Es sabido que la pandemia por la COVID-19 ha afectado la realidad de la mayoría, entre ellos, Santa. En este contexto, en el cual la tradición navideña parece haber cambiado, ¿cómo hará para repartir tantos regalos? Tu ente anónimo favorito tuvo la oportunidad de entrevistarlo, somos amigos íntimos, ¡qué te puedo decir!. El objetivo de ello fue que nos enseñe cuál es su proceso reinventado de producción y de distribución para este año. Él comentó que usará nuevos mecanismos para elaborar sus listas de regalos, y aplicará sus protocolos de seguridad para elaborarlos y repartirlos. Esto te demostrará, dicho sea de paso, que, si Santa fuera otra persona, seguramente sería un gran economista.
En este caso, lo primero que Santa hará será elaborar la lista de niños a los que se les repartirá los regalos. Para ello, él suele usar el modelo de señalización del principal-agente para hacer la selección. Antes, se solía tomar como señal las buenas calificaciones, pero, este año, debido a la pandemia, las condiciones educativas cambiaron, por lo que optó por otro proceso de señalización. Es así como, ahora, Santa usará como señal el uso adecuado de las mascarillas, el obedecimiento a las restricciones del Gobierno, y el cuidado de sí mismos y de los demás. Debemos tener en cuenta que él posee información perfecta; es decir, sabe quiénes han usado la mascarilla; y quiénes, no. De esta manera, aquellos que no la hayan utilizado adecuadamente durante el año, no recibirán regalos. #YaSabes. #NosObservan. #UsaMascarilla.
Ahora, la segunda etapa, la producción, es, quizás, la que más necesita del análisis económico de Santa. Sabemos que, a raíz de la llegada de la pandemia, todos los negocios se han visto obligados a implementar medidas sanitarias y esto no ha sido la excepción para Santa. En primer lugar, la mano de obra (L) es un factor esencial al momento de analizar decisiones de producción. Así como un grupo de tres zapateros elabora seis pares de zapatos, los duendes deben realizar una determinada cantidad de regalos.
Por otro lado, las máquinas (K) utilizadas para producir los regalos son también importantes y tienen un costo de alquiler, al que llamaremos r. Sin embargo, un protocolo sanitario significa, en el 2020, un incremento en los costos de producción, ya que, además del respectivo sueldo para los duendes (w), el Gobierno del Polo Norte exige que cada trabajador cuente con un traje especial y cada uno cuesta s. Además, cada regalo debe pasar por un procedimiento riguroso de desinfección que implica que se compren materiales adicionales con costos c. Todo ello con el fin de evitar contagios. Santa, preocupado, podría preguntarse qué le convendría para minimizar costos. Él sabe que su función de producción es una típica, conocida como Cobb Douglas, y que todos los años cuenta con un presupuesto de M soles para cada Navidad, por lo que, para resolver su pregunta enfrentaría el siguiente problema de minimización:
Min C = (w+s) L + r(K)+ c s. a L^(0.5) K^(0.5) = Qo
Debemos tomar en cuenta que, para cumplir con las normas de distanciamiento, Santa ha tenido que disminuir la cantidad de trabajadores. De modo que, gracias a la suspensión perfecta de las labores, sus costos se han aliviado un poco más. Asimismo, para llegar a la producción de regalos requerida, Santa ha tenido que invertir en tecnología, la cual es cara, pero generará mayor eficiencia en el futuro. No obstante, esto ha ocasionado que se ahorre en los insumos de producción. En consecuencia, las muñecas y osos de peluche producidos son de menor calidad: los costos han subido y bajo términos de eficiencia, todos los recursos disponibles deben alcanzar para la misma cantidad de niños.
Por el contexto actual, el proceso de distribución regalos de Santa deberá tomar nuevas medidas sanitarias. Para ello, deberá seguir su propio protocolo de seguridad: conseguirá equipos de protección personal (EPP) para todos sus renos y tendrá que desinfectarse a él mismo y a ellos, antes y después de realizar sus labores en cada casa. También, comprará instrumentos que le permitan medir constantemente la temperatura y la oxigenación de la sangre al momento de regresar al Polo Norte. Es así como también sus costos de distribución aumentarán.
Luego de analizar las modificaciones generadas por la COVID-19 en el trabajo de Santa, somos conscientes de que, a partir de ahora, esta actividad cambiará. Por un lado, serán otras las formas de ver las señales de quienes merecen recibir los regalos. Asimismo, se transformará el proceso productivo y de distribución. Quién sabe si, en el futuro, se tercerice la producción o se importe productos chinos (?). No hay duda de que la situación en la fábrica de Santa representa los retos que millones de negocios alrededor del mundo han tenido que enfrentar: reinventarse y asumir nuevas responsabilidades. Esperemos que, próximamente, los renos, los duendes y Santa puedan retomar las operaciones navideñas, pero esta vez, sin pandemia. ¡Anónimo te desea una feliz Navidad!
Edición: Claudia Barraza