En 1999 salió la película Matrix (que si no has visto todavía, debes hacerlo), cuya trama planteaba que nuestra realidad es en verdad una simulación de computadora. Esto significaría que lo que percibimos son solo códigos de programación que podríamos alterar a nuestra voluntad. De este modo, existe la posibilidad de ser extremadamente rápido, tener reflejos infalibles y, para Neo, el protagonista con papel de mesías, hasta detener balas y volar. En general, una fumada tal y como freakonomics (y por eso me encanta). Es por eso que no es difícil imaginar que los economistas (o temas relacionados a la economía) hayan tenido un atacaso artístico (referencia para todos los jóvenes fans de Art Attack) y hayan manejado la realidad a su antojo tal y como los dioses que somos.
Uno de los casos más comunes en el que hemos jugado con la realidad es el de la Curva de Phillips. ¿Qué es eso? En la década de 1950, se encontró que existía una relación negativa entre el desempleo y la inflación en el corto plazo. Por lo tanto, moviendo la tasa de interés (o emisión monetaria) podemos elegir la inflación de un periodo y a su vez el nivel de desempleo, hecho que fue aprovechado por los bancos centrales como herramienta de política. Tiempo después se volvió a estudiar esta relación y se encontró que ya no existía. Con sus acciones, los bancos habían cambiado la realidad como Neo yendo en contra de la profecía que definía su futuro y de toda intuición.
Otro caso es el de la sociedad y economía China, el cual realmente es preocupante. El desarrollo económico no implica solo cifras de crecimiento e inflación, ni de productividad y liberalización del mercado, sino que existen diversos aspectos socioculturales de gran influencia que no siempre tienen la atención que deberían. Un aspecto resaltante es el relacionado con la política china para controlar el crecimiento poblacional: una familia requería permiso del gobierno para poder tener un hijo, el cual es el número máximo posible. A pesar que desde los años setenta esta política se ha ido relajando, el efecto sobre la distribución de la población ya está hecho.
Si dejamos de centrar el desempeño económico en el PBI y consideramos a las personas no como consumidores, sino como generaciones que tienen un rol en la sociedad con respecto a sus necesidades y su capacidad de producción el problema se hace más evidente. Los niños tienen el derecho de estudiar porque son el futuro del país; los jóvenes en edad de trabajar y los adultos son la fuerza que mueve la producción de bienes y servicios y los adultos mayores descansan mientras reciben beneficios por el tiempo que sirvieron al país. El problema es que el segundo grupo es el que soporta al resto, por lo que una distribución ideal tendría un porcentaje mayor en este grupo productivo y en el futuro del país y menor en el grupo retirado. La política china ha ocasionado que el número de niños disminuya cada generación, lo que en el largo plazo hace que el grupo que produce sea menor y, considerando que el nivel de vida incrementa junto con la expectativa de vida, entonces el grupo de adultos mayores es constante o aumenta. Por lo tanto los genios de la política poblacional china han alterado la distribución poblacional (realidad) a tal grado que se generó una bomba de tiempo demográfica que en un momento ocasionará problemas insostenibles.
Pero no todo es necesariamente alterar el mundo como lo conocemos. Neo también destacaba por sus habilidades y acciones extraordinarias. Un símil de ello ocurre en Estados Unidos, Japón y países europeos. La teoría económica indica que ante una caída de la tasa de interés se puede esperar que se dé un aumento en el consumo y la inversión; entonces se puede usar como herramienta de política para aumentar el crecimiento económico estimulando estos dos componentes.
Después de la crisis del 2008, Estados Unidos se encontraba con un grave problema económico: no podían crecer y necesitaban un estímulo fuerte. A parte del aumento del gasto público, se hizo honor a la regla de Friedman y se estableció una tasa de interés en el rango de 0 a 0.5; es decir, existían préstamos que se daban con casi ningún costo por intereses. Es difícil imaginar un mundo en el que puedas romper las reglas de la física y saltar de un edificio a otro también lo es prestarte de un banco como si fuera un amigo al cual solo debes devolverle su dinero. La Unión Europea, algunos países escandinavos y Japón fueron un paso más allá y establecieron una tasa de interés negativa para estimular la economía #cyberpunk. En el caso de los japoneses, los depósitos de los bancos privados en el banco central estaban afectados por esta tasa; es decir, tenían que pagar por tener su dinero depositado y no al revés como es usual.
Como le sucedió a Neo cuando la resistencia rompía las reglas de la matrix, los economistas han hecho malabares, regates y experimentos para “romper” lo que creíamos era normal para la economía y así lograr sus objetivos. El motivo es que al mismo tiempo que en la película se tenía una simulación del mundo real, los modelos económicos en los que nos basamos son una simplificación de la realidad que intenta imitarla. Quizás en un futuro veamos cambios tan drásticos en la economía que lo que se enseña hoy sea muy difere