Durante el último mes se generó polémica a raíz de que el presidente Castillo promulgara -en repetidas ocasiones- días no laborales, en lo que serían fechas conmemorativas. A partir de ello, surge la pregunta, ¿cuál es la diferencia entre los días feriados y los días no laborables?
En un primer momento, mediante Decreto Supremo el Gobierno declaró como día no laborable el lunes 13 de junio de 2022, ya que en esta fecha sucedería un evento histórico para nuestro país: la clasificatoria de Perú al mundial de fútbol –I think I’ve seen this film before, and I didn’t like the ending-. Pero también otro evento de gran peso debió haber sucedido en esa fecha. Coincidentemente, el presidente Pedro Castillo había sido citado por la Fiscalía de la Nación para que brinde declaraciones sobre la investigación abierta en su contra por el presunto delito de organización criminal, tráfico de influencias y colusión agravada.
Y menos en política.
Si bien muchos relacionaron este feriado con el que PPK declaró en el 2018 en un contexto futbolístico similar, hay una muy clara diferencia: el entonces presidente había anunciado que se declararía feriado el día, una vez la selección peruana haya obtenido su pase oficial al mundial de Rusia, ya que, como se debe, la hinchada saldría a celebrar, generando así consumo masivo de chelas, comida, camisetas de la selección, entre otros.
Ahora bien, más allá de la crítica a una de las tantas políticas populistas que en realidad buscan disfrazar la incomodidad del presidente al tener que responder las preguntas de fiscalía, vamos a dilucidar las diferencias entre un día feriado y un día no laborable.
Por un lado, un día feriado es aplicable indistintamente al sector público o privado, siendo un día en el que el trabajador descansará y que su empleador deberá retribuir de acuerdo a su remuneración ordinaria. Es decir, tienes el día libre y te pagan como si hubieras trabajado dicho día. Por otro lado, un día no laborable es, mayormente, aplicable al sector público y, opcionalmente, al sector privado. En este caso, el trabajador podrá negociar con su jefecito empleador si es que (i) se toma el día, y lo luego lo compensa devolviendo esas horas de trabajo o (ii) no se toma el día, y cumple con su jornada habitual.
Como si declarar un día no laborable adicional fuera suficiente para obtener la aprobación ciudadana, y sin sentirse satisfecho con los múltiples cuestionamientos, el 21 de junio el Gobierno declaró el 24 de junio de 2022 como día no laborable por el Día del Campesino y la Fiesta de San Juan. ¿Por qué? Porque además de ser un día memorable, “se buscaba promover el turismo interno”, aunque, curiosamente, sin darle chance a las familias a que puedan organizar sus presupuestos y planear sus viajes. Quizá, en un contexto como el actual, donde el alza de precios y la crisis alimentaria ya nos respira en la nuca, para los campesinos generaría más satisfacción que el Gobierno les proporcione fertilizantes a que todo el sector público se tome un día libre mientras que ellos deben seguir trabajando, pues es conocido que la labor del campesino nunca termina y la cosecha no hace diferencia entre un feriado y un día cualquiera.
Finalmente, y como siempre, hago un llamado a la conciencia. Si bien suena bastante romántico tener un día de desconexión del trabajo, hay que ser críticos e incisivos con nuestras autoridades. Tener la potestad de poder declarar tanto feriados como días no laborables no significa que el Gobierno deba hacerlo, veamos nuestra descalficación como una oportunidad para redireccionar nuestro enfoque en la crisis alimentaria y política ya está que se nos viene encima, el Perú no puede parar. Este reprechaje nos lo jugamos todos.
Edición: Camilla Chirinos