La protección de especies es de interés público, debido a que estos grupos conforman y tienen sus propias funciones para el buen desenvolvimiento del sistema ecológico o simplemente porque son bonitos-koalas. A pesar de esto, están siendo amenazados, a medida que disminuye el tamaño de sus hábitats (por incendios como se ha visto últimamente en Australia) o por caza furtiva (cuernos de rinocerontes o colmillos de elefantes).
Los esfuerzos de exmilitares de diferentes países y de las ONG, sumados al uso de equipos militares que incluyen drones, chips de localización, entre otras tecnologías, no han impedido, al menos en gran escala, que los carteles sigan abasteciendo cuernos de rinocerontes en el mercado negro en el continente asiático. Por ejemplo, en Japón y China, su demanda se debe a sus propiedades afrodisíacas. En Vietnam, lo utilizan para combatir esas súper resacas de año nuevo #YoTmbQuiero y para efectos posteriores de la quimioterapia.
Los esfuerzos bélicos conllevan al aumento de los costos para los cazadores furtivos, puesto que no solo están predispuestos a sufrir lesiones ocasionados por el rinoceronte, sino también por sus protectores. Al incrementar los costos el negocio, se hace menos rentable.
Por otro lado, países como Sudáfrica y Kenia, al confiscar los cuernos en el mercado negro, optan por no venderlos, sino más bien destruirlos o quemarlos como actos simbólicos. Este acto lleva un mensaje de que “los cuernos no valen nada” con el objetivo de cambiar las mentalidades y dar una pelea en el ámbito cultural #PuroHumo. Pero, si el objetivo es el de reducir las muertes de estos animales, ¿sería mejor venderlo en el mercado libre o destruirlos? Ahora entrémosle a la economía
Hay que tener en cuenta que los animales cazados son una función positiva del precio y que el Estado confisca la mitad de los cuernos. En primer lugar, la curva TT es la curva de oferta cuando el Estado se encuentra ausente. En segundo lugar, la curva SS’ es la curva cuando el Estado decide revender los cuernos. Esto se debe porque los cazadores tienen que atrapar dos rinocerontes para obtener los mismos beneficios que obtenían al retener a uno de ellos anteriormente. En último lugar, si el Estado decide destruir los cuernos, la curva de oferta sería SS’’.
Como se puede apreciar en la gráfica, si el Estado decide vender los cuernos confiscados, entonces el número de rinocerontes cazados seria de q’ a un precio de p’. En cambio, si el gobierno los destruye, solo la mitad llegaría al mercado (q’’), pero para ese equilibrio se tienen que matar un total de q’’’ rinocerontes. Ergo,la mejor opción para cumplir con la meta sería la de revender los cuernos en el libre mercado. Esto se puede observar en la gráfica, ya que q’< q’’’. Vemos que hacer cambios culturales de esta manera es ineficiente porque en el corto plazo trae muchas muertes.
Hoy en día, se está tratando de formar mercados que internalicen los beneficios de la protección de estos animales. Esto se lograría privatizándolos y permitiendo que los cuiden en granjas privadas, para que se pueda producir los cuernos (similar a las vacas y la leche). ¿Cómo es esto posible? El cuerno de un rinoceronte está compuesto de la misma proteína que las uñas humanas, por lo que es regenerativa, entonces al dormirlos se le podría cortar una parte (similar como cuando te cortas la parte blanca de la uña cuando crece). El dinero obtenido se usaría para financiar a su vez la defensa de esos animales. Así, se crearía un proceso retroalimentativo o loop que permitiría cuidar y aumentar la población de los rinocerontes.
Otra propuesta moderna es el de envenenar los cuernos con el objetivo de que no puedan ser usados para temas medicinales o consumo humano. Tiene un costo de 510 dólares y el tratamiento tarda entre 3 y 5 años, es decir, un ciclo de crecimiento de un cuerno. El problema de esto es que se terminaría dañando la salud de muchos consumidores haciendo de esta propuesta no tan eficiente socialmente al no ser tan buena para la sociedad. Además, se tendría que implementar para cada cuerno, por lo que sería un poco costoso y trabajoso de hacer mientras aumenta la población de los animales.
En conclusión, la teoría económica también puede servir para poder comparar diferentes políticas e intentar salvar animales en peligro de extinción, y la necesidad de incorporar el mercado libre para cambiar los incentivos, con el objetivo de modificar las conductas humanas. No necesariamente la prohibición y shows de quemar los colmillos o cuernos traen los mejores resultados.
Editado por Claudia Barraza
Referencias
Bergstrom, T. (1990). Puzzles: On the economics of crime and confiscation. Journal of Economic Perspectives, 4(3), 171-178.
https://www.npr.org/sections/money/2013/05/15/184135826/can-economics-save-the-african-rhino