“Se puede ser de derecha y desear que la izquierda exista y no ser un calzonudo que se asusta con que la tía es terruca”
Alberto Vergara
Las aguas están movidas en este mar de países pujantes que es Latinoamérica. La explosión social en Ecuador, Chile y Bolivia está dando qué hablar en el mundo entero. Poco a poco, se reaviva ese murmullo temido por unos, y celebrado por otros. Es el viejo pero inmortal murmullo que habla sobre la izquierda latinoamericana. Nunca nos ponemos de acuerdo sobre si la izquierda[1] es quien hace nacer y encandecer las protestas. O si más bien son los protestantes, que combustionados por el hartazgo, alimentan a la llama de la izquierda.
Sea como sea, hoy venimos a hacer una breve crónica sobre la situación actual de la izquierda peruana. Después de todo, nos disolvieron el congreso, y aunque el resto de Latinoamérica nos opaque estos días, nosotros también estamos en crisis ¿no? Insertar audio de Bartra gritando: castro chavismo vizcarro comunismo.
Tratando de entender ideales
En el mundo, los movimientos populares de izquierda empezaron una nueva etapa de reconciliación con la democracia tras la caída del muro de Berlín. En el Perú, la izquierda apuesta casi en su totalidad por la vía democrática, después del trauma de la vía armada.
En este contexto, los ideales sociales de los partidos de izquierda peruanos tienen el discurso de abogar por las minorías. Algunos partidos de izquierda defienden ideales anti extractivos y descentralizadores, como Tierra y Libertad y Movimiento de Afirmación Social (MAS). Otros se centran en la defensa de derechos fundamentales como la educación laica y con enfoque de género, el acceso a mejores servicios básicos de salud y la lucha contra la corrupción. Tal es el caso del Frente Amplio.
Sobre la economía, la izquierda peruana continúa con la eterna crítica (¿destructiva?) al modelo neoliberal. Los partidos de izquierda demandan cambiar el capítulo económico de la Constitución. La preocupación es que se pongan en modo Velasco la contra propuesta sobre el contenido del capítulo económico no se plantea de manera clara ni articulada. Recordemos, for dummies, que nuestra Constitución, en su capítulo económico, establece las bases de una economía social de mercado: iniciativa privada libre, contratos entre particulares estables donde el Estado no puede meterse, propiedad inviolable que solo puede expropiarse si se paga un precio justo antes de ser transferida y rol subsidiario del Estado. Gracias Rosa María Palacios por el resumen. Tal vez, más que cuestionar por qué quieren cambiar el capítulo económico de la Constitución, conviene preguntar ¿qué pondrían en su lugar?
Las pocas propuestas son desarticuladas. Quizás la más llamativa sea la de Marco Arana, quien en el 2016 dijo que“La política monetaria corresponde a todos, no sólo a tecnócratas del BCR”. Okiiii. ¿Operar corresponde a todos, no solo a cirujanos calificados? ¿Las discotecas son de quienes las bailan?
En la práctica
Lo más actual en la coyuntura del cierre del Kongreso y la preparación para las elecciones congresales del 2020 son ciertas alianzas desatinadas. Nuevo Perú (Verónika Mendoza) se alió con Perú libre (de Vladimir Cerrón, condenado por corrupción, abierto machista, xenófobo, homofóbico y autodeclarado anti semita. Además, respalda a Maduro.). ¿Quizás la alianza es porque Nuevo Perú no tiene inscripción electoral y Perú Libre si? ¿El fin justifica los medios? Aldo Mariátegui, ¿quieres preguntarlo en francés? Por lo pronto, varios compañeros de Verónika Mendoza han renunciado al partido, mostrando su claro desacuerdo con esta falta de respetación alianza.
Desde el plano partidario al plano de líderes individuales de izquierda, indicios de corrupción no faltan. Irónico es encontrar esta práctica entre quienes dicen defender los derechos de las minorías. Hagamos un breve recordaris: en mayo, de este año, la fiscalía pidió (y consiguió) prisión preventiva para Susana Villarán por presuntamente haber recibido USD 10 millones de Odebrecht para sus campañas por la alcaldía y por la no revocatoria. En agosto, Vladimir Cerrón fue condenado a 4 años y 8 meses de prisión por los delitos de negociación incompatible y aprovechamiento del cargo siendo presidente regional de Junín. Este mes, Yehude Simon fue mencionado por Jorge Barata como el codinome ‘Sipán’, acusándolo de recibir dinero ilícito de Odebrecht. Estamos particularmente muy en contra de la calidad y contenido de los artículos de Aldo Mariátegui, pero son precisamente estos caviares presuntos corruptos quienes alimentan su odio irracional por la izquierda. Los fachos al menos reconocen que aman la plata.
¿Que podemos esperar de la izquierda en el Perú?
Diversos estudiosos y aficionados osea Mijael convergen en que lo que caracteriza a la izquierda peruana es que está dramáticamente fragmentada. De hecho, quisimos hacer una lista actualizada de los partidos de izquierda peruanos, pero no pudimos conseguirla.
Una vez más, recordemos que nuestro continente está pasando por una época de cambios. Ningún modelo económico es perfecto y, al ver las protestas en nuestros países vecinos nos queda muy claro. Con una izquierda peruana tan debilitada en ideales y en imágenes de liderazgo ¿estará lista para afrontar el debate con el modelo actual? ¿O solo es una fachada de aspiraciones políticas particulares, pero sin contenido ni liderazgo real?
Nota: El presente artículo no busca en ningún sentido desacreditar los reclamos sociales que se están dando en nuestros países vecinos y hermanos. Desde aquí, muchos peruanos esperamos con sincera fraternidad el cese de la violencia armada en nuestro continente.
Editado por: Isabela García.
[1] Fun fact: los términos “derecha” e “izquierda” nacieron luego de la Revolución Francesa. En el país europeo, tras dicho evento, se creo una Asamblea Nacional, donde los diputados que defendían causas revolucionarias se sentaban a la izquierda, mientras que los que se oponían a ellos se sentaban a la derecha.