El ayuno intermitente es una estrategia nutricional que cada vez gana más terreno como método de adelgazamiento. Este consiste en no consumir alimentos, o cantidades muy pequeñas, durante periodos determinados de tiempo en ciertos días de la semana con el propósito de reducir la producción de grasa corporal. Por lo general, durante el período de ayuno se permite beber agua, infusiones o café sin azúcar. Mientras que durante el período de ingestión se puede comer lo que uno desee, pero se recomienda que se mantenga una dieta balanceada, que incluya frutas, verduras, cereales integrales, lácteos descremados, carnes magras, entre otros. 

Cada día más personas se unen a esta tendencia. Sin embargo, al igual que con cualquier otro régimen de dieta, debemos ser cautelosos al elegirla como método de adelgazamiento. La comunidad científica aún está dividida en cuanto a las ventajas e inconvenientes que esta conlleva. En este artículo haremos algunas pinceladas sobre las dos caras de la moneda a fin de resolver las  dudas más comunes.

Lo primero que hay que tener en cuenta es que existen diversos tipos de ayuno. Los tres principales  son: Dieta de ayuno intermitente, ayuno periódico y alimentación con restricción de horario. En el cuadro a continuación se muestran las diferencias entre cada una de las categorías:

Beneficios

Según los datos disponibles a la fecha, la implementación del ayuno intermitente tiene un efecto protector debido a que estimula una importante pérdida de peso. Asimismo, se han observado reducciones en la presión arterial, frecuencia cardiaca, colesterol y glucosa. Es necesario resaltar que esta reducción y mejora en los parámetros  se debe a un menor consumo de calorías y a la pérdida de peso más que al ayuno en sí. Para respaldar la eficacia de esta dieta todavía se necesitan más investigaciones científicas; ya que a pesar de los beneficios mencionados, aún no se tiene un consenso en la cantidad de horas o de días que son adecuados para restringir la ingesta.

Desventajas

Esta dieta puede presentar serios inconvenientes de no ser realizada correctamente. Es un arma de doble filo. Algunos de los malestares y problemas que podrían manifestarse son: dolores de cabeza, mareos, irritabilidad, ansiedad, alteraciones del sueño, falta de atención, deshidratación, hipoglucemia e incluso deficiencias nutricionales. 

¿Cualquier persona puede seguir esta dieta? 

NO. Este tipo de dieta está contraindicada para personas con diabetes, trastornos de alimentación, embarazadas, entre otros. Es por ello, que es de suma importancia que se cuente con el apoyo de expertos calificados que puedan asesorarte adecuadamente para conocer qué tipo de dieta es la que más adecuada para cumplir los objetivos propuestos. 

Pasar largos periodos de tiempo sin comer puede desencadenar en nuestro cuerpo mecanismos de defensa destinados a generar energía de emergencia. Nuestro cuerpo es muy inteligente, pues se da cuenta cuando le falta energía y actúa ante esta deficiencia. La constante y recurrente exigencia de dichos mecanismos puede generar inflamaciones en el organismo, iniciando o favoreciendo las desventajas descritas anteriormente.

A manera de reflexión, podemos plantearnos la siguiente pregunta: ¿El ayuno intermitente es la manera más saludable de perder peso? La respuesta ante esta incógnita es no. Se puede realizar por un periodo determinado de tiempo si es que se desea, pero no se recomienda que se mantenga como una estilo de vida. Existen otras maneras de lograr el mismo objetivo sin la necesidad de someter al cuerpo a tanta exigencia y restricción. Manteniendo una alimentación balanceada y una vida activa podemos conseguir los mismos resultados que esta dieta ofrece sin los efectos secundarios detrás.

Editado por: ASOL