Saber de cultura no solo es poder responder preguntas como: ¿cuándo fue la independencia del Perú? o ¿quién fue el primer hombre en la Luna? Sí, es importante saber sobre tópicos generales, pero estos son detalles que mucha gente puede saber por simple memoria. No toda cultura es igual, no podemos encerrarnos en la academia ni solo en la apreciación del arte. Existen culturas de oriente, de occidente, sub-culturas dentro de las culturas y procesos culturales individuales que quizá nunca llegaremos a conocer a cabalidad.
Cultura: término abstracto y tan amplio que no puede ser encerrado en una jaula. Transversal al arte, a la música, a la tecnología, a la religión y a todo aquello que el hombre ha sembrado – y descubierto – desde que habitamos este mundo.Es probable que se hayan creado mapas semánticos alrededor de distintos hitos en la historia que han desembocado en el desarrollo de un tipo de cultura.
Veámos, pues: Pop Culture, el Folklore, el habla culta, la cultura corporativa, cross-culture, entre otras muchas. Pero, ¿qué sucede cuando dos culturas chocan entre sí? y ¿qué tanto nos podemos adaptar a un entorno cada vez más globalizado y dinámico? Esto dependerá de qué tan diferentes sean las culturas y qué tan abiertos seamos a recibir nuevas ideas.
Entonces, ¿cómo podemos desarrollarnos en distintas culturas? Una opción bastante popular es el aprendizaje de nuevos idiomas, que no suele ser visto como una forma de generar cultura, sino más como una obligación para aquellas personas que deben comunicarse o entender un lenguaje extranjero, y en su mayoría se reduce a aprender inglés. Pero existen muchas otras opciones: solo en las lenguas romances tenemos al francés, al italiano o al portugués; dentro de otras familias de idiomas tenemos el alemán, el chino mandarín o el japonés; y qué decir del quechua, aymara, esperanto y de la interlingua. Aprender un idioma nuevo no solo te ayudará a ser más competitivo para el mercado laboral, sino que ampliará tus límites mentales.
Ligado al punto anterior, los viajes tanto dentro como fuera del país son experiencias que no solo enriquecen la cultura, sino que borran fronteras, disminuyen el estrés y aumentan la competitividad profesional (en algunos casos). Si se trata de estadías prolongadas y convivencia con personas naturales de los lugares a donde se viaja, existirá el choque de culturas que se ha mencionado anteriormente. Con el simple hecho de compartir una comida, una fiesta o una reunión se viven experiencias culturales muchas veces distintas a las que estamos acostumbrados. Se desarrolla entendimiento y paz entre las personas.