Lo más probable es que de niños todos hayamos tenido la oportunidad de ir al circo. Los acróbatas, la música y los payasos crearon sensaciones de asombro y felicidad en nosotros. De la misma manera, apuesto a que muchos de sus padres les han contado sobre sus recuerdos de la infancia y su experiencia en el circo. Los espectáculos que veían, los animales amaestrados, los payasos. Teniendo en cuenta que el circo es un espectáculo de origen inglés, me pregunté cómo es que la temporada circense en Lima coincide con el mes en el que celebramos nuestra independencia, julio. Evidentemente, es una costumbre adoptada, pero ¿desde cuándo?
A partir de estas dudas decidí investigar acerca de los inicios del circo en Lima, y a pesar de que no existen muchas fuentes acerca del tema, pude recopilar algunos datos interesantes. ¿Sabías que la tradición del circo en el Perú empezó a formarse desde la era colonial? Si la respuesta es “no”, este artículo te puede interesar.
A partir de la segunda mitad del siglo XVI, los curas del virreinato del Perú utilizaron espectáculos con arlequines, acróbatas y caballistas como medio para atraer a los indígenas a la fe católica. Asimismo, el virrey Conde de Alba de Aliste montó en 1655 un espectáculo en el cual Juan de Alanís, volatinero y músico español, cruzó por una cuerda desde el actual Palacio de Gobierno hasta la Catedral de Lima.
Posteriormente, José Gálvez, el Cronista de Lima, dejó escrito: “A nuestro pueblo, salvo los toros, nada le entusiasmó tanto como la fiesta de los trapecios y cuerdas, del Señor Tragafuego o de la Señorita del Caballo Sabio…”.
Revista de la década de 1880 hace propaganda de circo extranjero en Lima. Foto: Dtipian WordPress
Así es como los peruanos de la época empezaron a darle forma a la tradición circense. Pero, ¿cuál es el acontecimiento que liga el circo con las fiestas patrias?
Para todo hay una respuesta, compañeros. En el año 1921 ocurrió un evento que terminó de consolidar esta relación. El 28 de julio de 1921, a manera de celebración por los 100 años de independencia del Perú, por disposición municipal se ofreció funciones de circo gratuitas para los niños en la recién inaugurada Plaza San Martín, a donde habían llegado diferentes circos extranjeros para ofrecer espectáculos. “¡El circo celebra la libertad!”, narró el Comercio acerca de este suceso.
Años más tarde, ya era usual que a esta época del año la acompañe la llegada de diferentes circos extranjeros y se pongan en escena circos de origen peruano también. El diario La Crónica relata en el año 1979: “Como cada año, los circos hicieron su ingreso con un desfile o convite por las Avenida Alfonso Ugarte (…)” (Ego-Aguirre, 2015)
El circo de Moscú en Perú, 1970. Foto: El Comercio.
Ahora sí podemos entender un poco más cómo es que esta tradición empezó a formarse. Como es natural, los peruanos también se sintieron cautivados por el espectáculo circense, tanto que diferentes familias empezaron a formarse en el arte del circo y abrieron sus propios espectáculos. Muchas de estas familias tienen generaciones de padres e hijos dedicados a este arte, y siguen presentándose en las periferias de Lima en esta época del año. Un ejemplo de “circo de barrio” es el circo del payaso Tony “Perejil” q.e.p.d., un maestro de circo admirado por sus compañeros y cuyo legado se quiere mantener vivo, ya que tenía como misión entretener a las personas con menores recursos, a los presos, etc.
La Tarumba, circo de origen peruano que tiene su origen en 1984. Foto: El Comercio
Lamentablemente, como indican diferentes dueños de circos en el Perú y en el mundo, la demanda de estos va en descenso. Existen controversias –adiestramiento de animales, maltrato animal, etc.- que rodean a los circos a nivel mundial en la actualidad, y que eventualmente causan una reducción de la audiencia circense año tras año (Torralba, 2015). Asimismo, las diferentes propuestas de entretenimiento han llenado este mercado de alternativas que compiten directamente con la que ofrece el circo tradicional.
Como consecuencia del cambio en las preferencias del consumidor de entretenimiento es que nacen propuestas de circo que no emplean la participación de animales, entre otras ofertas. Si bien para algunos maestros circenses la presencia de los animales es parte de la tradición y no es viable prescindir de su participación en el espectáculo (Torralba, 2015), existe la esperanza de la eventual adaptación del show de circo a las nuevas preferencias de la audiencia, con el fin de no dejar morir esta bella forma de entretenimiento con el pasar de los años.
Pitillo, payaso peruano cuyo circo reúne artistas de diferentes nacionalidades. Foto: El Comercio
No se puede negar que hay un elemento cautivador de los circos que no te lo puede ofrecer Netflix o el cine. La nostalgia de la carpa gigante y de los payasos maquillados, el saco rojo y sombrero de copa del maestro de ceremonias y la música tan característica de este tipo de espectáculo. La cultura circense ha influenciado sustancialmente el entretenimiento actual: cine y series de tv, álbumes de música contemporánea, temática de fiestas, etc. Es por ello que debemos reconocer el nivel de su influencia, a pesar de que muchas veces sea catalogado como una forma de entretenimiento infantil. En palabras de Norman Barrett, uno de los maestros de circo más célebres e influyentes en la esfera circense, “nunca se es demasiado viejo, demasiado joven o demasiado cool para ir al circo, el mayor espectáculo del mundo”
Edición: Daniela Cáceres
Bibliografía
Ego-Aguirre, M. F. (2015). Escuela peruana de artes circenses en el centro de Lima. Lima, Perú.
Reaño, M. (Dirección). (2019). La función debe continuar [Película]. Obtenido de https://www.youtube.com/watch?v=TvK_N_s8Z3o
SienteMag Revista. (12 de Enero de 2012). SienteMag Revista. Obtenido de SienteMag Revista: https://www.youtube.com/watch?v=RgyYWtWzpmk
Torralba, G. (Dirección). (2015). ‘The Greatest Show On Earth’ – A Circus Documentary [Película].
