Esta semana recibimos la sorprendente notica de que el polémico presidente de Estados Unidos, Donald Trump, habría sido nominado al Premio Nobel de la Paz 2021. (¿Qué dices que dijiste?). La primera pregunta que muchos seguramente ya se hicieron fue: ¿Esto es fake news? Pues no, no lo es. Esta semana, la Casa Blanca realizó el respectivo anuncio oficial sobre la nominación de Donald Trump.
La polémica postulación
El Premio Nobel de la Paz es un reconocido galardón otorgado por el Comité Nobel del Parlamento Noruego (Stortinget). Este Nobel premia el interés social y el compromiso con la paz.
De acuerdo con los estatutos de la Fundación Nobel, para que un nominado pueda ser considerado como parte de la lista de los potenciales ganadores, este debe ser propuesto por un integrante que pertenezca a una de las categorías aceptadas por la fundación. Entre las principales se encuentran: profesores universitarios, miembros de asambleas y gobiernos nacionales, jefes de estado, miembros de la Corte Internacional de Justicia de La Haya y la Corte Permanente de Arbitraje de la Haya. Y, por supuesto, si alguien decide nominarse a sí mismo, el comité no lo tomará en consideración.
Según el comunicado oficial de la Casa Blanca, Trump fue nominado por Christian Tybring-Gjedde, miembro del Parlamento noruego por el Partido del Progreso – de extrema derecha -. Este lo nominó al galardón por su liderazgo en la concentración “The Abraham Accords”, el cual es un acuerdo que trae la normalización de relaciones entre Israel y los Emiratos Árabes Unidos. El comunicado menciona que, este acuerdo determinaría un paso más hacia la paz en el Medio Oriente, conciliando la relación entre estos dos actores que han estado distanciados por años. Esta no es la primera vez que Trump es nominado, pues en el 2018, Tybring-Gjedde nominó a Trump por sus esfuerzos para lograr la reconciliación entre Corea del Norte y Corea del Sur.
Cabe resaltar que, en el 2017, Trump fue criticado por varios premios Nobel de la Paz en la decimosexta Cumbre Mundial de Premios Nobel de Paz que se realizó en Bogotá. En este evento participaron más de 30 galardonados y fue precisamente ahí donde se discutieron muchos puntos que actualmente están impidiendo la paz en el mundo. El tema más discutido fueron las políticas proteccionistas y migratorias de EE. UU.
Por ejemplo, Tawakkul Karman, ganadora del Nobel de la Paz en 2011, expresó su molestia dirigiéndose a Trump y recordándole que también se tiene que trabajar en eliminar los discursos violentos y racistas, además de la discriminación hacia los musulmanes por tener distintas preferencias religiosas. (She GOT A POINT! Directo a la yugular). Oscar Arias, Premio Nobel de la Paz en 1987, se declaró muy preocupado sobre la xenofobia y el odio en los Estados Unidos. Incluso la activista estadounidense, Jody Williams, Premio Nobel en 1997, acusó al presidente de “racista y sexista”. (¡Déjenlo! ya esta muerto)
Y solo para tener en cuenta, los últimos Premios Nobel de la Paz han sido representantes de la lucha por la paz, ya sea en su propio país o en fomentar esta conciencia en el mundo. Muchos son dignos de admiración por la determinación de su lucha por la paz, como Malala Yousafzai que, a su corta edad, fue premiada en el 2014 (Ver Gráfico).
En este punto, nos cuestionamos: ¿Realmente podrían escoger a Trump como Premio Nobel de la Paz? Por ahora, se están aceptando las nominaciones y el Comité Nobel realizará el análisis correspondiente, ya que el proceso no es tan sencillo.
EL PROCESO
Las nominaciones para el premio se postulan con un año de anticipación para que el Comité pueda seguir el proceso para la elección en el siguiente año (Ver imagen).
Fuente : Nobel Price Site
De acuerdo con este cronograma, las postulaciones se reciben desde setiembre del 2020 hasta el primero de febrero del 2021. En marzo, se crea una lista más corta para poder continuar con el análisis de los nominados. En junio, hay una revisión en base a todo la información recibida por los asesores especializados. Finalmente, a inicios de octubre se realiza la votación por el Comité Nobel donde se elige al ganador por mayoría.
Adicionalmente, podemos dar una mirada hacia el proceso del 2020 que está próximo a concluir. Este proceso tiene 318 candidatos de los cuales 211 son personas individuales y 107 son organizaciones. Si este fuera el promedio de participantes para cada premiación anual, Trump va a tener bastante competencia para el 2021 y no la va a tener fácil, pues el análisis sobre los candidatos se basa en su trabajo por la paz que desemboca con un hito importante que marca un antes y un después.
Si bien Trump acaba de ser parte de un acuerdo que promueve la paz en el Medio Oriente, como se mencionó, una característica común de todos los ganadores y aspirantes del premio Nobel de la Paz es la constancia en su lucha por la paz. En ese sentido, el estar Trump nominado resulta indignante porque su accionar no ha sido consecuente con la visión de paz. Estados Unidos ha tenido unos últimos años llenos de violencia por todo el conflicto social respecto a la discriminación racial y a la xenofobia. Solo basta recordar los casos más sonados de violencia policial estadounidense contra afroamericanos en lo que va del 2020: George Floyd, quien fue asesinado por la policía de Mineápolis (ver artículo de Voz Actual) y Jacob Blake, quien recibió 7 disparos por la policía de Kenosha – Wisconsin (ver artículo de Voz Actual).
En el marco de las elecciones presidenciales en EUA, teniendo en cuenta el proceso del dichoso galardón de Premio Nobel de la Paz 2021, podemos pensar que su nominación sería parte de una estrategia política para mejorar su imagen y capturar mayor popularidad. Y así asegurar su permanecía en la Casa Blanca.
Esta nominación es una oda a la doble moral que tanto daño causa en el verdadero trabajo hacia la paz, igualdad y, sobre todo, hacia el bien de la sociedad en conjunto. Como ciudadanos responsables, debemos cuestionar a nuestros gobernantes sobre las acciones que toman y si estas se encuentran alineadas con quienes ellos dicen ser. Esto es determinante para elegir gobernantes que realmente traigan paz y se preocupen por el bien mayor de la sociedad, en vez de los que solo buscan poder.
Fuentes:
