Si creemos que el Perú es aún el mendigo en el banco de oro, podemos estar seguros de que Cajamarca es nuestro mejor representante. Al mismísimo estilo del World Economic Forum, el Instituto Peruano de Economía ha presentado el informe de Índice de Competitividad Regional 20171. Índice que se viene mostrando desde el 2013 y que, a pesar de que se muestran varios avances, tiene a Cajamarca como departamento estancado en el último lugar y alejándose cada vez más del promedio.
Cajamarca es el cuarto departamento más poblado del Perú, sólo detrás de Lima, Piura y La Libertad (INEI – Censo 2007). Esta región recibe, del 2014 al 2016, un presupuesto que le permite ubicarse en el sexto lugar entre todas las regiones (MEF), cosa que, en función de la población es muy poco. Agreguemos que su nivel de ejecución estuvo por debajo del 50% en el 2016 cuando otras regiones como Lima, Ucayali o Loreto ejecutaban más del 98% (Gestión) entonces es fácil ver de dónde viene el poco desarrollo en esta región.
Ahora, este 50% de ejecución de presupuesto tiene que alcanzar a toda la población, cosa que se hace difícil teniendo el 65% de su población rural (INEI). Cualquier medida que se tome o nunca llega o demora demasiado en llegar a la lugares agrestes. Así, no es increíble ver que en Cajamarca la pobreza se reduce en 15%, mientras que en todo el Perú, se va reduciendo en 49%. (INEI – Perfil de Pobreza)
El punto más débil de Cajamarca en el índice del IPE son las instituciones. Ahora es fácil saber por qué y uno de los culpables es Gregorio Santos. No se quiere decir que por él sean todos pobres o que no puedan ser competitivos, pero truncar el desarrollo de una región rica en minerales (44% de su territorio está concesionado a la minería – Ingemmet) y con mucha gente trabajadora es un peso que no se podrá quitar fácilmente. Asignar mal el dinero junto a los conflictos sociales promovidos por su partido dan una combinación nefasta para el progreso, y esto sin hablar de corrupción.
Tierra y Libertad podrán seguir necios en dar su brazo a torcer, pero lo cierto es que de seguir así no conseguirán más que ver cómo su querida Cajamarca se queda igual como está (así la quieren) y lo bueno que tienen para progresar -recursos y talento humano- se va. Deben darse cuenta y creer firmemente que se necesita mayor inversión privada, principalmente en el sector agropecuario, el principal motor de su economía. Es el departamento que más productores agropecuarios alberga. Les vendría muy bien el apoyo del gobierno para que desarrollen productos orgánicos que cuentan con alto valor agregado.
Corrupción y agendas políticas que cuidar no son lo mismo, pero ciertamente afectan al país de manera similar. Traban la inversión y no dejan espacio a la sofisticación del mercado ni a la mejora en eficiencia de estos. Se hace una tarea inmensa al añadirle ese último lugar en pobreza, la cual va de la mano de la falta de educación y tiende a llevar a la población por el camino de la desnutrición, delincuencia, informalidad, entre otros que merman la capacidad de desarrollo socioeconómico.
1Índices estudiados por el IPE: Entorno económico; Infraestructura; Salud; Educación; Laboral; Instituciones