Aunque los efectos generados por el coronavirus recién están empezando a verse, muchos ya ven venir una crisis sanitaria y económica que realmente no tendría precedentes. El profesor Jeffrey Frankel de la Universidad de Harvard advierte que estamos muy cerca de una recesión global #Crisis2008Who? Diversos países ya han declarado que han entrado en recesión. Según un estudio de Apoyo Consultoría, es probable que el Perú no crezca por primera vez en más de veinte años y, al parecer, el panorama sería el mismo para la economía global. Además, la carrera por encontrar una vacuna aún no se acerca a su final ¿o ya la habrán encontrado? y parece que lo único que podemos hacer muchos es quedarnos en casa para no contagiarnos.
En parte esto es cierto. La única arma que tenemos, la mayoría de nosotros, es quedarnos en casa y mantener una higiene impecable para evitar contagiarnos #LávateConstantementeLasManos. Sin embargo, no hay que subestimar el poder que tienen estas acciones, pues nosotros somos los principales responsables de transmitir el virus y el fin de esta pandemia está en gran parte en nuestras manos, pronto bailaremos Safaera. Felizmente, muchos gobiernos se dieron cuenta de esto a tiempo y tomaron medidas preventivas para mitigar la velocidad de los contagios #ElMartillazo. Pero ya sabemos esto. Lo que probablemente no habíamos pensado es que estos Gobiernos han usado, sin querer tal vez, la teoría de la economía del comportamiento para hacer que la población no se tome el tema a la ligera o por lo menos la mayoría de nosotros.
En primer lugar, fue muy acertado que el Gobierno y los medios hayan logrado darle la importancia necesaria al COVID-19 mucho antes que la OMS la declarara una pandemia #GraciasVizcarrita. ¿Qué hubieran pensado las personas si el gobierno no cerraba las fronteras y no se veían muchas noticias sobre el tema? Creo que muchos no hubieran tomado el cuidado debido hasta que fuese demasiado tarde, no se hubiera acabado el papel higiénico tampoco. La fuerte aparición de la enfermedad en nuestras vidas ha logrado usar el sesgo de retrospectiva a nuestro favor. Este hace referencia a que la gente considera que un evento es fácil de pronosticar una vez que ya ha pasado. En este caso, los ciudadanos o una tía en el grupo de WhatsApp familiar dicen “era obvio que el coronavirus llegaría a mi país” una vez que ya el Gobierno lo ha confirmado. Y, así, logran que las personas estén siempre conscientes de la pandemia y cambien sus actitudes #YElLibreAlbedrío?
En segundo lugar, la comunicación efectiva y recurrente de información oficial, planes de trabajo y lo que se espera del comportamiento del ciudadano logra que las personas se sientan seguras porque perciben que su Gobierno está haciendo su trabajo #NoMeCansoDeVerAMaríaAntonietaAlva. Por ello, otros sesgos utilizados aquí son el efecto de encuadre y el efecto del último evento. La manera de comunicar los hechos puede lograr que la reacción sea diferente frente a los mismos. En el caso del encuadre, resaltar el número de pacientes recuperados en lugar de concentrarnos en la cantidad de decesos puede darle más esperanza a la población. La manera de brindar la información puede generar diferentes respuestas. Por ejemplo, cuando Martín Vizcarra nos da las cifras diarias, nos menciona, primero, los resultados negativos de las pruebas y, luego, los positivos #ÉlSabeLoQueHace. Por otro lado, el efecto del último evento genera que la última noticia, aunque sean fake, tenga más peso que las otras, aun así, hablen de lo mismo. Por ello, es necesario que las cifras oficiales se mantengan actualizadas por las autoridades y no permitan que este sesgo juegue en contra.
Otra estrategia de los Gobiernos ha sido la de decirle a la población directamente lo que deben hacer. Lavarse las manos, mantener el distanciamiento social #SusanaDistancia, desinfectar constantemente las cosas, la cuarentena obligatoria son medidas que se nos han comunicado a través de campañas de higiene bastante agresivas. Estas campañas han aprovechado el efecto arrastre. Las personas somos mucho de seguir a la manada y este concepto hace referencia a cómo somos capaces de cambiar nuestras actitudes y hasta creencias si varios se comportan o piensa de manera diferente. Gracias a que todos los días nos dicen cuáles son las actitudes adecuadas en estos tiempos y nos muestran a muchas personas siguiendo estos comportamientos, terminamos dándonos cuenta de lo que es bueno para nosotros y nos convencemos de hacer lo correcto. Gracias a este efecto, muchos, también, se han visto motivados a aplaudir y cantar religiosamente a las 8 p.m. Sin embargo, hay que tener cuidado con el efecto arrastre porque este mismo puede llevar a que las personas sufran de histeria masiva injustificada, sí estoy hablando de comprar papel higiénico. En este caso y en el de los demás sesgos, hay que reconocerlos y usarlos a nuestro favor antes de que jueguen en nuestra contra.
Es así como, mediante pequeñas acciones, los ciudadanos nos vemos motivados, convencidos y hasta obligados a acatar las normas y cambiar nuestros comportamientos. A veces, no es suficiente que nos den solamente la información, sino de cómo y cuándo nos la den. Así de peculiares somos los humanos y es mejor aprovechar todos los comportamientos para salir de esta lo más antes posible.
Edición: Claudia Barraza