Estamos a pocos días del día de los enamorados, en el mes del amor y la soledad amistad. Es en estos días que hay algo que está en la mente de muchos: sexo.
Pero, el sexo es raro. ¿No? O sea, siendo alguien con una gran reputación de virgen, creo que puedo opinar al respecto. Es que la idea de insertar un órgano en el órgano de otra persona repetidas veces, hasta que salgan células que parecen pequeños renacuajos, de modo que estos naden en esta otra persona hasta que uno de ellos logra fusionarse con otra célula mucho más grande, mezclando los ADN de las partes involucradas y formando una nueva persona que pasa nueve meses en el cuerpo de alguien hasta salir por donde se ejecutó todo el proceso de creación es algo raro… ¿Cierto?
Pero el sexo humano es bastante normal si lo comparamos con el de otras especies, pues hay ejemplos en el reino animal que probablemente hubiera preferido no conocer. Así que aquí les traigo una colección de esos ejemplos, con algo de información adicional.
El apareamiento de frutas también es raro, pero eso sería un tema para otro artículo.
Para comenzar, los humanos no suelen morir la primera vez que consuman el acto. Esto no puede ser dicho de dos animales muy conocidos, la viuda negra y la mantis religiosa. La viuda negra es una avenger araña que recibe su nombre por el hecho de que el macho es consumido por la hembra después de que pasa lo que tenía que pasar. La mantis religiosa es un poquito más drástica, ya que esta se come la cabeza del macho durante el apareamiento, dejando solo lo necesario para que siga con su trabajo.
Sin embargo, hay animales que no son asesinados por su pareja, sino que mueren por su cuenta. Como las abejas de miel, las cuales hacen de kamikaze a la hora de fecundar a la abeja reina. Las abejas drones lanzan su “aguijón” a la reina, y eyectan su semillita con tanta fuerza que sus abdómenes revientan, muriendo al instante. En comparación, el rape (pez linterna) macho es mucho más chico que la hembra y solo vive para ser usado como esclavo sexual. Nacen y al toque salen a buscar a su hembra, a la cual muerden bien y con el tiempo se disuelven en ella, dejando sólo sus testes al aire y fecundando a la hembra cada vez que ella lo necesite.
A que nunca se imaginaron que el “monstruo del abismo” de Buscando a Nemo era hembra…
Machistas
El último de nuestros ninfómanos suicidas es el Antechinus de cola negra, un marsupial parecido a un ratón. Los machos de esta especie mueren a los 11 meses, sin excepción. Esto ocurre porque ahí es cuando alcanzan su madurez sexual y tienen maratones de apareamiento que duran entre 12 y 14 horas, seguidas unas de otras. Eventualmente el macho muere por estrés sexual, con infecciones, hemorragias, piel caída y gangrenas. Pero mueren felices.
¿Quién se hubiera imaginado que un animal tan tierno sería una bestia sexual?
Ahora, el sexo animal no solo es raro por tantas muertes, también los genitales de ciertos animales pueden parecer salidos de una película de terror de SyFy. Tan solo hay que mirar a la hiena, el animal que se ríe más que cualquiera. Las hembras de esta especie tienen un clítoris tan enorme que se puede confundir con un pene. Lo peor es que tienen que dar a luz por ese conducto y, si puedes imaginar tratar de pasar un huevo por una cañita, te darás una idea de lo difícil que puede llegar a ser. Lo común es que se rasgue en el primer parto de la madre.
Otros genitales muy extraños son los penes de los patos zambullidores argentinos. Estos dotados animales pueden jactarse de su récord por el pene más largo en proporción a su cuerpo, con un cuerpo de poco más de 40 cm y un miembro del mismo tamaño. Sin embargo, este órgano reproductivo es de mucho menor tamaño cuando está flácido (¿será el frío del agua?) y sale disparado como un arpón cuando se erecta. Además, tiene forma de sacacorchos, pues el órgano de la hembra es como un laberinto. Simplemente hermoso.
No importa qué ponga como descripción en esta foto, solo podría poner en duda mi sexualidad.
Pero no crean que los demás animales la tienen fácil, pues la mayoría de los mamíferos tienen espinas en su falo, similares en composición a las uñas. Estas espinas tienen el propósito de desechar el esperma de parejas anteriores de la hembra, de modo que el esperma del último donante es el que tiene mayores probabilidades de llegar al óvulo. Se cree que los humanos perdimos esta maravillosa característica debido a nuestra conducta monógama.
Por último, les voy a lanzar unos cuantos datos de la vida sexual de varios animales, como “datos curiosos”. Algo como un “¿sabías que…?”
- Las jirafas macho toman la orina de las hembras para saber si ésta está en celo. Después de pelear con otros machos por la hembra de buena orina, es común que estos se reconcilien haciendo chuku-chuku.
- El oso panda es pésimo para empujar las tripas. En primer lugar, las hembras solo entran en celo de uno a tres días al año, dejando una ventana de tiempo bastante corta para los pobres machos. Por si fuera poco, solo les gusta aparearse con machos con los que “conecten” (aunque sea invítale un trago pe), cosa que no suele pasar. Además, solo el 5% de los machos en cautiverio tiene la libido suficiente como para intentar iniciar su jugada. Por último, cuando finalmente dos pandas llegan a tener la suficiente confianza y deseo como para hacerlo, no tienen idea de cómo, pues el acto es tan raro que casi ningún panda ha visto las técnicas. Es por estas razones que los pandas en cautiverio suelen ver porno de pandas, para incrementar la libido y aprender unas cuantas cosas ;).
- La estructura social de los peces payaso es un matriarcado, con una sola hembra. Cuando esta hembra muere, uno de los tantos machos en su harem hace la de Bruce Jenner y se convierte en mujer, dándole un giro totalmente nuevo a la película Buscando a Nemo.
Para terminar este artículo, les dejo mi dato favorito de la vida sexual de los animales: el gusano plano es hermafrodita y tiene dos penes. Cuando dos de estos gusanos se encuentran para copular, se agarran a espadazos hasta que uno pierde sus miembros y se convierte en la “hembra” de esa época de apareamiento, dejando que el vencedor lx fertilice.
Recuerden cuidarse en estas épocas, amigos.
