Luego de tortuosas semanas de exámenes finales, solo puedes pensar en las vacaciones(?) que se vienen por fiestas. Sacas el arbolito y las luces, los villancicos empiezan a sonar: todo se pinta de navidad. Estas relajándote en tu sillón favorito, pero de pronto recibes numerosas notificaciones con el título de Secret Santa o “Amigos secretos” y tu billetera empieza a llorar. Entonces te preguntas: ¿Cómo sobrevivir un año más a este juego? La economía te puede ayudar a jugarlo mejor cada año (o por lo menos a entenderlo mejor).
Si nunca antes jugaste amigos con derechos secretos o Secret Santa, este consiste en formar un grupo de participantes entre los cuales se realizará un sorteo para obsequiarse regalos entre sí. Sin embargo, y como te habrás dado cuenta, ES REALMENTE MUY DIFÍCIL pasar por todo el proceso. Para entender un poco el juego vamos a modelarlo como buen economista que se respeta para finalmente elegir la mejor forma de jugar.
Modelando Secret Santa: ¿Ineficiencia per se?
Para iniciar, el problema al que nos enfrentamos es cuando el agente representativo i maximiza la utilidad del agente j (para efectos de este juego) -quien vendría a ser el desafortunado a quien se le va a comprar el regalito- sujeto a la restricción presupuestaria del agente i.
Lo anterior supone muchas dificultades, ya que existe el problema de la diferencia entre el valor que puede dar el agente i y el agente j, por ejemplo, a una caja de chocolates y cómo este no se ve reflejado en el mercado. Es decir, de por sí, la idea de jugar un intercambio de regalos es ineficiente. #SiempreLoSupe. No obstante, dado el buen espíritu navideño que posees(?), dejar de jugar Secret Santa no está siquiera pensado -aunque dañe el corazoncito de algún economista #SinLlorarPorFavor–
¿A quién le estoy dando mi regalo?
Hay dos formas en las que te puede tocar jugar al amigo secreto. La primera, con personas que conoces muy bien (?); la segunda, con personas que apenas saludas e intercambias un par de palabras incomodas al día.
Si bien puede ser un método interesante para integrar a un grupo, el caso en el que no conoces a las personas con las que jugarás puede traer consigo el problema del Free Rider. El free rider en un intercambio de regalos es ese mismo que no cumple con los trabajos grupales o el que se salta la chanchita porque “se olvidó” la billetera. Es quien probablemente dé el regalo más “misio” y menos pensado, mientras que a él probablemente le toque un buen regalo. El free rider de este evento al principio no podrá ser identificado sino hasta el final (en la entrega de regalos).
Sin embargo, a este caso le puede ayudar una lista de regalos que todos pueden escribir, la que sirve para disminuir la asimetría de la información.
Si te encuentras en caso donde, efectivamente conoces bien con los que juegas, #EstásEnFabricaDeSueños las cosas son muchísimo más fáciles porque cuentas con mayor información (personalidad, regalos pasados) que aumentan la probabilidad de conseguir el regalo perfecto -y por tanto disminuir la brecha de valoración-. Esto lo comprueban Hugh-Jones & Reinstein (2012) en un estudio donde las personas que sienten que se encuentran en un ambiente más seguro suelen impulsar la cooperación grupal (En este caso, un mayor esfuerzo en conseguir buenos regalos) porque sienten que no se verán engañados(por free riders).
De esta manera, la forma más eficiente de jugar amigos secretos es con un grupo reducido, de confianza y con una lista de deseos. En el caso que no haya ni lista de regalos ni es un grupo que conozcas…
¿Y Esta Navidad aplicarás este nuevo humo conocimiento?
Fuentes:
Hugh-Jones & Reinstein (2012). “Anonymous rituals.” Journal of Economic Behavior & Organization 81, no. 2. pg 478-489. –
Secret Santa | The Behavioural Insights Team. (2013). Recuperado de https://www.behaviouralinsights.co.uk/uncategorized/secret-santa/?fbclid=IwAR1pkSIiWRAd80928ftB2AeIiwH3wEbUN5t235N7e4XkNbOoggViuF9eF8s