Se acaba el mes de agosto y empieza una época complicada para la vida de un estudiante: Las semanas de evaluaciones. No existen semanas más tediosas que estas, donde incluso uno puede tener 3 exámenes en un mismo día #PaEstoVoyAEstudiar #LoQueCallamosLosAlumnos.  En estos tiempos de locura estrés, viene a la mente la disyuntiva que todos (sí, todos) hemos vivido alguna vez: “¿Duermo con culpa o no duermo para acabar todo lo que no hice?”. Uno, como alumno responsable (?), posiblemente escoja la segunda opción, la cual permitirá cumplir con los objetivos trazados al inicio del semestre. Pero, ¿Qué tan “racional” es dejar de dormir para estudiar o terminar un trabajo? ¿Realmente forzar tu cuerpo es lo mejor para avanzar? ¿Algún día desaparecerán mis ojeras? Se puede analizar dicha opción en base a conceptos económicos y así, concluir si es realmente lo óptimo para un estudiante  #AnalizandoAndo.

#CadaDíaDeMiVida

#CadaDíaDeMiVida

Para empezar, es necesario presentar la restricción que enfrenta una persona: la restricción de tiempo. A pesar de todos nuestros planes, solo tenemos 24 horas cada día. La explicación no es difícil, pero tiene que ver con astronomía (?) y no tengo ni p%$a idea de ese tema ese no es nuestro tema. Sin embargo, para nuestro análisis, la verdadera restricción deriva de la psicología. Según la teoría del comportamiento de masas, desarrollada en el siglo XX por el filósofo británico William McDougall, la sociedad influye en la percepción del individuo y crea restricciones, las cuales son tomadas en consideración para actuar. En este caso, existe una recomendación que a todo el mundo le han dado: “Debes dormir 8 horas” #PorQuéOcho #PosNoSéNoSoyCientifico. Esto provoca que cada cerebro optimice tomado en cuenta solo 16 horas disponibles. Así una persona normal debería planificar sus días en búsqueda del mayor bienestar #QuéBonitoFuera.

#JustoEnElOrgullo #MalditosSupuestos

#JustoEnElOrgullo #MalditosSupuestos

Pero la vida real no es así #Sadly. Las personas tienen la tendencia a ser vagos procrastinar ciertas actividades que nos llegan altamente generan desutilidad, como estudiar. Esto, sumado a lo demandante de la universidad, se vuelve una bola de nieve de pendientes. Además, estos trabajos deben introducirse dentro de la restricción de tiempo, la cual contiene otras actividades. Racionalmente, un agente debería buscar una nueva distribución de trabajo – ocio para maximizar dada la nueva situación, pero eso no suele suceder. La solución que realmente se viene a la cabeza es no dormir y realizar todo #HastaElFin.

#YoTodoElCiclo #PorQuéTrabajo

#YoTodoElCiclo #PorQuéTrabajo

Existen dos principales razones detrás de esta decisión, las cuales son resultado de sesgos propios de las personas. Para tomar la decisión de desvelarse, la persona debe creer en su capacidad para realizar todo lo pendiente en pocas horas de la noche. Este es un sesgo emocional llamado exceso de confianza, el cual provoca que la persona sobreestime sus propios límites y crea posible el realizar actividades a altas horas de la noche, incluso después de tener actividades en el día.

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Por otro lado, existe una falsa ilusión de incrementar las horas disponibles en el día, dada la norma social de dormir 8 horas. Esa falsa ilusión como el amor de ella lleva a la persona a pensar que está “ganando” horas y expandiendo la restricción de tiempo #QuéMentira. Pero realmente eso no funciona.

#DuraRealidad

#DuraRealidad

En realidad, el hecho de desvelarse no ayuda al rendimiento. A pesar de que sea visto como la única salida para poder presentar todos los trabajos a tiempo, no es una solución eficiente. Esto se debe a la carga mental que provoca realizar actividades en lugar de descansar. Los llamados rendimientos marginales decrecientes provocan que una persona no pueda realizar actividades durante muchas horas seguidas debido al cansancio mental.

“Chancar” mucho es contraproducente

“Chancar” mucho es contraproducente

Este hecho provoca dos efectos en el día. En la noche, no se realiza lo que uno planeaba hacer de forma eficiente debido al cansancio; en la mañana del día siguiente, uno se encuentra agotado debido a la falta de sueño y su productividad a lo largo del día se ve afectada. Por otro lado, existe la posibilidad de caer en un círculo vicioso debido a que su baja productividad en el día obliga a la persona a avanzar en la noche, y así, por toda su vida universitaria #Amén.

Situaciones desesperadas requieren medidas desesperadas

Situaciones desesperadas requieren medidas desesperadas

Es viable quedarse despierto unas horas para terminar una actividad en ciertos casos. Pero se debe tomar en cuenta el análisis coste – beneficio de la decisión de quedarse despierto una hora más. Por el lado del costo, se debe tomar en cuenta el efecto contraproducente de una hora más despierto sobre tu productividad futura y salud. Posteriormente se compara dicho efecto con la productividad marginal en esa hora. Así, uno puede seguir despierto mientras la productividad compense el efecto contraproducente en el futuro, encontrando el punto óptimo #AsíSeEstudia #NoHayDeOtraPapá.

#LoMásPosible #QuitenmeMisOjeras

#LoMásPosible #QuitenmeMisOjeras

Por lo expuesto, se puede concluir que amanecerse no es una opción racional ni sostenible. El impacto de esta práctica sobre tu productividad produce que no sea rentable reducir horas de sueño,  además de que existe la posibilidad de crear un círculo vicioso. A pesar de ello, esta práctica se ha hecho común debido a la percepción errónea de los individuos acerca de la importancia del sueño en nuestras vidas. Dormir bien es realmente la clave de un buen rendimiento académico y en la vida en general. Ojalá lo hubiera sabido antes.

Hazle caso al gran Yoda

Hazle caso al gran Yoda