El domingo pasado, Mauricio Macri, el actual presidente de Argentina, perdió de manera aplastante las elecciones primarias argentinas frente al opositor Alberto Fernández. Este resultado trajo incertidumbre a los mercados debido a que muchos se cuestionan sobre cómo el nuevo gobierno manejará la crisis económica que vive el país desde hace años.
Antes de hablar del efecto de estos resultados en Argentina y a nivel internacional, es importante conocer la crítica situación económica del país. La deuda pública argentina ha estado presente en la historia económica del país desde el siglo pasado, cuando la dictadura militar gobernaba a fines de los 80’s. El gobierno de Cristina Fernández de Kirchner del 2007 al 2015 se caracterizó por el incremento constante del déficit fiscal (los gastos del gobierno aumentaban más que los ingresos), el cual era cubierto con deuda pública, lo que hacía que el país esté más endeudado que el Loco Vargas. Tras este contexto y con una inflación elevada, Macri asumió el poder con la promesa de solucionar la crisis. Sin embargo, los errores continuaron, ya que Macri tomó deuda externa para disminuir el déficit. Incluso se prestó del Fondo Monetario Internacional (FMI), lo que implicó que el país este sujeto al programa de recuperación del FMI. Todo esto no hizo más que dar señales de incertidumbre en los mercados internacionales, por lo que el peso argentino continúo devaluándose frente al dólar.
Los resultados de las elecciones primarias han hundido más al peso argentino y han provocado el desplome de la bolsa argentina, ya que Macri era el favorito de los mercados por su postura neoliberal o pro mercado. Alberto Fernández, quien ganó estas elecciones por 15% de ventaja frente a Macri, fue jefe del gabinete ministerial durante el gobierno de Néstor Kirchner, por lo que ha sido simpatizante del kirchnerismo, hasta que su relación se rompió en el gobierno de Cristina Fernández. Asimismo, pertenece al partido de centroizquierda “Frente de Todos”, que representa al peronismo (movimiento político que sigue al ex presidente Juan Domingo Perón).
Pero, ¿por qué su nombre ha causado gran rechazo en los mercados? La candidatura de Alberto Fernández resulta polémica por su simpatía hacia el kirchnerismo y debido a que la candidata a la vicepresidencia no es nada más y nada menos que Cristina Fernández (sí, la misma que aumentó por los cielos el déficit fiscal). Esto puede significar para muchos la continuación de las políticas del kirchnerismo, por lo que las esperanzas para aliviar la elevada deuda pública y la crisis de Argentina parecen esfumarse. Además, la imagen pública de Cristina Fernández no es la mejor de todas, es como la de Keiko o la Tía Susana, debido a que la expresidenta enfrenta varios procesos de corrupción. Lo cierto es que la primera victoria del dúo Fernández ha provocado que la prima por riesgo de Argentina sea la segunda mayor del mundo (solo superada por Venezuela) lo que refleja la alta probabilidad de quiebra que le asignan los inversionistas al país.
Durante estos días, Alberto Fernández ha salido a calmar las aguas ante la turbulencia económica. Se sabe que mantuvo una conversación telefónica con Macri para aliviar los efectos de la incertidumbre de las elecciones en la economía. Esto puede resultar en la medida que los mercados empiecen a confiar en el candidato peronista y en su plan para recuperar la economía argentina. No obstante, Fernández ha señalado que el gobierno vigente debe tener la capacidad para solucionar el problemón de Argentina antes del cambio de mando. Sin embargo, como ya se mencionó, la crisis de Argentina existe desde hace muchos años, por lo que esperar que se solucione en unos meses es como creer que Mulder renuncie a su cargo.
Por otro lado, la reacción de los países de la región a estos resultados está dando que hablar. En el caso de Brasil, el presidente Jair Bolsonaro ha mostrado su rechazo total hacia la candidatura de Fernández e incluso ha señalado que, de ganar, los argentinos huirán de su país tal cual Venezuela. Por otro lado, Diosdado Cabello, el presidente de la Asamblea Nacional Constituyente de Venezuela, señaló estar feliz porque el neoliberalismo perdió en estas elecciones primarias. En otras palabras, si el chavismo dice estar feliz por estos resultados se entiende claramente por qué los mercados reaccionaron de forma contraria.
Aún falta mucho para que acabe esta historia y para que Argentina pague sus deudas(?). A fines de octubre se realizarán las elecciones generales y en noviembre se puede dar una segunda vuelta de no haber un vencedor claro en la primera, por lo que todo puede pasar. Macri ha lanzado esta semana un plan de medidas económicas y populistas como el aumento del salario mínimo para intentar ganar votos. Sin embargo, de continuar su gobierno sin dar al menos una mínima señal de alivio en la economía, la balanza seguirá inclinándose a favor de Fernández. En fin, esperemos a ver el siguiente capítulo de estas elecciones.
