¿Alguna vez te preguntaste por qué los chismes acerca de tus errores en la vida como volver con tu ex tóxico se expanden mucho más rápido que los relacionados, por ejemplo, a tus logros académicos? El chisme es el elixir que alimenta el día a día de muchas personas obviamente no la mía, no solo en el entorno familiar o amical, sino incluso a nivel empresarial o gubernamental. Dada su indiscutible presencia en la vida cotidiana, hoy VA te trae un sencillo y simplificado modelo econométrico de cómo los chismes afectan tu estabilidad emocional.
Primero, asumamos que es una variable que se aproxima a medir la estabilidad emocional de la persona en una semana determinada. Por ejemplo, podría constituir el número de minicrisis existenciales en una semana promedio o el número de veces que quisiste mandar todo a sh!t dejar de realizar tus actividades del día a día por razones relacionadas a un rumor referente a ti. Aunque estas variables sean discutibles, asumiremos que es la aproximación más adecuada. A partir de ello, se modela siguiente trayectoria: Donde es la media de tu estabilidad emocional y es un shock estocástico, que, en este modelo, sería el rumor positivo o negativo relacionado al individuo.
El problema con la ecuación anterior es que para que
Lo mismo sucede cuando se trata de empresas competidoras. Por ejemplo, cuando ocurrió el escándalo de Gloria, la estrategia de marketing de muchas marcas competidoras fue dejar en claro que sus productos, indudablemente, salían de una vaca feliz y eran repartidos por felices lecheros. No obstante, ninguna de ellas se manifestó luego de que Gloria se convirtiera, para bien o para mal, en el proveedor oficial del programa de alimentación escolar del Estado #OjoQueYoNiTomoLeche.
En general, se puede afirmar que estos chismes “negativos” se expanden más rápido que los “positivos”. Aunque esto está sujeto a percepciones, asumiremos que se tratan de shocks no muy trascendentales para un individuo, como si lo serían ganar inesperadamente una beca para la maestría, casarse -cuando nadie daba un centavo por que ello ocurra- o ganar una entrada Vip para un concierto de los Jonas Brothers. Con esto en mente, se procede a modelar la volatilidad de los shocks bajo la siguiente ecuación:
Las buenas noticias, como la noticia de que obtuviste un 20 en el curso que creías perdido, tienen un impacto
En econometría esto es denominado efecto leverage, es decir, los shocks negativos generan mayor varianza en la variable modelada.
Hasta ahora, queda claro que existe un efecto leverage en la estabilidad emocional del individuo víctima de los chismes y que esta ocurre por la no estacionariedad en varianza. #Khá? En otras palabras, los chismes que pueden dañar tu reputación o que no te dejan como el ser respetable y digno que eres, se esparcen mucho más rápido que tus buenas noticias o acciones. Producto de ello, aumenta la volatilidad de tu estabilidad emocional, porque, quieras o no, los rumores directa o indirectamente impactan en tus emociones #AmenosQueSeasRebelde.
Sin embargo, el panorama puede empeorar si tu estabilidad emocional no solo es no estacionaria en varianza, sino también en media #YaMátenmePlease, lo cual implicaría que los shocks son persistentes en el tiempo. Considerando ello, la nueva ecuación de tu estabilidad emocional sería:
La intuición detrás de este modelo es que los shocks de una semana se convierten en el valor de la variable
Entonces, ¿acaso todo está perdido? La respuesta es que en realidad cada uno es capaz de modificar sus parámetros de interés con fuerza de voluntad y entrenamiento. Diversa literatura de autoayuda, con frases como “la vida e’ un ciclo”, “por los ex no se llora, uno los reemplaza” o, “que te resbale” son un poderoso incentivo para reducir el valor absoluto de nuestro parámetro θ y evitar vivir en el pasado. Asimismo, debemos procurar que Ɣ sea cercano a cero y aprender de nuestros errores en la vida e ignorar aquello con lo que no nos identificamos. Recuerda que entre ser y no ser, tú eres.
Editado por: Sofía Flores