Robert Waldinger, psiquiatra y profesor de la Universidad de Harvard, es el actual director del “Grant Study”, el estudio más largo sobre la felicidad hecho en la historia de la humanidad que se mantiene vigente hasta el día de hoy. El objetivo de este estudio era llegar a descubrir cuáles son los pilares de la felicidad, la longevidad y una vida llena de sentido. Y, tras seguir las vidas de 724 hombres jóvenes por más de 60 años entre cuestionarios, entrevistas y exámenes médicos, concluyeron lo siguiente:
Las buenas relaciones nos hacen más felices y más saludables.
En particular, han obtenido tres grandes lecciones sobre las relaciones humanas:
1. Las conexiones sociales nos hacen bien y la soledad mata. Ya sea que estas conexiones se den con la familia, con amigos o con la comunidad, estar tan cerca como deseamos de la gente garantiza que tengamos una mejor salud y que enfrentemos mejor la vejez.
2. Lo que importa es la calidad de las relaciones más cercanas. Estar en una relación conflictiva hace daño a la salud. Por mucho que la gente se esfuerce en mantenerse en relaciones complicadas, si es que los problemas no tienen solución, es mejor terminarlas.
3. Estar en una relación de apego seguro protege a nuestro cerebro. De hecho, las personas que viven relaciones basadas en la confianza tienden a conservar mejor sus recuerdos.
Este estudio ha recogido información acerca de distintos tipos de relaciones y fue hace unos diez años que se empezó a incluir a las esposas de los hombres que participaban en el estudio también en este. Según Waldinger, el estudio se ha focalizado recientemente en el matrimonio y en cómo las parejas han manejado las crisis que les ha puesto la vida en frente. Una de sus conclusiones más importantes acerca de las adversidades que afrontan las parejas es:
La tarea de desarrollo más importante para las parejas jóvenes es el manejo de conflictos. La de las parejas mayores es el apoyo mutuo.
Pero, ¿cómo se pueden construir relaciones saludables que nos hagan felices? Todos siempre tienen un consejo para ser feliz, como si existiera una especie de receta que alivie todos nuestros males y que nos haga incluso más que solo “sentir bien”. Sin embargo, está probado que existen ciertas “técnicas” que promueven la felicidad.
Alex Korb, un investigador de neurociencias de la Universidad de California (UCLA), ha estudiado los efectos de ciertas estrategias de felicidad en el cerebro. Por ejemplo:
1. La gratitud crea felicidad. Pensar en algo o alguien en nuestras vidas que apreciamos hace que en nuestro cerebro se libere serotonina y dopamina, los neurotransmisores responsables de nuestra felicidad
2. Etiquetar los sentimientos negativos diluye su poder. Cuando delimitamos nuestras emociones o las emociones de los otros, la corteza pre frontal domina la amígdala, que es quien gobierna nuestras emociones. De esta manera, se nos hace más fácil pensar acerca de ellas.
3. Tomar decisiones nos hace sentir bien. Si bien intentar llegar a la solución perfecta, tomar soluciones lo suficientemente buenas activa las áreas prefrontales dorsolaterales, lo cual nos ayuda a calmar las emociones y a recobrar el control. Esto no significa que tengamos que conformarnos con nada (ni con lo que nadie nos ofrezca), sino que debemos tomar las decisiones con calma para no involucrar demasiado nuestras emociones en el proceso de toma de decisión.
4. Ayudar ayuda. Dar una mano nos ayuda a liberar oxitocina, serotonina y dopamina, con lo que nos sentimos más felices, siempre y cuando igual estemos “cuidándonos” a nosotros mismos y no nos sobrecarguemos intentando ayudar al resto, así sean nuestros familiares, amigos o parejas.
5. Estamos programados para el contacto. Nuestro cerebro está programado para entender el contacto humano como señal de aceptación. Incluso, está probado que sostener la mano de la persona a la que uno ama reduce la respuesta del cerebro al dolor.
Así, Dr. Kolb ha demostrado que nuestros pensamientos y las emociones que generan tienen un impacto profundo en determinadas áreas de nuestros cerebros y que todo está conectado. De la misma forma, todos entre todos también lo estamos y depende de nosotros cómo llevemos nuestras relaciones para que nos hagan más o menos felices…y sanos.
¿Y tú, crees que estás haciendo todo lo que necesitas para ser feliz?