El día de la madre terminó y un día después terminó también la esperanza de muchos que confiaban en ver a Guerrero en el mundial. ¿La decisión del TAS es cuestionable? Sí, muchos creemos creen que es un castigo injusto. ¿Es inapelable? También, y ya no es hora de seguir pensando en el “¿qué hubiese pasado? Es preciso, sin embargo, reflexionar en las lecciones que podemos obtener, no sólo para nosotros sino para nuestro país. En este artículo hablaré de deportes y política, aquello que muchos no recomiendan hacer si quieres conservar a tus amistades.
En primer lugar, es necesario saber por qué Guerrero es considerado prácticamente irremplazable. Su presencia generaba confianza en los espectadores. Tenerlo era estar con la latente posibilidad de un gol, y goles son amores. Si un funcionario no es capaz de generar confianza, pues genera desconfianza. Para la población no hay punto medio, está acostumbrada a que le fallen una y otra vez. Esto se ve reflejado en encuestas en las que la popularidad va de caída sin haber un acontecimiento mayor.
Otra cualidad importante del capitán es su incansable esfuerzo ante dificultades. Esta característica se contagia a los demás funcionarios. Es cultivada desde la infancia, creciendo a medida que se inculcan valores y el deseo de siempre apuntar al cielo. Los trabajadores del Estado muchas veces pierden de vista el objetivo al enfrentarse a problemas. Cuando empiezan a priorizar intereses personales por sobre los públicos, ellos modifican sus acciones de política y finalmente terminan afectando al país. Pierden de vista su gran razón de ser: brindar un mejor servicio al ciudadano.
Quizás el punto débil de nuestro capitán ha sido la templanza. Dentro de la cancha ha perdido la calma en más de una ocasión, perjudicando al equipo. ¿Es posible, entonces, dañar al equipo que representas? Claro que sí. La templanza, saber manejarse con moderación dentro y fuera de la cancha, es otra cualidad necesaria para todo funcionario si es que no desea hacer el ridículo (Toledo, Alan, Mulder, todos, …). Al aceptar uno ser presidente o ministro o congresista, acepta dejar atrás la privacidad, con todo lo que ello significa en un país tan amarillo como el nuestro. Si mantienen la calma, por lo menos, tendrán la cabeza despejada para realizar las acciones que consideren pertinentes (que sean las mejores para el país es otra cosa).
En último lugar, debemos entender que el Perú no llora sólo por Guerrero, sino que llora porque sabe que no hay otro como él. No obstante, después de llorar, el Perú también se da cuenta que tiene a Pizarro talento joven listo por explotar y que en la diversidad podemos encontrar lo necesario para dar una buena lucha en Rusia. En lo que respecta a política, el Perú también sufre por no encontrar los jugadores indicados. Sin embargo, abramos los ojos para ver que hay talento listo para ser explotado y que muchas veces subestimamos. Para ello, dejemos de encasillar a cada político nuevo que salga en extremos conocidos (izquierda/derecha, técnico/político, progre/fascista, etc.).
El escenario internacional no es auspicioso para economías emergentes: la subida de la tasa de interés de la FED, junto al anuncio de posteriores alzas es una bomba para países en desarrollo ya que se espera una fuga de capitales. Medidas ya se han tomado (primero el intento de incrementar la recaudación, y ahora el aumento del ISC o reducción de gastos superfluos) con el fin de estabilizar y enfrentar bien parados los posibles golpes. Para poder continuar con una más que aceptable gestión, el gobierno necesitará: mayor confianza para mantener la inversión y consumo, mantener el esfuerzo en épocas difíciles, templanza para seguir tomando decisiones tranquilamente y la humildad necesaria para aceptar que hay más y, quizás, mejores formas de pensar que pueden ayudar al país a progresar. Necesitamos a más Guerreros como funcionarios.