A fines de marzo, el presidente del BCR Julio Velarde ironizo acerca de que el INEI debería incluir el álbum Panini en la canasta básica. Una gran reflexión acerca de como la canasta básica no llega a medir el consumo correspondiente/verdadero de las familias peruanas.
Los productos de la canasta básica deberían actualizarse cada cierto tiempo y estar en función de los cambios sociales. Actualmente, las personas suelen consumir productos alimentarios más ricos en nutrientes que en las décadas pasadas.
Otro ejemplo de un cambio social es la importancia que tiene Netflix o los megas en el celular como gasto básico para los peruanos. A su vez, las personas suelen comer mas fuera de casa, dándole mayor importancia a productos con valor agregado para ser considerados consumo básico. También se debería medir los precios de los productos de mercados virtuales como Amazon o Linio, ya que comprar cosas por internet se ha vuelto mucho mas común con el pasar de los años. Tener en cuenta estos cambios sociales pueden ayudar a hallar un cambio en el nivel general de precios más exacto.
La cesta familiar se utiliza para obtener el Índice de Precios al Consumidor (IPC).
A su vez, el IPC se usa para medir la variación del nivel general de precios. Es decir:
Si el IPC > 100, entonces hay inflación.
Si el IPC<100, entonces hay deflación.
Si el IPC=100 , entonces no hay una variación en el nivel general de los precios.
¿Consumidor irracional? Economía del comportamiento
Por otro lado, nuestras acciones con respecto a las figuritas panini nos hacen reflexionar en la forma en que actuamos las personas. Un ejemplo es que muchas veces intercambiamos 8 figuritas por 1 que no tenemos, si puede bastar con solo cambiar 1 por 1. Para esto, el economista conductual Thaler nos comenta que las personas están dispuestas a pagar más a algunos vendedores por un mismo producto (no muy racional que digamos). Esto se debe a que las personas son propensas a sesgos emocionales y no piensan sus opciones antes de actuar. Quizás si la otra persona no tenia una de mis figuritas hubiéramos intercambiado 1×1 o llegar a un acuerdo.
La economía conductal es recontra llamativa
Un ejemplo histórico de fue lo que se hizo con las tarjetas en los años 70s cuando ingresaron al mercado. Algunos comerciantes cobraban diferentes precios dependiendo si pagabas con efectivo o tarjeta de crédito (esta costumbre sigue siendo utilizada hasta hoy en muchos restaurantes). Si usabas tarjeta te costaba un poco más debido a algunos costos que este método conllevaba. Las personas vieron esto como un gasto adicional y no las utilizaban. Luego de un tiempo, el Congreso de los Estados Unidos paso un proyecto de ley en que constataba que el precio base o “default” debería ser el de la tarjeta y el precio en efectivo, un descuento. La forma de actuar de las personas cambio hacia el uso de tarjetas, simplemente porque se cambio la forma en la que se presento algo, pero siendo el resultado final el mismo. A este tipo de sesgo cognitivo se le denomina “framing” o encuadre.
¡Esta sigue siendo la mejor tarjeta!
El álbum Panini y la fiebre mundialista nos llevo a reflexionar sobre la importancia de la innovación en los diferentes métodos de la medición económica y como a veces actuamos bajo sesgos emocionales que nos pueden llevar a resultados espantosos (como lo es intercambiar 8 figuritas x 1 cuando no es necesario). ¿Quizás en un futuro se cree una (cripto)moneda con una app que sea usada para intercambiar figuritas y evitar el truque directo entre personas?
Referencias:
Thaler, Nudge
Javier Barrantes, Panininomics: Cómo llenar tu álbum y no sufrir en el intento
http://rpp.pe/economia/economia/julio-velarde-el-inei-deberia-incluir-el-album-panini-en-la-canasta-basica-noticia-1112269
