“No hay un metro de mar peruano que no esté contaminado con plástico”.
Sara Purca, Oceanógrafa peruana
Se asoman los primeros días calurosos en Lima la gris y ya estamos pensando en ir a almorzar un delicioso ceviche un día de estos. Inevitablemente, el verano llama a frescura, y sabemos que no hay nada más fresco que nuestra deliciosa comida marina. Es una lástima, sin embargo, que la mayoría de nosotros no sepa que tampoco hay nada más plástico que la comida marina.
Contrario a lo que creemos, el plástico si se puede comer. De hecho, ya lo estamos comiendo. Resulta que ciertos deshechos de plástico se deshacen en micropartículas o fragmentos al llegar al mar. Un estudio del Instituto del Mar del Perú (IMARPE) encontró 473 fragmentos de plástico en cada m2 de una playa del Callao. Los peces se alimentan del mar, y también lo están haciendo de estas diminutas partículas. Y nosotros, al comer peces, estamos comiendo plástico.
La contaminación microplástica puede propagarse de organismo a organismo; de presa a depredador; de peces a humanos.
Las cifras sobre nuestros deshechos de plástico son alarmantes. Tan solo en Lima y Callao, se generan 886 toneladas de residuos plásticos al día, y solo se recicla el 3%. Y en el mar, el 60% de los deshechos que la ONG Vida en playas recoge es plástico. El estado actual de nuestro mar y de nuestra vida marina es crítico, y de no cambiar nuestros patrones de consumo y deshecho de plástico, el futuro será poco menos que alentador.
No obstante, el problema del plástico es global. Y como tal, ya son sesenta los países que introdujeron prohibiciones e impuestos para reducir los residuos del plástico de un solo uso. En la Unión Europea, África y Chile, los respectivos aparatos legislativos están trabajando en normas para la eliminación de vasos, platos, sorbetes y otros plásticos de un solo uso. Es más, el primer marco normativo latinoamericano en prohibir por completo el uso de bolsas plásticas es CHI LE NO (leer con voz de Yeni Vilcatoma).
¿Y como anda Perú?
Una palabra nos dará idea sobre a dónde vamos en materia de uso y deshecho de plástico: fujimoristas.
El Ministerio del Ambiente (Minam) trabajó durante meses previos a fiestas patrias por lograr un consenso con la industria respecto a la eliminación del plástico de un solo uso en los próximos tres años. El objetivo es que Perú esté libre de plásticos de un solo uso para el 2021. En vista de que los ministerios son parte del Poder Ejecutivo, fue nadie menos que el presidente Vizcarra quien presentó, en su último mensaje a la nación, la Ley Marco de Cambio Climático y la Ley que prohíbe la fabricación, importación, distribución, comercialización, entrega y uso de productos derivados del plástico que sean de un solo uso.
El siguiente paso era que el Congreso priorizara el debate de la norma. Pero no se contaba con la astucia gran idea que tendrían en la bancada fujimorista. En vez de discutir la norma que necesitamos, no solo para mejorar el estado de nuestro mar y de nuestro medio ambiente, sino para cuidar nuestra salud, el Congreso prefirió una salida tangencial y sin fundamento. Así, la Comisión de Producción, Micro y Pequeña Empresa y Cooperativas aprobó un predictamen para realizar un estudio socioeconómico ambiental de la industria plástica de esos que redactan la noche antes de la entrega.
Distintos organismos dedicados a la conservación del ecosistema marino en nuestro país consideran que este predictamen buscaría dilatar el debate respecto a la Ley de Plásticos. En otras palabras, los fujimoristas quieren hacerla larga y demorar lo más que se pueda la promulgación de una eventual Ley para regular los plásticos de un solo uso. Mientras todos estábamos al tanto de los shows de Marc Vito en señal abierta y las fotos de Alan escondido en la embajada Uruguaya, en el Congreso se estaba gestando este atentado a nuestro mar, nuestra biodiversidad y, más crítico aún, nuestra seguridad alimentaria.
Por lo pronto, este predictamen sería debatido esta semana. Esperemos que la experiencia ecológica de Keiko en la cárcel, ahorrando agua al máximo al bañarse con el contenido de un balde de agua, despierte en ella y en su partido su dormida conciencia ecológica. Esperemos, pues, que este predictamen sea desestimado y que se apruebe tan pronto como es necesario la Ley de Plásticos.
De aprobarse esta insensata propuesta, no solo tendríamos que esperar a que elaboren el mencionado estudio de dudosa calidad. También tendrían que presentarse nuevas propuestas legislativas sobre esta Ley. En pocas palabras, el proceso para lograr librarnos del plástico de un solo uso empezaría de nuevo, desde cero, desaprovechando los esfuerzos que el poder Ejecutivo realizó durante meses.
Al margen de lo que decida nuestro Congreso, siempre tendremos la posibilidad de reclamar por nuestro derecho a la salud y al cuidado de nuestro medio ambiente. #ConMiMarNoTeMetas
