Este último mes saltó a la popularidad un videojuego que ha causado sensación especialmente en Perú llamado Among Us. A pesar de que el juego fue lanzado en junio del 2018, muchas personas recién han conocido sobre su existencia en las últimas semanas. Gran parte de su fama puede ser atribuida a que es bastante fácil de jugar #NoNecesitasSerGamer y se puede hacer esto desde una computadora o un celular; sin embargo, lo mejor es que lo puedes jugar con tus amigos y engañarlos. Sea que ya lo hayas jugado o estés muy cerca de caer en la moda, te van a interesar los consejos que estoy a punto de dar para ganar casi siempre #NoEsTrampa,EsEstrategia.
Las reglas del juego son simples. Al iniciar, te encuentras en un espacio cerrado y te pueden tocar dos roles: tripulante o impostor. El tripulante tiene el objetivo de salvarse y lo puede hacer de dos maneras: atrapando a los impostores antes de que ellos ganen o completando las tareas en conjunto antes de que los eliminen a todos. El impostor que es el mejor rol tiene el objetivo de eliminar a los tripulantes antes de que lo descubran o de que culminen sus tareas #NoHayMuchaCiencia. Existen otros aspectos como el completar tareas o el sabotear la operación, pero lo más importante y divertido es la ronda de acusaciones cuando sacas todas tus capacidades para engañar.
La ronda de acusaciones sucede cuando alguien llama a una reunión de emergencia porque sus sospechas son demasiado fuertes para pasarlas por alto o cuando alguien reporta un cuerpo ah sí, el impostor elimina a los demás matándolos y los deja por ahí. Para poder explicar la estrategia maestra, es necesario que primero explique un concepto muy famoso en la economía: la teoría de juegos. Esta es un área que los economistas usan para entender la conducta de las personas basándose en los incentivos y los resultados que las personas esperan frente a su comportamiento. Con este modelo, se han podido plantear diversas situaciones en las que es difícil entender el comportamiento humano y se ha logrado entender por qué las personas actúan de cierta manera en ocasiones específicas. El ejemplo más famoso de la teoría de juegos es el dilema del prisionero.
La policía ha detenido a dos sospechosos de cometer un delito importante. No tiene pruebas para condenarles por ello, pero sí de otros delitos menores. Así que los separan y tratan de que confiesen la verdad ofreciéndoles el mismo trato a cada uno: si confiesa y su compañero no, saldrá libre y a su amigo le caerá diez años. Si los dos confiesan, ambos serán condenados a seis años. Por otro lado, si no se delatan, serán condenados a un año de prisión por esos delitos menores.
A pesar de que la decisión claramente óptima sea que los dos nieguen el delito y se ganen solo un año, la naturaleza humana codicia y egoísmo logra que ambos confiesen. Desde la perspectiva de cualquiera de los prisioneros, no podemos saber cómo reaccionará el otro; por ello, debemos ponernos en ambas situaciones. Si el otro confiesa, lo mejor sería confesar; y si lo niega, ¡lo mejor sería confesar también! En cualquier caso, es mejor confesar y acabamos en el cuadro rojo porque no podemos confiar en nadie#¿QuiénTeHizoDaño? Regresando al famoso juego, podemos aplicar la misma lógica para la ronda de acusaciones. Ya sea que hayan reportado un cuerpo o alguien haya llamado una reunión de emergencia, tienes que preparar todo tu arsenal de mentiras y elegir una de las siguientes opciones:
Acusar primero y votar: Si es que eres el único que acusa y tienes un poco de credibilidad #NoComoTuEx, el resultado será que las personas te sigan y confíen en ti sin importar si eres impostor o tripulante. Si otro también acusa rápidamente y se genera un debate, parecerá que ambos son sospechosos y perderás credibilidad (hasta pueden acusarte).
Sumarse a la acusación y seguir la corriente: Si alguien más acusa y solo sigues la corriente, puedes verte sospechoso por no tomar la iniciativa y ganarte “enemigos”. Sin embargo, si nadie toma la iniciativa y todos tratan de pasar “caleta” solo siguiendo la corriente, todos se verán inocentes y nadie será acusado.
En este caso, lo ideal sería encontrarnos en un escenario en el que nadie se apresure al acusar y todos luzcan inocentes #GanamosTodos. Sin embargo, en la mayoría de los casos, veremos que habrá acusaciones precipitadas desesperadas para que los demás sigan esta corriente. Seas impostor o tripulante, la mejor decisión será saltar a la discusión y verse a la defensiva antes de perder tu credibilidad por seguir la acusación de otro. Volvemos a encontrar una situación que no es la mejor, pero que es resultado del comportamiento humano.
Ahora que sabes cómo se comportan las personas, podemos volver a repasar los consejos desde cada rol.
Si eres impostor: Durante el juego, procura lucir como un tripulante más: finge que haces tus tareas, no permitas que te vean usando las rejillas, elimina sin ser visto y corre en el sabotaje como si quisieses salvar a todos. A la hora de hacer acusaciones, toma la iniciativa sin parecer desesperado, actúa como que sabes quién es el supuesto impostor y no acuses constantemente porque puede parecer que solo tratas de dirigir la culpa lejos de ti mismo, y, por último, miente como si no tuvieras vergüenza.
Si eres tripulante: Durante el juego, cumple con tus tareas y fíjate en los que no lo hacen o se ven sospechosos al hacerlas. Si ves cómo eliminan a alguien o un salto por las rejillas, toma la iniciativa y acusa con toda la seguridad #SiDudas,YaPerdiste. Si no estás seguro de quién es, lo mejor será que no le sigas la corriente al primero que haya acusado si es que no tiene buenas bases (como vimos, puede ser el impostor tomando la iniciativa) y, por último, no dejes que te maten porque los muertos no hablan y no pueden acusar.
Con esto, deberías estar listo para no dar tanta pena ganar contra tus amigos al menos más veces de las que pierdas. ¿Prometí una forma de ganar siempre? Eso sería un poco aburrido.