Con palos y piedras, con sangre y con fuego, con bombas y con muertes, pero también con música. Estas son las distintas formas de luchar contra las injusticias, la última en mención de una manera mucho más pacífica pero también efectiva. Durante los años han existido sucesos que trascienden fronteras y logran que la gente se levante para demostrar su posición política o social en búsqueda de poder lograr un cambio. En este artículo se analizarán tres de estas y se dará a conocer en qué contexto fueron escritas.

A fines de 2008, The Price Of Silence fue lanzada para celebrar el aniversario número sesenta de la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Se trata de una canción que se forma a base de la ya conocida Canción Protesta (2006) de la banda colombiana Aterciopelados y que cuenta con la participación de más de una docena de artistas internacionales de procedencias muy diversas como: México, Colombia, Cuba, Sudán, Sudáfrica, Egipto, Francia, India, entre otros. Debido a esto, el video que acompaña a esta canción – que toma lugar en el salón de la Asamblea General de las Naciones Unidas –  fue logrado gracias a la edición de escenas tomadas en Bogotá, Paris, Londres, Miami, NYC, Los Ángeles y Sudáfrica. La letra de esta canción está compuesta principalmente por versos en inglés y español, aunque cuenta con fragmentos en tibetano, árabe, urdú y yoruba. A continuación unos versos en español de la canción y el video realizado a favor de Amnistía Internacional.

Contra los arma-guerras
Contra las discriminaciones
Contra los violadores
Contra la malas vibras.

Todos los seres humanos
nacemos libres, nacemos hermanos
no hablemos más, es tiempo de armar
un mejor mundo de amor e igualdad.

Ya en los años más recientes, tenemos una ejemplar canción protesta que si bien está dirigida principalmente a una persona, cuenta con un mensaje bastante profundo y que repercute a más de un país. Se trata de El Demagogo, canción dedicada al presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, compuesta por la mexicana Lila Downs y lanzada en el año 2016. El tema cuenta con dos versiones, una completamente en español y otra bilingüe, donde predomina el idioma inglés. El Demagogo formó parte del proyecto ‘30 días, 30 canciones’ liderado por el grupo llamado Artistas por un Estados Unidos libre de Trump y fue estrenada en el concierto Rise Up As One que tomó lugar en la frontera entre San Diego (EU) y Tijuana (México) con la finalidad de unir a los pueblos en la búsqueda del respeto por la diversidad y diferencias entre los países. Esta canción no solo busca protestar contra la postura del – en ese entonces – candidato Trump, sino de la situación de discriminación y xenofobia por la que pasan algunos inmigrantes en el país norteamericano y a los muros ‘mentales’ que se forman entre las distintas culturas. Algunos de los versos de esta canción se presentan a continuación:

Hay un diablo blanco que se cree rey del mundo
Compra y vende el odio
Para su negocio

Arrastrado del pasado
Que no debemos ser
Mussolini, Adolf Hitler, Pinochet
La tierra tiembla cuando recuerda
No respeta a la mujer
No respeta razas
No respeta vida
Toda la humanidad

Volviendo al pasado, pero esta vez en tierras peruanas, tenemos una gran pieza compuesta por la activista Victoria Santa Cruz, que junto con su hermano Nicomedes Santa Cruz fueron una gran influencia para la revalorización de la cultura afroperuana especialmente en los años 60s y 70s. Este poema, canto revolucionario, canción protesta o sea cual sea el género en el que lo quieran colocar, es indudable demostración de la fuerza y pasión con la que la artista desea crear conciencia y auto-conciencia sobre la cultura afroperuana, autovaloración y respeto por uno mismo. Este hermoso tema ha sido  trascendental en el tiempo y ha sido traducido a varios idiomas como portugués, inglés y francés.

Tenía siete años apenas,
¡Qué siete años!
¡No llegaba a cinco siquiera!
De pronto unas voces en la calle
me gritaron ¡Negra!

“¿Soy acaso negra?”- me dije
“¿Qué cosa es ser negra?”
Y yo no sabía la triste verdad que aquello escondía.

Hasta que un día que retrocedía , retrocedía y qué iba a caer
Al fin comprendí
Ya no retrocedo
Y avanzo segura
Avanzo y espero
Y bendigo al cielo porque quiso Dios
que negro azabache fuese mi color
Y ya comprendí
¡Ya tengo la llave!

En definitiva, existen muchos más temas de protesta que los expuestos en este artículo y es que siempre que existan injusticias existirán los artistas que utilicen el arte y su talento para levantar su voz y buscar un activismo pacífico. Busquemos la forma de evitar la violencia y exigir justicia para las personas que lo necesiten, hagámoslo con distintos recursos: la música es uno de ellos.

Bonus Track

Si bien no podría ser calificada como una canción protesta per se, el artista clásico contemporáneo Ludovico Einaudi (ver mi artículo ‘5 razones por las que Ludovico Einaudi es el mejor músico clásico contemporáneo’) dio su imagen como parte del proyecto ‘Save the Artic’ de Greenpeace. A sus 62 años, el músico y compositor viajó al Ártico para interpretar una pieza especialmente compuesta para la causa sobre una plataforma flotante en el Polo Norte de la Tierra. En el video se puede apreciar cómo los glaciares se caen a pedazos mientras el artista toca calmadamente su piano:


“Contra los arma guerras” – Aterciopelados