Los griegos pensaban que el hombre era el centro del universo (antropocentrismo), lo cual no es cierto. ¿Pero que tiene que ver esto con la economía? En la economía hasta lo ilógico cobra sentido. #BehavioralLoEsTodo
Vivimos en una economía antropocentrista, donde la economía es el “mundo” y gira entorno a los hombres, específicamente, a su bienestar. ¿Y qué brinda mayor bienestar que ver una serie un viernes por la noche, después de una semana matadora? A partir de ello podemos formular nuestro gran supuesto: “La vida del hombre gira entorno a Netflix”. #YLoSabesBaby
Para evaluarlo, es importante ver como el consumo de un individuo cambia una vez que se agrega la variable Netflix al modelo, manteniendo todo lo demás constante (ceteris paribus).
Ya déjala, hay mucha oferta por delante
Consideremos que el individuo posee una función de utilidad que depende de la variable Netflix (X2) y que presenta preferencias monótonas (cuanto más consumas, mejor). Pero, estamos olvidando algo, ¿Quién ve Netflix sin comer? Claramente Netlfix y la comida son bienes complementarios, por ende, si el consumo de uno aumenta el otro también debería hacerlo. Entonces, agregamos la variable “glovo” o pedidos de comida a casa (X1) a la función de utilidad.
U(X1, X2)= min{aX1,bX2}
Donde a y b representan las proporciones subjetivas de consumo de cada bien para cada consumidor.
Cuando a y b son iguales se dice que los bienes son complementarios perfectos. Sin embargo, suele consumirse más Netflix que comida, por lo que la proporción entre ambos bienes es diferente de 1. Por ejemplo, se podría consumir 1 pizza por cada 4 horas de Netflix.
U(X1, X2)= min{4X1, X2}, nos indica la proporción fija en la que se consumen los bienes para producir la misma utilidad, 4X1= X2 o X1=1/4X2.
Gracias a nuestros héroes
En la teoría del consumidor se utilizan las “Curvas de preferencias”, un conjunto de puntos que representan una combinación de bienes que producen un nivel de utilidad idéntica. Estas describen las preferencias del consumidor, quien es indiferente a cualquier punto o canasta de consumo sobre una misma curva.
La curva de indiferencia para bienes complementarios tiene forma de L, mostrando que los bienes se consumen en proporciones fijas (vértice). Si añadimos algunas horas de Netflix sin aumentar la comida, obtendremos la misma utilidad (la cesta correría del vértice a una parte de la recta horizontal).
Por otro lado, podemos modelar la realidad desde otro punto de vista, en el que el consumo de Netflix no tiene un punto de saciedad. En este escenario no hay utilidad marginal decreciente, porque los individuos pueden ver Netflix sin parar la noche entera y ser las personas más felices del planeta Tierra.
Ahora, dejando el humo y volviendo a la realidad, se puede observar un efecto interesante en el sector gastronómico. Básicamente, los restaurantes están siendo beneficiados por el creciente uso de Netflix (el efecto netflix), dado que dicho servicio de streaming y el de delivery son bienes complementarios. Si el consumo de uno de los bienes sube, el del otro también lo hace. Asimismo, el consumo de comida por delivery y el consumo en restaurantes son bienes sustitutos, pues si el consumo de uno aumenta el del otro se reduce. En resumen, si el consumo de Netflix aumenta, entonces el consumo de comida por delivery también lo hace, mientras que el de los restaurantes disminuye.
Existen otras variables que influyen en el menor consumo en restaurantes. Algunas de estas son: TAMBO, comida precocida, mayor uso de apps y quizás hasta las “tendencias fitness” (comida saludable e ir al gym).
Además, hay un factor importante a considerar y es que los precios son más elevados en los restaurantes, pues emplean factores como mano de obra y renta para su funcionamiento. Por la Ley de la Demanda si el precio de un bien es mayor su cantidad demandada será menor.
Por último, este “efecto Netflix” podrá traer efectos en otros mercados en el largo plazo. Uno de ellos es el aumento del consumo de comida chatarra, lo que perjudicará la salud de los consumidores y generará rentabilidad dentro del sector salud. También puede causar serios problemas de obesidad que afecten la productividad de los trabajadores y por ende, al crecimiento económico del país. Es importante que las cadenas de restaurantes que no sean comida rápida se adapten al formato delivery, ya que tendrá un efecto positivo en la salud de las personas y también en sus ventas.
Referencias:
