Un día abrí mi lista de “Ver más tarde” de YouTube, pero mi sorpresa llegó cuando me percaté que en ella tenía 233 videos. ¿Qué paso? Revisando entre ellos, me di cuenta de que sí eran videos que guardé para ver más tarde, pero olvidé hacerlo. Y eso que varios seguían interesándome… ¿Los vería más más tarde? Si alguna vez oíste de la procrastinación (en corto, dejar cosas para después), seguro trataste de evitarla en tus estudios o trabajos. Pero ¿alguna vez pensaste en lo grave de procrastinar en tu tiempo libre?
Para empezar, la procrastinación seguro que te suena. Todos conocemos a personas (a veces uno mismo) que han olvidado o descuidado ciertos deberes alguna vez, ¿no? Pues no es tan simple. Según el psicólogo Tim Pychlyl de la Universidad de Carleton (Canadá), la procrastinación es la decisión voluntaria de retrasar algo sabiendo las consecuencias. No suele ser cosa de una vez, debido a que está ligada a rasgos de la persona misma respecto al cumplimiento de sus distintos objetivos (calma, no te estoy señalando). Normalmente uno no diagnostica a otros de ser procrastinador, pero sí de ser irresponsable, olvidadizo o hasta vago. ¡Bingo! Precisamente este rasgo no suele tener buenas repercusiones para uno: acumulas deberes, creas situaciones estresantes y perjudicas tu tiempo disponible.
Afortunadamente desde pequeños, se nos dice la importancia de ser responsable y cumplir debidamente en el estudio o trabajo. ¿Que por qué lees esto entonces? Simple. La manera en que se abarca el tema es siempre haciendo énfasis en los resultados. Si no hubieras pensado en la trica, probablemente no estarías aquí ahora (sino en verano); ello ayuda a uno a estar enfocado. Sin embargo, ¿recuerdas que no es algo de una vez? Y es que la clave está en las causas, es decir, no en que resuelvas la tarea, sino en cómo te relacionas con ellas (BBC Mundo, 2017).
De esta manera, pese a que evites la procrastinación en “las cosas importantes” (universidad o tu trabajo), puede que esta persista en otros rubros. Para ser precisos: tu tiempo libre. Esos momentos, horas y días de la semana en que realmente depende de ti escoger qué hacer y qué no. Libre de los deberes típicos y que debería ser la recompensa del dedicado trabajador. ¿Cómo persiste? Verás, pequeño saltamontes, la procrastinación en el fondo puede verse como un medio de defensa para tratar de evadir situaciones agobiantes, estresantes o aburridas, y reemplazarlas por algo más agradable (Red dedicada: UNIPEM/UNIVEDUCA, 2019). Exámenes, compromisos y otras responsabilidades cuadran con esa descripción, pero también muchas otras cosas que preferimos no hacer durante el tiempo libre y para las que no tendremos oportunidad de realizarlas en otro momento. Por supuesto que cada uno es libre de decidir a qué dedicarse; ese no es el problema, sino que incluso las cosas que nos interesarían hacer, o los planes que tenemos o que quisiéramos iniciar, flotan sin rumbo aún.
Aun teniendo pleno interés en cumplir con ese objetivo, a la hora de la verdad, nos parece algo agobiante; tal vez demasiado grande para ahora o que absorberá todo el tiempo que nos queda, por lo que decidimos mirar hacia otro lado diciéndonos que “puede esperar”. No nos comprometemos del todo con nosotros mismos. Después de todo, tu tiempo libre es el espacio clave fuera de otros horarios en el que puedes enfocarte en empezar, mejorar o cambiar algo para ti. Este tipo de procrastinación se puede dar desde cosas simples (la película que te llamó la atención) o hasta metas personales (empezar a escribir esa novela).
Pero tranquilo. Aunque no lo creas, esto es más difícil de evitar de lo que suena, en especial en estos tiempos. Estamos en una época en que, si tienes conexión a los medios como internet o televisión, estarás siempre rodeado de contenido que quiera captar tu atención. Desde el comienzo de la era digital, en la cual las conexiones eran a distancia y dejaban atrás aspectos físicos, la realidad cada vez es más fácil de reemplazar con lo que toma lugar en la pantalla (Edurne Gonzales, 2015). Nos hemos visto en este escenario en donde, antes de decidir lo que queremos ver o hacer, hay muchos otros que no dejan de ofrecerte más y más hasta que piquemos. Si pensaste en las empresas, pues tienes razón, pero la tecnología ha permitido que los consumidores se vuelvan creadores. No hay que olvidar la competencia de 2019 entre el youtuber PewDiePie y la cadena de televisión india T-series por ver cuál sería el canal con más suscriptores en la plataforma de video. Los que producen quieren ser vistos, quieren nuestros ojos.
Ese afán de atención ha llevado a que estemos siempre rodeados de algo para ver, leer o escuchar. Según la página de noticias Bloomberg, America Hollywood condujo 532 programas de televisión en 2019. John Landgraf, quien fue presidente de FX network y FX productions, dijo en una junta de la “Television Critics Association” este mismo mes: “El peligro de internet es que todo se vuelve comida chatarra”. Sea una película o una publicación, esta suele ser lo suficientemente llamativa y desechable como para probarla antes que otras actividades. Pero tras uno y otro, el tiempo se nos va.
Afortunadamente no hay nada decidido y ya diste el primer paso: conocer el problema. No digo que sea fácil (¿recuerdas mi lista de videos?), pero sin duda el tiempo es de nuestros recursos más preciados. Saber manejarlo, partiendo desde nosotros mismos, no solo nos permitirá avanzar en nuevos objetivos, sino que podamos afrontar mejor lo que venga más adelante.
Bibliografía
- Procrastinación, el problema más grave en la educación y cómo vencerlo – Matt Pickles / BBC Mundo (2017)
- LA PROCASTINACIÓN EN LOS ESTUDIANTES UNIVERSITARIOS- Red dedicada: UNIPEM/UNIVEDUCA (2019)
- RUIDO VISUAL: LA SATURACIÓN DE IMÁGENES EN LA CONTEMPORANEIDAD – Edurne González Ibáñez (2015)
- “Hollywood Made 532 TV Shows in 2019, and It’s Going to Make More”-Bloomberg (2020). Revisado en: https://www.bloomberg.com/news/articles/2020-01-09/fx-s-landgraf-says-soaring-tv-production-is-just-bananas