En un mundo donde vivimos constantemente ensimismados en nuestros pensamientos, el teatro llega a presentarnos emociones y perspectivas diferentes que no solo trasmiten, sino que nos dejan empatizar con actores y escenas. Así es como la obra “El cuerpo de Giulia-no” busca representar el amor, los sentimientos encontrados y la ambigüedad entre vida y muerte; impactándonos con su desarrollo experimental.
Originalmente, siendo una novela en prosa de Jorge Eduardo Eielson publicada hace más de 50 años, trata esencialmente de Eduardo, (nuestro protagonista, interpretado por Emanuel Soriano) quien tras descubrir la muerte de su amante Giulia (Gisela Ponce de Léon) en Venecia, realiza un viaje intrapersonal en el que busca relacionar su existencia, sus experiencias y su amistad con Giuliano (Miguel Dávalos) con el posible motivo que le dio fin a la vida de su amada.
Por lo mencionado anteriormente, como lector, se debe imaginar el desafío que consta realizar una adaptación que sigue a un narrador muy conflictivo que es escrito, nada más y nada menos que, por un poeta. Por ello, conversamos con Sammy Zamalloa, director de esta obra, para que nos dé su perspectiva en el recorrido que fue montar esta obra.
- PREGUNTA. ¿Cómo surge el interés por adaptar esta obra literaria al teatro?
- RESPUESTA. Surge desde la necesidad de exponer los temas que comunica la misma novela dentro de una plataforma en la que, usualmente, no se cuentan este tipo de historias. Donde la muerte es la protagonista, donde la ausencia genera un vacío tan grande en el protagonista que empieza a pensar en su propia existencia. Entonces, son algunos temas filosóficos que pueden abrir algunas puertas para pensar en vida sobre el acontecimiento de la muerte.
- P. Ya que la novela es de 1971, ¿cómo sientes que lograste llevar este texto a la actualidad?
- R. Si bien la obra se publicó en los setenta, realmente fue escrita en los cincuenta, pero siento que es tan esencial hablar de los temas que aborda, por lo que podría montarse en cualquier tiempo. No tiene una temporalidad que defina su desarrollo.
- P. Esta pregunta es por parte de un admirador suyo que es redactor en VA: ¿Qué retos implicó desarrollar una obra que posee una narrativa fuera de lo convencional como lo es “El cuerpo de Giulia-no?
- R. Absolutamente complejo trabajar una obra de Jorge Eduardo Eielson porque su prosa es bastante poética, bastante crítica, bastante cuestionadora del propio lenguaje. En ese sentido, te da la licencia para que puedas experimentar en el teatro a diferencia de un texto dramático donde hay diálogos, hay acotaciones que te indican más o menos como se desarrolla la escena. En este caso, el mayor reto ha sido trasladar esa poética en prosa a elementos escénicos que terminen generando la sensación de que el autor nos sigue hablando en ese lenguaje. Entonces, sí hay ciertos retos porque a veces la escena no tiene los mismos elementos o insumos que el lenguaje verbal donde pueden existir muchas construcciones, pero solamente cuando se enuncian. En el caso del teatro puedes enunciarlo con elementos del lenguaje del teatro, pero no porque se enuncien, se ve o se transmiten. Eso es lo más complejo, cómo logramos transmitir más allá de enunciar.
- P. ¿Cómo se construyó el elenco en esta obra?
- R. Generalmente cuando uno monta una obra de teatro intenta trabajar con las personas que uno desea, que uno admira, que uno quisiera trabajar siempre. En este caso, hubo un deseo mutuo tanto del elenco como de mi parte para trabajar esta obra. Y, por otro lado, sentía que sí había elementos interesantes en estos actores para los personajes que se les estaba asignando. En el caso de Emanuel para Eduardo, en el caso de Gisela para Giulia, Miguel para Giuliano y Alberick para los cuatro personajes que hace (comisario, interrogador, tío Miguel y taxista).
- P. ¿En qué tomas inspiración para plasmar tu trabajo?
- R. Me inspiré un montón en el mismo trabajo del autor en otros textos, intento estudiarlo, ahondarlo. Por otro lado, hay un proceso de investigación, de leer su obra y también de leer sus estudios, los análisis que han hecho sobre él. También es jugar un poco, dejarse llevar con lo que te dan.
- P. ¿Cuál crees que es tu mejor cualidad como director?
- R. Tal vez tomar decisiones que podrían traer un nivel de riesgo escénico.
- P. Por último, ¿Por qué deberíamos ver “El cuerpo de Giulia-no?
- R. Creo que todos nos podemos hacer una pausa para poder contemplar una obra que habla de un tema tan importante como es la ausencia o la partida de alguien y qué cosa genera en nosotros. Es una buena oportunidad para preguntarse a uno mismo cómo se relaciona con las personas que quiere y qué pasaría en el caso de que no estén.
“El cuerpo de Giulia-no” es una obra que empieza con el final. Teniendo una característica narrativa especulativa, no sigue una historia secuencial; no tiene inicio, nudo y desenlace; por esto es necesario estar atento a pequeños detalles que a uno como espectador nos ayuda a unir los hechos con la muerte de Giulia y cómo llegamos ahí. Sin embargo, es totalmente experimental, ya que la finalidad de la obra no es saber cómo sucedió, cuándo o dónde haya sido hecha, sino que trata sobre cómo seguimos al protagonista mientras él se pierde en sus pensamientos y cómo durante su crisis distorsiona la realidad. Las entradas se encuentran a la venta por Joinnus y la obra tendrá lugar el jueves 28, viernes 29 y sábado 30 de septiembre a las 8:30 p.m., en el Teatro del Centro Cultural de la Universidad de Lima. Altamente recomendada.
Edición: Sol Seguil
Increíble artículo! Me encanta!