, con la noticia de que la calificadora de riesgo Moody’s ha rebajado la calificación del Perú de A3 a Abb1, el miedo no se hizo esperar entre los ciudadanos de a pie. En un contexto en el que la polarización política parece dividir a la población y la pandemia sigue influenciando en el desenvolvimiento de los peruanos, esta noticia parece haber deslumbrado nuevas señales en el ámbito económico tras haber sido la primera rebaja de calificación en más de 20 años.
Cada cierto tiempo, se escucha mucho sobre el riesgo país percibido por organizaciones profesionales y de sus efectos en el desarrollo de la economía de un territorio específico, pero ¿realmente se está consciente sobre lo que implica este concepto y los factores que influyen en su determinación a nivel país?
Para comenzar, de acuerdo con Nagy (1979), el riesgo país es la “[…]exposición a dificultades de repago en una operación de endeudamiento con acreedores extranjeros o con deuda emitida fuera del país de origen[…]”. Este indicador califica a todos los deudores del país, ya sean públicos o privados. En otras palabras, las calificadoras de riesgo, como Moody’s, miden qué tan probable es que un país no pueda pagar la deuda externa que posee en un determinado tiempo. Cabe resaltar que, según el autor, el riesgo país no es lo mismo que riesgo soberano. Este último solo califica la deuda emitida por un gobierno o agente público.
Ahora bien, usted lector, se debe de preguntar ¿cómo es que se mide el riesgo país? Para calcular la calificación de riesgo de un país, las calificadoras estiman la diferencia entre el rendimiento de la deuda externa del país en dólares y el rendimiento de la deuda libre de riesgo. Esta última es usualmente representada por los bonos de Estados Unidos como indicador.
Asimismo, dichas organizaciones observan distintas variables que podrían ser incluidas en un modelo explicativo del riesgo país relacionadas a su trayectoria y recursos disponibles:
- PBI per-cápita
- Crecimiento del PBI
- Inflación anual
- Déficit del gobierno central respecto al PBI y en cuenta corriente respecto al PBI
- Deuda externa respecto a exportaciones, si es un país industrializado o no
- Incumplimientos o atrasos en las obligaciones de deuda externa desde 1970
Por otro lado, a pesar de la rebaja en la calificación, la perspectiva del Perú pasó de negativa a estable. Puede sonar un poco contradictorio este hecho si se tiene en consideración lo explicado anteriormente; entonces, ¿Cuál es la diferencia entre calificación de riesgo y perspectiva?
La perspectiva es una manera de representar el futuro en un plazo determinado de tiempo, es decir, da una aproximación de la situación de un país considerando el panorama futuro. En el caso peruano, tras la nueva calificación de Moody’s, la calificación del Perú se encuentra muy cercana a las de los otros países sudamericanos (igual que México, Colombia y Uruguay) y solo por debajo de Chile. En otras palabras, está alineado con los países de la región.
Siguiendo esta línea, la actual perspectiva de Moody’s asume que el modelo macroeconómico seguirá igual. En resumidas palabras, mientras que la perspectiva es una manera de representar el futuro del país a largo plazo, la calificación de riesgo es la “nota” que un país obtiene en relación a qué tan bien se desenvuelve su economía dentro de su contexto actual. Por lo tanto, se debe de tener mucho cuidado con la posición económica-fiscal que podría generar un cambio hacia una perspectiva negativa.
Dicho lo anterior, es momento de analizar el caso peruano en específico. Moody´s ha afirmado en el informe de la presentación del riesgo país del Perú, que el descenso es, en gran medida, afectado por el escenario político.
En los últimos meses, la sociedad ha sido testigo de diversos hechos que han influenciado en la estabilidad nacional y, por lo tanto, en lo económico:
- Incertidumbre sobre panorama político: Especialmente, sobre la discusión de una posible nueva Constitución y la composición del directorio del BCR y la falta de claridad sobre el programa económico del nuevo gobierno, factores que han socavado resultados eficaces y exitosos del policymaking.
- El comportamiento fiscal y monetario, influenciados, también, por la presencia de incertidumbre. La devaluación de la moneda y el debilitamiento del aparato fiscal, tras un mayor uso de recursos públicos por la pandemia, han afectado las expectativas sobre el rumbo de la economía peruana.
Es importante mencionar que, ante un mayor riesgo país, el Perú se vería como una nación con menor posibilidad de repago de deuda; es decir, con una mayor tasa de interés. Por ello, sería más difícil prestarse del exterior, en caso de que el país necesite de financiamiento externo ante cualquier emergencia o para financiar obras de inversión pública. Además, los inversionistas podrían tener menor confianza en los retornos esperados y en los acuerdos financieros entre individuos y bancos, lo que llevaría a que el crédito en el Perú se encarecería y sería más difícil que empresas y ciudadanos de a pie puedan conseguir financiamiento.
El riesgo país da una imagen sobre el estado y es claro que este indicador puede afectar el estado actual de la economía, así como en sus predicciones. Sin embargo, es válido cuestionarse si la noticia de Moody’s es totalmente buena o mala. La verdad es que, si bien muestra la creciente incertidumbre y un mayor debilitamiento del comportamiento fiscal, es una señal de que todos los sectores, incluyendo a la sociedad civil, deben estar alertas y trabajar desde la posición en la que se encuentre para mantener una economía sólida y estable, para así mejorar la calidad de vida de todos los peruanos.
Edición: ASOL