Desde hace algunas semanas, el gobierno chino ha liberado una batalla contra Alibaba Group por presuntas “prácticas monopolísticas” por parte de sus empresas subsidiarias. Este conflicto ha devenido en la intervención directa de Ant Group (filial de Alibaba) y la orden de detener la expansión de sus servicios. Esta situación, pone en la mesa un tema tan nuevo como complejo: ¿cómo regular las operaciones de las Big Tech o gigantes tecnológicos? En este artículo, estimado lector, te contaremos sobre el caso de Jack Ma (CEO de Alibaba), si su cuestión se trata de un monopolio y el problema regulatorio que enfrentan (o enfrentarán) las Big Techs en el mundo.
Jack Ma y Alibaba
Antes de continuar, un poco de contexto. Alibaba es la empresa de comercio online más grande de China. Fue fundada en 1999 por un grupo de 18 personas lideradas por Jack Ma, su ex CEO y la segunda persona más rica de este país (antes del conflicto en discusión, era el primero). Esta empresa comenzó como un ecommerce B2B (negocio a negocio) para compañías chinas. En el tiempo, la empresa ha ido expandiéndose y capitalizándose rápidamente. Además, ha ido adquiriendo y formando más empresas en diferentes giros dentro de la industria tecnológica y digital (de donde salen las conocidas Big Techs)
Dentro de los negocios de Alibaba están:
- Taobao, el ecommerce C2C (consumidor a consumidor) más grande del mundo
- Tmall, un ecommerce B2C (negocio a consumidor)
- AliExpress, el Amazon chino
donde comprabas tus Beats de 15 dólares - Alibaba Cloud, un negocio de servicios en la nube
- Ant Financial (Ant), una fintech (servicios financieros en internet) y dónde se centra la disputa con el gobierno chino en la actualidad.
En este contexto, el Partido Comunista Chino (PCCh) acusa a Alibaba Group de realizar prácticas monopolísticas y ordena contraer las operaciones de Ant. Esto puede significar dejar los servicios de wealth management y créditos, para volver a ser solo una pasarela de pagos virtuales. Adicionalmente, los reguladores liderados por el Banco Central Chino, ordenaron que Ant forme una empresa aparte, la cual compartirá regulaciones como otras entidades financieras y deja la puerta abierta a que bancos del gobierno u otras empresas controladas por el PCCh adquieran participación.
Regulaciones anti-monopolio en la era digital
Es típico que, conforme crece una compañía, esta vaya adquiriendo otros negocios (o se fusione). Sin embargo, existe un límite: el monopolio. Diversos países poseen regulaciones anti-monopolio para evitar que grandes empresas “abusen” de su posición y, así, perjudiquen al consumidor. Un ejemplo rápido: si una empresa fuera dueña de todas las marcas de un producto, digamos, cervezas, en un mercado determinado, esta podría subir sus precios (o no bajarlos) sin un competidor que les haga frente. Asimismo, no tendría incentivos para innovar y ofrecer un mejor producto o servicio, e incluso podría impedir la entrada de nuevos competidores (o tendría el poder suficiente para comprarlos).
Ahora, he mencionado un producto tradicional como la cerveza a propósito, dado que está visión también lo es: resulta muy sencillo identificar el sector (bebidas alcohólicas) y el producto (cerveza). En la era digital, definir un producto o servicio y su rubro se hace más difícil dado el dinamismo del sector. Cada día surgen nuevos productos y el mercado se actualiza constantemente. Entonces, ¿cómo definir un monopolio en la industria del internet? ¿Cómo determinar un mercado digital y sus alcances? Es un tema que dará amplia discusión dada su novedad, pero lo que sí podemos dilucidar es que no se puede regular de la misma forma como se hacía hace décadas.
Las regulaciones y las Big Tech
Para bien o para mal, todos los mercados tienen regulaciones. Según la postura económica y política del país, estas regulaciones serán más o menos agresivas. En este caso en particular (de los monopolios en China), según Financial Times, el PCCh ha pasado de ser monopoly-friendly a lo contrario después de comprobar el poder económico de las Big Tech, el cual desafía a las autoridades chinas y sus controles. Además, esta discusión también ha adoptado un tinte político: precedente a esta batalla, Jack Ma calificó a los reguladores de “un club de personas mayores” y de “actuar como bancos tradicionales o casas de empeño” (a pesar de las medidas adversas, Alibaba Group terminó manifestándose a favor de las entidades públicas).
Finalmente, y dejando de lado lo político, si se busca regular la industria digital en orden de favorecer al consumidor y fomentar la libre competencia, el marco debe ser tan dinámico y moderno como lo es este sector. Este es el desafío que enfrentarán los gobiernos a partir de ahora (de hecho, EEUU está por entrar en una batalla similar con Google y Facebook). Y sí que resulta una necesidad urgente, dado que una regulación tradicional puede terminar debilitando la capacidad de innovación de las Big Tech, corazón de su industria; y una falta de regulación podría impedir el surgimiento de nuevas empresas tecnológicas. En palabras de Jack Ma: “no puedes gestionar un aeropuerto como gestionas una estación de tren; no podemos regular el futuro con políticas de ayer”.
Edición: María Fernanda Tumbalobos