Más allá del chiste y los memes, el 2020, que dio inicio a una nueva década (a menos que creas que empieza en el 2021), no ha dejado de sorprendernos cada día. Viendo en retrospectiva lo acontecido en los primeros meses de este año podemos mencionar el posible comienzo de la Tercera Guerra Mundial, los incendios en Australia y, ahora, la expansión del coronavirus por todo el mundo. Así, hay una pregunta que es necesaria formularnos: ¿qué nos depararán los siguientes 9 meses? Por ahora, algo claro que nos han dejado estos tres eventos, especialmente la propagación del coronavirus, es que los líderes del mundo no están a la altura de lo que se pide en circunstancias de emergencia.
Aunque pueda sonar inusual, nuestro país fue uno de los primeros en Latinoamérica en implementar el aislamiento social obligatorio para contrarrestar el avance del coronavirus, anticipándose a Chile (que lo hizo luego de unas semanas) y Brasil; e incluso antes que países potencia como son los gobiernos de Estados Unidos y Reino Unido. Esta nueva pandemia, que va a arrasando por diversos lares, ha puesto en cuestionamiento a diversos líderes; los cuales, a medida que la cifra de contagiados y fallecidos aumenta, son reprochados por su falta de prevención ante una enfermedad que ya mandaba alertas de ser letal desde enero.
Por su parte, Donald Trump es uno de los líderes que, lamentablemente, ha esperado que se produzcan las primeras muertes por la enfermedad para empezar a implementar medidas que eviten la propagación. No obstante, hasta ahora solo se ha limitado a prohibir los viajes originarios de Europa o China, locaciones más afectadas por el coronavirus, en vez de dictar una cuarentena general en los 50 estados. Actualmente, según las estadísticas que cambian cada día, Estados Unidos es el tercer país con más contagiados. Por tal motivo, cinco estados han utilizado sus potestades para dictar una cuarentena total a sus ciudadanos.
Si bien la dirección de la política de Estados Unidos contra el coronavirus está cambiando, el país pudo haber implementado medidas de prevención desde que la enfermedad comenzaba a arrasar Italia en febrero. Países en esa misma situación son Reino Unido y Brasil. En cuanto al primero de ellos, ante la falta de responsabilidad de sus ciudadanos y/o autoridades que ayuden a cumplir las recomendaciones de distanciamiento, aseguran que pronto el Primer Ministro se verá obligado a dictar el aislamiento social obligatorio (porque, al parecer, prohibir las reuniones multitudinarias no están siendo acatadas correctamente). Por otro lado, en el caso del segundo país, el presidente Bolsonaro aún parece no tomar conocimiento de la urgencia de la situación, especialmente si recordamos que hasta hace poco Bolsonaro era incrédulo de la enfermedad. Esto está provocando que los gobernadores de Brasil busquen medidas propias antes que el coronavirus se propague en las zonas más vulnerables: las favelas (Fun fact: según medios de Brasil, la incompetencia de Bolsonaro ante la pandemia, también ha provocado que el crimen organizado en las favelas dicten su propia cuarentena a los habitantes de estas).
Por último, el fin de este artículo era sacar a relucir que podía suceder los siguientes 9 meses del 2020. Muchos señalan que una crisis económica a raíz de las diferentes medidas contra el coronavirus será inevitable. Sin embargo, lo que más debería preocuparnos es quiénes serán los líderes que estarán a la altura de lo que se presente más adelante porque al final de ellos depende que se tomen las medidas adecuadas para el bienestar de sus nacionales.
Edición: María Gracia García