La red social TikTok, alias el “protagonista del confinamiento”, se ha visto amenazada ante los últimos anuncios del mediático presidente Donald Trump. El ultimátum ha sido claro: se han dado 45 días, que se cumplen el 15 de septiembre, para que se venda a un propietario no chino o se prohibirá TikTok en Estados Unidos. ¿Y esto a qué se debe? ¿En qué perjudica al gobierno de Estados Unidos unos videos de bailes de la canción Love Story de Taylor Swift de 15 segundos? ¿Será otra locura de Donald Trump?
Para empezar, TikTok nació en China, un país bastante conocido por ser el origen del coronavirus presentar un gobierno comunista. En esta región se censura la oposición al gobierno, por lo tanto, solo se permite el uso de plataformas que el gobierno pueda controlar. Por ello, muchas de las compañías tecnológicas que buscan tener éxito en este territorio se ven obligadas a firmar acuerdos con el gobierno para que este tenga injerencia en el uso datos e información de sus usuarios.
En ese sentido, compañías gigantescas como Google, Facebook, WhatsApp y YouTube no son de uso permitido en el territorio chino, pues al tener una masa crítica de usuarios en casi todo el mundo no tienen la necesidad de regirse bajo las normas del gobierno chino. Este sistema de censura y espionaje también funciona económicamente pues permite el liderazgo de empresas tecnológicas nacionales y protege a la industria.
El problema entre Donald Trump y este sistema chino es que las reglas del juego no son las mismas en Estados Unidos y China. En el primero, todos pueden comprar y vender bienes y servicios; mientras que en el segundo, el gobierno elige quién vende bajo las condiciones que impone el mismo gobierno. Debido a lo señalado, y en vista de que TikTok ha tenido un crecimiento desaforado con miras a convertirse en una aplicación de uso mundial, el gobierno estadounidense ha tomado cartas en el asunto.
En primera instancia, el secretario de Estado de EE.UU., Mike Pompeo ha manifestado que la intención detrás de las medidas es limpiar las redes digitales de tecnología china y así disminuir el espionaje corporativo, las campañas de desinformación y el alcance tecnológico del gigante asiático. En esa misma línea, indicó que las áreas de mayor importancia para las siguientes medidas serán los servicios en la nube, tiendas de aplicaciones, operadoras móviles y cables submarinos en la red. Por su parte, el gobierno chino ha sentenciado estas medidas como manipulación política y represión arbitraria.
Las intenciones de compra no se han hecho esperar, Microsoft para variar está en medio de negociaciones y Twitter se ha unido a ellas. Hay mucho camino avanzado por parte de la compañía creada por Bill Gates; sin embargo, Twitter tiene como principal atractivo ser una empresa pequeña a diferencia de Microsoft, por lo que no se tendrá querellas por posibles actos monopólicos.
El ultimátum señalado por Trump no hace más que aumentar las tensiones entre China y EE.UU. la nueva guerra fría en medio de las acusaciones de Trump a China por ser los culpables de la pandemia del coronavirus. Asimismo, recordemos que ambos países se han visto envueltos en una guerra comercial desde el 2018 tras las amenazas de Trump por imponer aranceles a determinados productos chinos. La respuesta del gobierno chino a la última jugada hecha por EE.UU. ha recaído en que no aceptarán la venta de TikTok a una empresa norteamericana y que dicha jugada no cumple con los principios de la Organización Mundial del Comercio.
Este nuevo capítulo en la guerra comercial actual tiene señalado un final: 15 de septiembre de este año. Hasta este día se tendrá que esperar para saber qué depará el futuro cercano de TikTok. ¿Será el inicio de una época TikTok-Microsoft o TikTok-Twitter? ¿Perderá el encanto? ¿O ya no habrá más bailes extraños Tiktok en Estados Unidos?
Fuentes:
Edición: María Gracia García