Después de haber presenciado un mes ajetreado en términos coyunturales (una gran Kaída), ¿cómo celebraste el fin de octubre? Si saliste a divertirte, ya sea bajo una fachada digna de su propio director(a) de arte o solo con orejitas de algún animal (Duh, I’m a mouse), estabas celebrando la víspera del día de todos los santos, All Hallow’s eve, o bueno, Halloween. Sabemos que en esa noche te puedes disfrazar de lo que quieras. Puedes disfrazarte de tu héroe personal -ya sea un superhéroe o un mortal común a quien admiras- hasta de alguien a quien temes o desprecias, como Pennywise (payaso de It) o Keiko (payasa de Fuerza Popular).
Halloween se traduce al español muchas veces como “Noche de Brujas”, así que es natural que una opción común sea el disfraz de bruja. Además, claro, de La Casa de Papel (sí, lo dije). Un disfraz clásico y genérico de bruja sería: un vestido negro, sombrero y pues…ya. Este es el estereotipo en nuestro imaginario mental. En épocas contemporáneas, sin embargo, gozamos de otras figuras de brujas jóvenes, como Hermione y Sabrina.
Estimado lector, ¿qué piensa de Sabrina Spellman? Si conoces el sitcom de los noventas llamado Sabrina, the Teenage Witch, habrás gozado de las ocurrencias y problemas amorosos de esta bruja de 16 años interpretada por Melissa Joan Hart, la astucia y picardía de un gato negro llamado Salem, y el cariño y autoridad de las tías Hilda y Zelda, respectivamente. Sin embargo, este año ha llegado otra versión audiovisual de dicha bruja, una más profunda y oscura, llamada CAOS: Chilling Adventures Of Sabrina.
En CAOS, el entretenimiento, definitivamente, no es light como la versión noventera. Imagina una familia de creencias fuertes, con un estilo de vida conservador religioso. Ahora, sin tratar de sonar profana o sacrílega, reemplaza la deidad en la que estabas pensando con Satán. Sabrina es mitad bruja mitad mortal, y fue criada en casa bajo las creencias de la “Iglesia de la Noche”, una entidad religiosa jerárquica y burocrática. Por su naturaleza semi-mortal, ella siempre atendió a un colegio público. Académicamente, fue educada bajo las creencias del liberalismo y la separación Iglesia-Estado. Dicha combinación de factores ocasiona que Sabrina desencaje en dicho conservadurismo satánico. ¿Ya van notando la complejidad de esta nueva versión?
Si bien las temáticas del amor (romántico y fraternal) y la amistad se denotan a lo largo de la temporada, también se tocan temas tal vez no tan obvios a primera instancia como la rebeldía, la ambición, el machismo, el fundamentalismo, la ética, entre otros. Este mundo satánico va más allá de realizar algunos conjuros en latín y pociones que parecen jugos détox, tiene reglas y hay precios por pagar para poder gozar de aquello que muchos anhelan: poder.
Esta serie basada en los cómics “Sabrina, the Teenage Witch” de Archie Cómics es una de las producciones curiosas que Netflix nos ha brindado este último mes. Es de los mismos productores de la serie Riverdale, ya que pertenecen al mismo universo. Si has visto Riverdale, recuerda que el pueblo de Greendale geográficamente se encuentra cruzando el río Sweetwater. Si no lo has visto, no pasa nada, se entiende en su totalidad.
Recuerda que las brujas son aquellas que tienen un compromiso con el diablo para poder tener sus poderes. No era mi intención romper con el concepto de bruja que te dejó el sitcom de los noventas (o tal vez sí). Veremos qué producciones audiovisuales rompen con estereotipos de nuestro imaginario en los siguientes 365 días. Hasta el próximo Halloween.
PD: El diálogo del primer capítulo es medio “flojo”. No te rindas. El segundo capítulo te enganchará.
Saludos,
M.