Hace mucho, mucho tiempo en una galaxia lejana cuando tenía breves momentos de ocio, disfrutaba mucho de ver series en Netflix. En especial, terminé enviciándome con Orange Is The New Black (#AntesDeStrangerThings #YaNoEstoyAlaModa). Muy a pesar, aún no he podido terminar todas las temporadas, pero justamente me quedé en un episodio que despertó mi lado freak #FreakonomicsModeOn.
En este episodio, Piper, la protagonista, con un espíritu emprendedor, descubre la forma de ganar dinero dentro de la prisión (#SoyInocente #LitchfieldRules). Así decide convencer a muchas de sus compañeras para “producir” y vender en internet (con ayuda de su hermano): ropa interior femenina USADA. Sí, leíste bien.
Como a muchos les habrá pasado, no sabía sobre este tipo de negocio. Así que hice lo que mejor podía hacer: Google. Y, mucha más grande fue mi sorpresa, cuando me enteré que era del todo cierto. ¡Existe un mercado de compra y venta de ropa interior usada!
Según la ley de Say, toda oferta crea su propia demanda. Es decir, no puede haber demanda de ropa interior usada sin oferta de estos “bienes”. De esta forma, Voz Actual se empapa, literal, del tema y trae algunos datos curiosos de este no tan nuevo negocio.
“Para variar” los japoneses
De acuerdo a un medio colombiano, en base a información de uno de los principales portales de venta de ropa interior, la transacción de estos productos se originó en Japón en la década de los 80. Es decir, hace veinte años surgió la Burusera, un término empleado para este negocio. Precisamente, es en este país en el que se pueden encontrar establecimientos “especializados” en la venta de ropa femenina usada. Es como ir a comprar un DVD #PiratitaNomás y encuentras tiendas cuyos estantes están llenos de una amplia gama de paquetes. Obviamente, estos están sellados herméticamente para contener debidamente el olor del producto. Algunos, más osados, colocan, al reverso, la foto de la fémina propietaria de la prenda.
(Advertencia: el vídeo es “algo” largo. Les recomiendo, si su curiosidad les gana, adelantarlo a partir del minuto 4)
Consumidores
Lejos de si es normal o no, el nicho se reduce básicamente a quiénes se excitan con el olor de la ropa interior femenina sin lavar. Es más, existe una relación directa entre más sucia la prenda, mayor el precio por el que están dispuestos a pagar estos raros clientes. Se podría decir, entonces, que existe una especie de inelasticidad entre el precio de la prenda y la cantidad demandada, esto siempre y cuando la antigua dueña haya llevado más días la prenda puesta.
No existe un perfil determinado del consumidor de prendas interiores sucias, no obstante, sí existen quienes llevan sus gustos a un mayor nivel. Según una usuaria de Pantydeal.com, un portal de compra y venta de ropa interior usada, existen clientes que se preocupan incluso de su dieta, ya que esto impacta en el futuro olor de su compra. Por otro lado, y para ser más explícitos, existen personas con pedidos especiales, como ropa interior con manchas del periodo, orines, olor a sudor, entre otras preferencias. En el caso de Orange Is the New Black, también existían quienes solicitaban determinadas características dónde provenía la ropa, por ejemplo, que las usuarias de sean asesinas #NoAsquientosParfavar. A pesar de ello, negocios son negocios y mientras más dinero se pague por ello, muchas están dispuestas a llevar su ropa interior el tiempo que sea necesario.
Para quiénes ya se estén animando (?), los expertos recomiendan que la ropa interior sea de algodón, ya que estos absorben mucho mejor los olores. Abstenerse de tangas tipo hilo, y si la ropa interior es blanca, mucho mejor. #ElClienteSiempreTieneLaRazón
Intermediarios
Como mencionamos, existen portales que permiten la creación de un perfil para la venta de ropa interior. Una de las más usadas es: Pantydeal.com. Otras páginas sonPantyrust.com, Pantyzoo.com o sellpantiesformoney.com.
En España, por ejemplo, se creó hace poco Secretpanties.com. Como explican en su página, a diferencia de otros portales, el envío de la prenda se logra mediante un sistema de código de barras que garantiza el anonimato del comprador y la vendedora, además de una cuenta bancaria discreta.
Ganancias: ¿cuánto cuesta, cuánto vale?
Ahora viene la parte más importante de todo, ¿cuán rentable es vender la ropa interior usada? ¿Vale la pena? ¿Tengo idea para empre?
Vale la pena recalcar que la membresía en algunos sitios tiene un costo. Obviamente, ellos toman una parte pequeña por cada prenda vendida como comisión, principalmente para cubrir los gastos de envío. Sin embargo, puedes decir crear tu propia página si es que tienes los medios para asumir los demás gastos de ventas.
Si bien el precio puede variar según las demandas del comprador, en general, en internet, una prenda interior sucia puede costar entre US$5 y US$50. ¿Un ingreso extra, no creen? De esta forma, según una encuesta de un determinado portal, la mitad de vendedoras puede ganar entre US$50 y US$100 por semana y, en casos más excepcionales, entre US$250 a US$300.
Nuevamente, tomando a España como ejemplo, en un conocido noticiero del país, una vendedora explicó que su ropa interior le costó 3 euros y la venderá a 70 euros ¡Un buen margen! Así, mientras que en España, según este programa de televisión, una prenda femenina usada puede venderse a 70 euros, en Japón, la cuna de la ropa interior usada, puede costar unos 5,000 yenes.
Muchas mujeres han admitido que este negocio les permite obtener ingresos extras a sus propios trabajos, se conserva el anonimato y, de cierta forma, transportas algo tuyo hacia otro lado del mundo. ¿Se animan?