¿Somos conscientes de estar consumiendo publicidad mientras vemos una serie o una película? ¿La publicidad tradicional ha dejado de funcionar? ¿Es cierto que hoy el consumidor tiene el poder de elegir? Constantemente, somos expuestos a miles de estímulos publicitarios: Paneles, comerciales de TV, mensajes al móvil y la cada vez más invasiva publicidad digital; que, sin duda alguna, han socavado nuestra capacidad de atención. En este sentido, la creatividad y la innovación han sido atributos esenciales para que las marcas puedan mantener su relevancia en la batalla publicitaria por nuestra atención.

No es totalmente cierto que la publicidad tal como nació haya dejado de funcionar; al contrario, se ha reinventado para adaptarse a las nuevas formas de consumo. Con el tiempo, los espectadores nos hemos vuelto escépticos sobre lo que las marcas nos cuentan en sus anuncios; sobre todo, cuando interrumpen nuestras experiencias en el día a día.

Por otro lado, la gratificación inmediata es otro factor que ha hecho que las marcas busquen nuevas formas de promocionarse. Ya nadie está dispuesto a consumir comerciales de un minuto en la TV e inclusive en Youtube; ya que, inmediatamente, pasaríamos de canal o video a otra cosa que satisfaga la necesidad del momento. Esperar ya no es una opción.

Product Placement

El product placement o emplazamiento de producto es una estrategia publicitaria que consiste en la inserción de un producto o servicio dentro del espacio audiovisual que el prospecto esté viendo.

Ahora bien, un buen product placement es aquel que cumple un rol activo en la escena, ya que permite, por un lado, generar reconocimiento y, por el otro, conversación, relevancia y recordación de marca.

Un buen ejemplo de esto es Stranger Things y Coca Cola. Si queremos contar como Once, la protagonista de la serie, demuestra sus poderes a la policía; es indispensable mencionar que lo hizo doblando una lata de Coca Cola. He aquí la importancia de saber introducir eficazmente la marca dentro de la historia.

Stranger Things, Netflix (2016)

Branded Content

Otra técnica publicitaria que cada vez está ganando terreno por su capacidad de estar presente narrativamente en el espacio audiovisual es el Branded Content. Esta estrategia consiste en crear contenidos que giran en torno a los valores de marca.

Popeye es sin duda alguna el primer branded content creado eficazmente. El propósito detrás fue incentivar el consumo de espinaca entre los consumidores norteamericanos. Otro buen ejemplo de branded content es la película “Náufrago” interpretada por Tom Hanks. La historia es sobre un ingeniero de Fedex que, tras sufrir un accidente aéreo, intenta sobrevivir durante años en una isla desierta.

En el curso de su travesía, el protagonista se encuentra con un paquete de envío que venía a bordo del avión, este lo decide guardar con la esperanza de que algún día se lo entregaría a su destinatario. El paquete de Fedex de una u otra manera lo motivó a luchar por salir de la isla. Tenía un trabajo que terminar.

Cuando finalmente logró su cometido, el protagonista no solo encontró un nuevo camino en su vida, sino también dejó en claro que Fedex siempre llega.

Película “Cast Away” (2000)

Contenido pagado en Youtube

Otra herramienta publicitaria que las marcas están empezando a explotar es el contenido pagado en Youtube. Básicamente, consiste en contratar los servicios de un youtuber/influencer para que en algún momento de su vídeo hable sobre la marca.

En otras palabras, es un anuncio dentro de un contenido, pero en este caso, no se percibe invasivo, ya que, por el valor y la conexión que tiene el influencer con sus seguidores, se admite la publicidad; además, es visto como una recomendación confiable que vale la pena escuchar.

Sin duda alguna, la publicidad se ha reinventado y está cada vez más presente en nuestras experiencias, pero ahora con la diferencia de que ha dejado de ser intrusiva o de parecer que no lo es.

Edición: Sol Seguil