Hoy en día, literalmente, todo gira en torno a la tecnología y, seamos honestos, eso nos facilita la vida. Sin embargo, escuché alguna vez por ahí que alguien decía que la tecnología nunca podrá reemplazar absolutamente todo, porque le quita lo especial a ciertas cosas. Por ejemplo, no podemos negar lo incomparable que es el hecho de leer un libro y poder sostener la esquina inferior de la hoja cuando estás en la última línea del último párrafo de la página y luego voltearla lo más rápido posible porque tu personaje favorito acaba de sufrir un accidente. Deslizar tu dedo en una pantalla no se acerca ni un poquito a la emoción que se siente cuando tienes el libro que tanto querías leer, en tus manos. Lo mismo ocurre con el arte del dibujo y la pintura, donde detrás de cada pincelada se encuentra el haber mezclado mil veces el amarillo con el azul, y que a pesar de ello, aún no te salga ese tono perfecto de verde que deseas obtener. Desde hace muchísimos años atrás, la tradición de pintar y dibujar ha pasado de generación en generación y poco a poco ha ido evolucionando y adaptándose a nuevos descubrimientos. Sin embargo ¿quién diría que llegaría el día en el que la nueva tendencia sea el Arte Digital y cada vez sea más la cantidad de personas que se sumen a esta forma peculiar de crear arte? (Cult of Mac, 2014)
Imagínate qué diría Vincent Van Gogh si le comentan que es posible recrear su obra “La Noche Estrellada” en no un lienzo, sino en una pantalla táctil, y no con un pincel, sino con un lápiz digital que es capaz de aparentar la textura de un pincelado. Yo no soy Vincent, pero les aseguro que al hombre le da un paro cardiaco. “Las pinturas tienen una vida propia que deriva del alma del artista” es una de las frases más famosas de Van Gogh y pienso que la única manera de verdaderamente apreciar una obra de arte es poder verla de tan cerquita y captar cada detalle, hasta que seamos capaces de transportarnos al preciso instante en el que el autor realizó dicha obra y podamos sentir lo que él o ella sintió al momento de hacerla.
Esta imagen de la increíble obra del pintor holandés nos transmite mucho y es más gratificante aún, poder analizar los detalles de la pintura desparramada con cada pincelada. Espero no ser la única loca que se imagina al mismísimo artista haciendo un círculo con su muñeca sujetando un pincel grueso lleno de pintura color ámbar, a punto de pintar la luz intensa de la media luna.
Si bien es cierto que, para muchos, el arte en iPad o en una tableta digitalizadora es mucho más práctico y más fácil de aprender, cabe resaltar que este arte no está aquí para competir con las pinturas y dibujos tradicionales. En efecto, este es tan sólo otro de los numerosos medios para expresar la misma creatividad (Vishwakarma, 2014). Por otro lado, dichas tabletas brindan funciones de sensibilidad a la presión, rendimiento de lápiz y pincel, con el fin de ofrecer la sensación natural y usual que implica pintar. Entonces, tenemos como resultado, una obra de arte realizada en la comodidad de nuestras casas, sin tener que haber gastado en pinturas y en materiales; y, lo más importante, con una apariencia bastante realista y magnífica (Por supuesto, si es que sabes dibujar).
Sumit Vishwakarma, artista muy importante en el impulso y expansión del Arte Digital, comenta que, en un futuro, sería excelente que exista una tecnología aún más avanzada que te permita vivir una experiencia artística más real. ¿Qué podría ser más real que el efecto exacto de un pincel mojado en agua que hace que la pintura se torne más tenue con cada pincelada? Pues, para Sumit (2019), el reto para dicha tecnología es que nos permita oler la pintura fresca. Yo nunca juzgo, cualquiera puede soñar. No sé tú, pero yo creo que me quedo con mi paleta de colores y mis acuarelas. Y sí, no me importa mancharme las manos y acabar llena de pintura. #TeamArteTradicional.
Editado por: Kelly M. Pérez Valenzuela.