Has tomado la decisión de comprar productos ecológicos, vegano, orgánicos o naturales (y estás tomando en cuenta de que cada término no es intercambiable y tienen diferentes significados) porque te preocupa el futuro del planeta y todo el rollo de las tortugas.
¡Te sientes mejor contigo mismo porque estás salvando al mundo! Podrias haber ido al mercado más cercano pero no es tan fácil conseguir productos con certificación ecológica orgánica en Lima rural. Te subes a tu carro pensando que la gente debería tomar acciones más responsables, pones el aire acondicionado (hace calor y es culpa del calentamiento global y de las personas que no reciclan) y conduces a tu casa. Has comprado platos, vasos y sorbetes biodegradables para tu reunión de la tarde, además de algunos snacks importados pero hechos sin aceite de palma. Si a ti te tomo menos de 2 horas hacer una compra responsable, ¿Por qué no lo hace todo el mundo?
Ok, es un ejemplo bastante claro de lo que vamos a tratar hoy: nos sentimos mejor solo por elegir etiquetas y comenzamos a juzgar a las personas que no tienen el mismo comportamiento
Hay una nueva ola de empresas que ofrecen variedad de productos ecológicos y biodegradables por demanda del consumidor. Sin embargo, la nueva tendencia de ser eco amigable parece alimentar el comportamiento de consumismo actual. Con la mentalidad de no dejar basura se ha abierto un nicho de productos biodegradables que al final terminan siendo… ¿de uso limitado?
Si ya se tenía una tendencia a comprar cosas que no necesitamos, el tener ahora opciones ecológicas nos da la posibilidad de no pensar en las consecuencias porque la etiqueta nos indica que es “verde” y nos quita el sentimiento de culpa. No obstante, puede que donde terminan o, mejor dicho, donde no terminan estos productos no compensan el de dónde vienen. Lamentablemente el comprar platos de papel para tu reunión no le gana a la costumbre de tener una vajilla completa de plástico para reuniones que se lava al terminar. Tampoco es tan favorable a la hora de empacar la comida para llevar, solo que nos venden la idea de que estamos cambiando el planeta una cañita a la vez.
Pero escritor, no creo que haya gente que maneje una camioneta para ir al otro lado de la ciudad a recoger una pequeña bolsa de productos porque le dijeron que eran ecológicos. ¿Cierto?
Esto nos lleva a pensar a quienes van dirigidos los productos. Sí, el producir un alimento orgánico es más caro por un 5-9% lo que justifica el aumento de precios. Pero también da la oportunidad de cobrar más caro solo por la etiqueta. Y si hay clientes que van a pagar por ello no se genera la necesidad de ofrecer un precio justo.
Ha habido un incremento de industrias peruanas productoras que se han beneficiado del hecho de que no haya una oferta nacional con la que competir. Hasta hace poco, la oferta de productos ecológicos era gracias a las importaciones. Actualmente varios establecimientos todavía venden estos productos junto con los nacionales lo que nos indica que siguen siendo adquiridos en suficiente cantidad para mantenerlos en el mercado aunque sus precios sean el doble del equivalente nacional
Si quieren todos los ingresos para ellos entonces deberían de cambiar su forma de producción. Es fácil pedirlo, pero, solo el certificarse como orgánico, ecológico, natural, etc, demora aproximadamente 2 años y no es barato así que mientras no pueden complacerte se las arreglan de la forma más convencional en la que su margen de ganancias va a seguir siendo el de siempre mientras esperan juntar para pagar la certificación ¿Un círculo vicioso?
La mayoría de empresas nacionales en el mercado se han ayudado de Instagram donde pueden llegar al, ya mencionado antes, público objetivo. Esto es una desventaja para quienes no cuentan con el conocimiento de manejo de redes y tampoco con contactos en Lima para la distribución.
No porque tengas el producto significa que puedes comerciarlo al mismo precio que otros: en el país la forma que llegan los productos a la capital es por una larga línea de intermediarios en el que el productor no entra en contacto a excepción de los primeros compradores. Y es común que en los primeros pasos los precios de venta sean mínimos.
Pero hay empresas en Lima que están triunfando ¿Eso significa que más gente se está beneficiando de trabajar para estas empresas?
No hay forma de decir que la calidad de vida de todos los participantes se ha visto beneficiada por formar parte de la empresa. Es posible que se mantengan los mismos precios de venta para los productores mientras que el nuevo emprendimiento cobra precios inflados por tener mejor manejo de marketing y distribución
Una buena noticia es que sí, hay empresas que están tomando conciencia de la importancia de los productores como personas y como la base de su negocio. Esto no aumenta el número de interesados en comenzar a ser parte estas nuevas prácticas, sino que les da la oportunidad de participar en ellas. Acuérdate de que nadie quiere contaminar porque lo haga feliz, sino que nuestras acciones están basadas en la necesidad. En especial porque todas las actividades extractivas tienen como principales afectados a los que trabajan en ellas y no a los que nos quejamos desde lejos.
Obvio que es un problema bastante complejo en el que el Estado tiene que implementar mejores normativas (¿ya fastidiaste a los congresistas para que ratifiquen el acuerdo de Escazu?) y estamos lejos de lograr una igualdad de capacidad de consumo.
Por otro lado, nuestro sentimiento de superioridad ecológica tal vez no este tan justificado, dado que la gente que no puede acceder a comprar productos ecológicos tiende a producir menos desperdicios.
De hecho, cuando estés juzgando a una persona por usar una bolsa de plástico recuerda que 20 compañías son las que más contribuyen en un tercio a la producción de gases de efecto invernadero y que tu jabón biodegradable y la botella de plástico que viste en la calle no son tan importantes respecto a estas
Muy buena reflexión sobre la realidad de gran parte de las nuevas prácticas eco-amigables frecuentes en un grupo reducido de la población. Evidentemente, el costo medioambiental puede exceder los beneficios esperados por este tipo de consumidores y, al mismo tiempo, gran parte de los productores en zonas rurales no son capaces de acreditarse para comunicar ese valor a su público objetivo.
Sin embargo, ¿cómo tratarían de hallar un precio justo? ¿El problema verdaderamente reside en la injusticia o la falta de ética del que realiza la transacción a un precio elevado al final de las transacciones? Creo que varios de estos abastecimientos de productos ecológicos minoristas hacen un gran trabajo para darle confianza al cliente y por ello tienen costos más altos también (alquiler de local, personal, gerencia, etc.). Por otra parte, el trabajo de marketing para entender al mercado tiene un valor que no debería dejarse de lado.
Al final siempre será a largo plazo mejor que invirtamos más como país en educación para formar emprendedores y, al mismo tiempo, facilitarle estas acreditaciones en zonas rurales, en vez ver únicamente la situación de corto plazo que puede que sea causada por la poca oferta en estos mercados eco-friendly de élite. No perdamos la esperanza en un cambio en los hábitos de consumo.
Srx, ha escuchado sobre construir oraciones legibles? Y que no es necesario enredar sus párrafos para que parezcan tener más contenido del que tienen?