Como aprovechando el shock de todos los peruanos por el caso Paolo Guerrero, el Congreso aprobó, el último jueves, la castración química como una sanción para los condenados por violación sexual contra menores de 14 años. Esta medida, que es aplicada en distintos países como Alemania, Corea del Sur o Rusia, busca acabar de una vez por todas con todos los titulares lamentables sobre padres violadores o niños violentados. Sin duda, la intención es buena, pero ¿será esta la solución? ¿Cómo funcionará esta medida en la realidad? ¿Tenemos un congreso envidiable?
Un poquito de contexto
Tras una rápida primera votación en el pleno del Congreso, se modificó el artículo 173 del Código Penal (referido a violaciones sexuales a menores de edad). Se hicieron dos cambios importantes: se aumentó la pena a cadena perpetua y además se incluyó el siguiente texto: “Se impondrá la castración química cuando el juez lo estime pertinente”. Para que se entienda mejor, se trata de un tratamiento médico – vía oral o por inyectables que inhibe el deseo sexual del individuo y reduce la producción de testosterona.
¿Bueno o malo?
A mi parecer, no es la solución. Comparto el fastidio y el deseo de justicia sobre los individuos que se atrevan a violar a un niño. Tan solo pensarlo resulta deplorable. Sin embargo, el Congreso ha hecho otra de las suyas al aprobar una medida populista, pero inefectiva. Son cinco los puntos (como los goles que se comió Alianza) que demuestran que no es la solución:
1° Los victimarios ya están condenados a cadena perpetua
Según lo propuesto por nuestros audaces congresistas, los que recibirían esta medida son los condenados a cadena perpetua. Entonces, si ya están en la cárcel de por vida, ¿representan un peligro para la sociedad? Si no van a salir de Canadá, ¿para qué meterle más crueldad al asunto? Acaso no sería mejor fortalecer el sistema de captura y procesamiento de violadores (mucho vivaso bien librado).
Detrás de las rejas y lejos del ciudadano de a pie.
2° Un violador requiere de salud mental
Este punto es interesante y polémico a la vez. Todos queremos menos violaciones, pero no atacamos el problema de fondo. Estas personas necesitan tratamiento psicológico, nuestros esfuerzos también deberían de apuntar a tratar la educación familiar. Si realmente, a largo plazo, queremos un cambio en estos alarmantes índices debemos apuntar a cuidar la salud mental de nuestros ciudadanos, ya que esta determina en su mayoría de veces estos actos sexuales (Organización Mundial de la Salud, 2002).
¡La verdadera solución es en tratar la salud mental de nuestros ciudadanos!
3° Gastos excesivos del Estado
Otro punto importante es que el costo es bastante elevado para tratarse de condenados a cadena perpetua. Se estima que el Gobierno tendría que invertir cerca de US$ 26 millones anuales, si es que se tratasen a todos los sentenciados. Este dinero podría ser bien invertido en más televisores para el congreso mejores centros de salud mental o mejoras en el proceso de captura (El Comercio, 2018).
¡Podemos mejorar nuestros centros de salud mental!
4 ° Falta de claridad en la norma
Tal y como sostiene el presidente del Poder Judicial, Duberlí Rodríguez, “¿Qué pasa si el juez no considera pertinente la imposición de la castración química en un caso?” Llueven las críticas y la popularidad del Poder Judicial cae más rápido que la página de FB de la FIFA. Clásico de nuestros congresistas, que no son claros y dejan vacíos polémicos de interpretación.
La medida populista fue promovida por el congresista Yonhy Lescano…
5° Analizando la opinión de especialistas y la evidencia empírica
En el 2017, el Ministerio de Justicia, el Ministerio de Salud y la Defensoría del Pueblo rechazaron esta medida aludiendo que era “inviable”. Dentro de las conclusiones de los especialistas, destacan que es una medida “contraria a los principios elementales de la ética médica” y contraviene a los convenios internacionales suscritos por el Perú. En adición, la revista “Journal of Korean Medical Science” afirma que la castración química solo reduciría la reincidencia de manera efectiva si se aplicara a delincuentes sexuales “en el contexto de un tratamiento psicoterapéutico completo, lo cual no ha sucedido en ningún país del mundo donde se ha implementado”.
Por el lado de la evidencia empírica, hay casos de éxito como el de Alemania que redujo sus tasas de ofensas sexuales de 46% a 3% entre los que se sometieron al tratamiento. Aunque, también hay casos como el de Joseph F. Smith que fue el primer preso en recibir esta sanción. Luego de diez años recibiendo el compuesto químico, y ya en libertad, violó a más de 75 niños.
¡Frenemos de la manera correcta las violaciones a menores de edad !
Bibliografía
El Comercio. (2018). Un castigo químico para los violadores. Obtenido de https://elcomercio.pe/peru/castigo-quimico-violadores-informe-noticia-521099
Organización Mundial de la Salud. (2002). Informe Mundial sobre la violencia y salud. Obtenido de http://www.who.int/violence_injury_prevention/violence/world_report/es/summary_es.pdf
